A pocos días de que culmine el año 2014, resulta complicado no recordar los trágicos sucesos ocurridos en Venezuela, donde las acciones vandálicas producidas por las tristemente célebres “guarimbas” cobraron vidas inocentes, así, como, destrozos a la propiedad privada, la tala de más de 5.000 árboles y la destrucción de carreteras y avenidas con tal de satisfacer el rencor de un “grupito” que sin duda no obtuvo los resultados esperados. Pues ningún gobernador fue deslegitimado de su cargo ni el Presidente Nicolás Maduro abandonó la Presidencia de la República para la cual fue electo por la mayoría del pueblo venezolano. Es decir, la meta política que buscaban no la pudieron lograr. Por eso, la guarimba es una acción vandálica que está muy lejos de lograr resultados políticos exitosos, sino que por el contrario dejaron en evidencia la cara oculta de los dirigentes de este parapeto que se hace llamar oposición.
Es incuantificable el daño moral, psicológico y social que dejaron las nefastas guarimbas. En términos económicos se han realizado estimaciones de pérdidas por alrededor de 15.000 millones de dólares, por destrozos físicos contra servicios públicos, preescolares, escuelas, universidades, vialidad y sistemas de transporte. “Los héroes” protagonistas de las guarimbas, sin duda, obtuvieron antagónicamente a lo que se esperaba, un único premio, el encarcelamiento de quien fungió como su líder y lo peor, el repudio por parte de la colectividad trujillana, de Venezuela y del Mundo, que veía con tristeza como “personas civilizadas” protestaban en “paz” destrozando lo que encontraban a su paso mientras canturreaban consignas opositoras. Es por esto, que acciones terroristas como las descritas, más nunca volverán a suscitarse ni en Trujillo, ni en Los Andes, ni en ningún lugar de Venezuela.
Por otro lado, las encuestas arrojaron un rechazo total de los trujillanos y del pueblo Venezolano a las guarimbas, ubicándolo en un 88 %, es decir, que por cada 100 personas, 88 repudian estas acciones absurdas de desestabilización que mostraron el rostro macabro e inhumano de sus dirigentes que al parecer olvidaron que nuestro pueblo está acostumbrado a dirimir sus diferencias en paz en las fiestas electorales y no trancando vías ni incomodando a sus propios vecinos.
Parece también que quienes dirigen el sector opositor olvidaron que las Revoluciones solamente son defenestradas por otras Revoluciones, pero unas guarimbas distan muchos años luz de eso. ¿Por qué?, Porque les falta lo fundamental, el apoyo popular y las ideas. Por esto, a pocas horas que finalice el 2014, seguro estoy que con él, quedará en la historia para más nunca volver las funestas guarimbas.
