Trincheras de Ideas

El gobierno revolucionario fortalece la identidad nacional

Desde el pasado 2013 hasta finales de este 2014 hemos presenciado con alegría las políticas culturales impulsadas por el gobierno revolucionario bolivariano que preside Nicolás Maduro en función del fortalecimiento de nuestra identidad nacional y del sentido de pertenencia de los venezolanos y venezolanas. Referirnos a las consecuencias e impactos positivos que esas políticas han tenido en nuestro pueblo nos parece importante porque muy poco se habla de ese proceso que comenzó a desarrollarse en gran escala a partir de la llegada al poder político y a la dirección del Estado, el Comandante Eterno, nuestro inolvidable camarada y amigo Hugo Chávez Frías.

La descomposición del modelo petrolero/rentista y el freno a las tendencias y políticas neoliberales imperiales que se planteaban el desmontaje paulatino de la nación con la agresión a la cultura nacional/popular, la desaparición paulatina del Ejército y su conversión en policía punitiva y represiva del descontento y la insurgencia popular ante la agresión imperialista y de la oligarburguesía desnacionalizada; la privatización absoluta de las industrias estratégicas, Pdvsa incluida; la activa política de silenciar en radios y TV las músicas, los músicos y tradiciones y folklore y la invasión de formas pseudo culturales, la transculturación que ha golpeado y todavía golpea nuestra música y talentos musicales.

Ese resurgir del joropo y de todas las formas musicales de nuestra variada y rica cultura con el inicio del proceso revolucionario que encabezó Chávez, el rescate de los símbolos y valores históricos (dixi Bolívar, Miranda, etc.) y patrios que no sólo estaban de capa caída sino en vías de desaparecer y el inicio de una auténtica Revolución Cultural que está, sin dudas, en pleno desarrollo, permiten aproximar una balance más profundo de lo que se ha alcanzado y avanzado en el desarrollo de nuestra identidad nacional venezolana y nuestro sentido de pertenencia. Se siente que para la mayoría de los venezolanos lo más importante es Bolívar y no el bolívar, la Patria como madre, matria y no verla como el negocio o empresa que podemos explotar y con ella a sus trabajadores como hace la burguesía y un alto sector de la clase media o pequeña burguesía que se caracterizan por su actitud anti Patria y son instrumentos viles de una potencia extranjera.

Las políticas del Estado a través del Ministerio del Poder Popular para la Cultura de no sólo rescatar tradiciones populares históricas como los Diablos Danzantes, la Parranda de San Pedro, el reconocimiento del idioma o lengua indígena mapoyo, como patrimonios culturales de la humanidad reconocidos por la Unesco, sino también las declaraciones del joropo y la gaita como bienes musicales del pueblo venezolano; la importante y anhelada Ley de Cultura, la Ley de Artesanía. La promoción de los grupos juveniles de rock y otros ritmos modernos, incluyendo el fortalecimiento de la canción de protesta o revolucionaria cuyo rumbo marcó el inolvidable Alí Primera, la creación de disqueras del Estado que permiten una producción masiva de las nuevas creaciones. No puede obviarse la repotenciación que ha tenido el sistema de orquestas infantiles y juveniles con una altísima inversión económica que han dado un descomunal salto de calidad rítmica y de madurez profesional de una muchachada (seiscientos mil por ahora, un millón dentro de poco) que es orgullo para Venezuela y el mundo. El impulso de ballet, la danza moderna y nacionalista, la masificación del teatro, la producción millonaria del libro en todos los géneros literarios y científicos. Las artes plásticas, la creación de la Universidad de la Cultura, la creación de la Villa del Cine y la masiva producción de películas de altísima calidad, muchas dirigidas a fortalecer precisamente la identidad nacional, el boom de medios alternativos y comunitarios impresos, radiales, televisivos; es decir, un abanico cultural que en estos 15 años de Revolución Bolivariana se ha visto fortalecido, potenciado y con él nuestra identidad y el sentido de pertenencia, el orgullo de ser venezolanos.

Cuando se aprecia el conjunto de esas políticas iniciadas por el Comandante Eterno, Hugo Chávez y después continuadas por el presidente Nicolás Maduro, los impactos que el conjunto de ellas ha venido teniendo en nuestro pueblo, beneficiado por el reconocimiento a su diversidad pluricultural, podemos afirmar que el hombre y la mujer venezolano o venezolana de a pie, se sienten con orgullo más venezolanos, es decir, ese sentimiento que se asocia a la identidad, al orgullo por la venezolanidad y por la Patria que sigue siendo lo primero. "Ahora tenemos Patria", dijo Chávez en su última alocución y no se equivocaba, la cultura fue y es un poderoso ariete para fortalecer esa convicción de que ahora tenemos Patria.

Ese sentimiento que se expresa en la identidad nacional y latinoamericana se ahonda no sólo por el desarrollo y reconocimiento en gran escala de los valores culturales del pueblo y su identidad sino la defensa que de ellos se hace ahora en el plano político, en la calle, ante la arremetida violenta, anti nacional y pro imperial de las antiguas clases altas dominantes, la burguesía y la clase media o pequeña burguesía alta, que expresan un desmesurado, torpe e insensato odio hacia el pueblo, hacia el país, hacia la Revolución Bolivariana y Socialista, (baste ver las masivas destrucciones de bienes públicos –Metro de Caracas y metrobuses–), con la destrucción e incendio de árboles, universidades, preescolares, supermercados, vehículos, viviendas y el asesinato de 43 compatriotas en las recientes guarimbas, buscando su derrocamiento.

Ese sentimiento de orgullo patrio por la declaratoria de la gaita y el joropo como músicas y ritmos nacionales que fortalecen la identidad se refuerza con el sentimiento de defensa de la Patria agredida por el fascismo burgués, por sus aliados paramilitares extranjeros, por la defensa de las conquistas alcanzadas en todos los órdenes en estos 15 años de Revolución chavista.

Ya no es la lucha, como en años anteriores, para que se reconocieran los talentos musicales y se le rogara a los propietarios de emisoras radiales para que transmitieran una canción de cualquier género nacional, ahora es que la cultura tomo la calle con fortaleza inusitada, no sólo con formidables eventos musicales y culturales de calle sino la producción o la luthería de instrumentos musicales, las escuelas de gaita, de joropo, de tambores y un sinfín de elementos para construir la cultura venezolana, es decir, construir la Patria, la Quinta República que comenzó en 1999, es decir, hace 15 años.

La Revolución Cultural Bolivariana y Socialista avanza a ritmos agigantados, ese es un legado que nos dejó el Comandante Chávez extremadamente importante y logros del gobierno y del pueblo, ¡a cuidarlo, protegerlo y darle más fuerza!

(@hgcaracola)



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Humberto Gómez García

Director de la revista Caracola. Pertenece al Movimiento de Medios Alternativos y Comunitarios (MoMAC). revistacaracola.com.ve

 humbertocaracola@gmail.com      @hgcaracola

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