Deuda Externa en visión combatiente: respuestas sociales y políticas

"Trincheras de ideas valen más que

trincheras de ideas":

José Martí

A los finales del siglo XX el futuro de América Latina y el Caribe fue severamente golpeado mediante la reafirmación de deudas externas definidas como impagables y contraídas ilegalmente, todo lo cual generaba situaciones sombrías que "agobiaban las haciendas públicas". Inclusive, mediante la deuda externa se planteó el cambio de "deuda externa por naturaleza" (swaps), con las consiguientes demandas y amenazas contra la biodiversidad y las reservas genéticas continentales.

Para cancelar esas elevadísimas deudas externas, se había hecho un lugar común que los diferentes gobiernos entreguistas y proimperialistas suscribían con el Fondo Monetario Internacional (FMI) "paquetes-compromisos" que comprometían la integridad y soberanía del Estado respectivo, reafirmaban como el sometimiento de las naciones y presionaban el desmantelamiento de los ejércitos (fuerzas armadas) nacionales.

La subasta de las empresas públicas se hizo una norma común, así como la cesión de la soberanía "-comprendidas la potestad tributaria y la de protección de la economía-", la liberación de precios y de tasas de interés y la drástica reducción de inversiones en educación, salud y seguridad social, vivienda y recreación como factores esenciales que sustentaban las supremas aspiraciones de la calidad de vida y la felicidad de las naciones afectadas, que debían comprometer así sus niveles de bienestar y prosperidad colectivas. Es la expresión suprema de los malos gobiernos: entreguistas antipatria. "El sistema de gobierno más perfecto es aquel que produce mayor suma de felicidad posible, mayor suma de seguridad social y mayor suma de estabilidad política": contundente voz proverbial de El Libertador Simón Bolívar (Angostura 15 de febrero de 1819).

Se hizo común el alza unilateral y usuraria de los intereses de 5% a 16% y a 20%. Este sólo hecho, según la CEPAL (Comisión Económica para América Latina), aumentó la deuda externa de 257,3 miles de millones de dólares en 1970 a 830 mil millones en 1980. Ello "prometía lograr lo que sólo habían conseguido implacables dictaduras de derecha": la entrega del potencial constituido por 600 millones de habitantes y 22 millones de kilómetros cuadrados a la voraz rapiña neoliberal (depredadora, saquedora, expoliadora) que integran el ámbito político administrativo y soberano de América Latina y del Caribe, y que actualmente sintetiza la Comunidad de Estado y Naciones de América Latina y del Caribe (CELAC).

Afortunadamente este macabro proyecto imperialista "se fracturó por la base social". Las políticas fondomonetaristas provocaron sublevaciones populares en países como Venezuela, Argentina y Bolivia. En Ecuador seis gobiernos fueron derrocados en rápida sucesión por los movimientos político-sociales. "La conmoción de las masas aniquiló a los partidos populistas socialdemócratas o socialcristianos que habían ejercido hegemonías (determinantes) durante casi medio siglo. Esas realidades hegemónicas perdieron las elecciones realizadas y vieron disminuir de manera profunda y contundente militancias y participación electoral. Los puebos afectados por desastrozos tratamientos despertaron y engendraron nuevos liderazgos más esperanzadores y dignificantes de los colectivos.

Los fines del siglo XX vieron el contundente auge de los movimientos sociales: Movimiento de los sin Tierra en Brasil, piqueteros y empresas recuperadas en Argentina, organizaciones ecológicas y etnoculturales en toda la región y Círculos Bolivarianos en Venezuela, zapatistas en México, movimientos étnicos diversoso, Alianza Social continental, (las organizaciones no gubernamentales ambientalistas) en forma de alianzas y organizaciones entre muchos otros, de manera sostenida desbaratan en corto plazo las entreguistas y testaferras estructuras del Estado afianzadas en las tendencias imperialistas neoliberales…

La protesta social se traduce así en renovación política. Organizaciones casi nuevas toman el poder electoralmente con mensajes radicales: protección de la economía nacional"; recuperación o expropiación de empresas explotadoras de recursos naturales; aplicación de los ingresos a la inversión social, con educación, salud y seguridad social para todos, revisión de la Deuda Pública, búsqueda de nuevos mercados entre los que sobresalen los países asiáticos, en especial la China y la India.

Las organizaciones que suceden a los neoliberalismos fracasados son de tendencia hacia el socialismo o afines con él. Se enaltecen los héroes de la Patria y los pueblos ancestrales, de los cuales se toman los acciones ejemplarizantes. De los libertadores se asume el significado de las liberadoras corrientes mirandistas-bolivarianas. Se valoran con justicia los esfuerzos de los pueblos originarios de América Latina y el Caribe. Túpac Amarú y Guacaipuro como familia de luchadores de ascendencia originaria toman vida en las luchas sociales y reivindicativas. Guaicaipuro como expresión de la indianidad es llevado al Pateón Nacional en Venezuela. Por otra parte, de Marx se toma la lucha de clases y la urgente necesidad de impulsar y fomentar la acción revolucionaria transformadora. Con Miranda, Simón Rodríguez, Bolívar, Antonio José de Sucre, Manuela Sáenz, Urquía, Luisa Cáceres, Sandino, El Che, Fidel Castro se activa el antiimperialismo como esencia de la lucha internacional. Y la revolución cubana con su excepcional liderazgo, llevada a cabo por Fidel Castro de asume con claridad y responsabilidad como referente contundente contra los nuevos imperios que persisten como siempre: aplastando, invadiendo, explotando y expoliando sin el menor respeto por el prójimo, dentro del contexto geopolítico.

Sin embargo, se sostiene que el paso al socialismo deba ser la culminación (finiquito) de un desarrollo capitalista extremo. Quedan claros y se asumen las acciones anticonsumistas y aspiraciones de indusrialización propia con tecnologías manejables de manera autónoma con conocimientos autóctonos (desarrollo endógeno de la Revolución Bolivariana). Se tiene claro que nuestro progreso y nuestra prosperidad se debe fundamentar en acciones emancipadoras definitivas que tienen que afrontar en forma contundente al sistema capitalista: consumista y despilfarrador de recursos y de energías por excelencia.

En conclusión: "Todas las acciones están afirmadas en la conciencia ecológica en el sentido de que no hay recursos suficientes en el planeta (Madre Tierra) para que la totalidad de los países imiten el despilfarrador e insustentable desarrollo capitalista, sojuzgador implacable de la Pachamama.

Nuestros pueblos ancestrales nos animan con propuestas relacionadas con el buen vivir y con el impulso y fomento de comunas. Expresa Luis Britto García que en los países con gran población indígena se preconiza el respeto hacia las formas de vida comunitarias tradicionales (ancestrales); se lucha de manera sosotenida por la recuperación de los derechos de los trabajadores; se someten las maquilas a las leyes y derechos laborales locales en las nuevas leyes que impulsan; se instauran iniciativas para el progresivo control social de industrias básicas y estratégicas, evadiendo (y combatiendo de manera frontal) los procesos de privatización de las empresas fundamentales que soportan las economías locales y regionales.

Por otra parte, aunque en forma tímida se intentan sistemas financieros regionales, tales como el SUCRE y el Banco del Sur. Para el momento de su constitución en 2010, el Producto Interno Bruto de toda la CELAC (Comunidad de Estado de América Latina y del Caribe) ascendía a 6,0 6 billones de dólares, lo cual arrojaba un PIB (producto interno bruto) per cápita de 12.001 dólares anuales; esto se considera suficiente para resolver sus problemas de subsistencia, si se lograra un grado apreciable de igualitarismo en la región más desigual del mundo. Así lo expresa Luis Britto García en su trabajo sobre Deuda y Respuesta Social. Pero es obvio, que hay despertar y en consecuencia una sólida disposición para afrontar con determinación el reclamo del pago de las deudas ecológicas, sociale, culturales y políticas por parte de las naciones que formado la constelación de países deudores, que son al mismo las potencias de la Ecosfera en materia de Biodiversidad , de recursos hídricos y de reservas culturales y genéticas

Esperamos, por consiguiente, que los nuevos amagos (intentos) de subyugar nuestros pueblos mediante la figura de sometimiento de los llamados "fondos buitres" (expresión actual de deuda externa) no tenga ningún duradero efecto en nuestras todavía débiles economías, en donde hay plena conciencia colectiva que lo esencial para nuestra regeneración es la unidad de esfuerzos y voluntades de los pueblos y naciones de América Latina y del Caribe.

Por una Madre Tierra y una Patria sanas y habitables para todos y todas y para siempre. Desde Cumaná, Sucre, Venezuela, a los 17 días del mes de diciembre de dos mil catorce (2014).

Fuentes: Simón Bolívar: Páginas escogidas, Monte Ávila Editores Latinoamericana, 144 pp., dic. 2004. Luis Brito García, Deuda y Respuesta Social, 13 de septiembre de 2014 (http://connuestraamerica.blogspot.com/2014/09/deuda-y-respuesta-social.html: 14 de sept., 2014).



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