Comprender las leyes de la guerra económica es la base de su derrota

La llamada "guerra económica" desarrollada por el imperialismo en tierras venezolanas, alcanzaron este última semana su cúspide, en vísperas del llamado a paro desde Miami, que hicieran Orlando Urdaneta, Alberto Franceschi y el Vicealmirante en situación de retiro Iván Carratú Molina, quienes a partir de un manifiesto que hicieran público el pasado 14 de diciembre, proponían desde Miami: "establecer una junta Cívico-Militar como Gobierno de Transición, durante el tiempo que aconseje un gran consenso nacional de los ciudadanos y la reconstrucción de la economía y su tejido social". A comienzos de 2014, esa trilogía del mal, asumió unilateralmente, la dirección de la oposición desde los EEUU, trazando lineamientos políticos que a nivel nacional, la mediática burguesa difundía masivamente ante una oposición que se desbarataba en sus contradicciones internas. Desde el primer trimestre del año pasado, comenzaron a hablar de insurrección y oponerse a quienes desde la oposición, tendían puentes al gobierno para dialogar. Así, en su arenga mayamera de marzo 2014 que titulaban "Venceremos", Franceschi enfatizaba: "Si la llamada oposición se puso de acuerdo para unas rutas de marchas tan exitosas pueden convocar el Paro Nacional Político" (www.albertofranceschi.com).

Gobierno de Transición y paro nacional, fueron consignas que poco a poco fue posicionando la mediática burguesa. Así, en boca de María Corina, dirigentes de la ultraderechista Voluntad Popular y hasta al "tigre" Eduardo Fernández, le escuchamos hablar sobre ese tema. El vacío dirigencial, en la oposición, comenzaba a ser llenado por los más extremistas, los mismitos que los embarcaron en la fracasada aventura golpista de "la salida". A finales de 2014, el imperio de los EEUU, como cabecilla de la oposición, pudo palpar la debilidad en que se encontraban sus agentes en territorio de Bolívar y Chávez, no escatimó esfuerzo alguno, en involucrarse directamente en la confrontación, de allí las famosas sanciones a funcionarios públicos por supuesta violación de los derechos humanos, sin que se sepa con certeza quiénes son los fulanos funcionarios o funcionarias, dejando abierta esa opción a que cada medio de comunicación, coloque su propia lista según sus gustos o más bien disgustos, con tal o cual funcionario o funcionaria. Añadiendo a las fulanas sanciones, su exigencia de liberación de su agente mas connotado, al menos durante el primer semestre del 2014, Leopoldo López.

Si en lo político, lo destacado era la entrada en escena del propio Obama, del propio emperador y del senado imperial; en lo concretico, era el incremento de las operaciones de guerra en territorio de ultramar, incrementando el malestar entre la población venezolana, el ocultamiento de los productos esenciales para la alimentación, su salud e higiene, del pueblo venezolano, que desaparecían de los anaqueles de los supermercados y demás redes de distribución pública y privada. Aunado a ello, se añadía a la guerra interna, un elemento externo que, para los más despistados, le llevarían a pensar que la cosa era más bien con Putin, con la hermana República de Rusia; su desestabilización, mediante la reducción de sus ingresos petroleros. Sin constatar, que Venezuela, es la primera reserva petrolera del planeta y, la reducción de sus ingresos petroleros también le afecta tan o más que Rusia, habida cuenta, que no gozamos de una industria tan desarrollada como Rusia, lo que nos hace más vulnerables, no por ello, menos fuertes.

La utilización de mercenarios surgidos del propio pueblo, como es el caso de los buhoneros, es un factor a considerar y no menospreciar en las tareas de operaciones para contrarrestar al enemigo de clase. La SUNDDE, los ha convertido casi que, en intocables, bajo el chantaje de considerarlos pueblo, inhibiendo su accionar y la aplicación, con mano dura, de la Ley de Precios Justos, lo que les ha restado credibilidad ante el pueblo patriota y revolucionario. Por otro lado, la reunidera con la burguesía, los mismos que, una vez salen de Miraflores, se dirigen a sus entidades de trabajo a conspirar contra el Gobierno que los recibe de manos abiertas, fraternalmente; es otro factor que conspira contra la credibilidad del Gobierno, ya que esas acciones de excesivo diálogo, en oportunidades previas, dejaron la puerta abierta a excesivas concesiones que se manifestaron en incrementos de precios que afectaron negativamente los ingresos de nuestra población, para complacencia de la burguesía. Estas actuaciones de las fuerzas de la Patria, desmoralizan y tienden a generar descontento en nuestro pueblo patriota que ve en esas acciones, formas sutiles de capitulación ante los enemigos de la Patria. Por lo demás, originan el espejismo entre la dirigencia revolucionaria del "no estar ocurriendo nada", "no hay desabastecimiento", ejemplo de ello, fue el pasado fin de semana, donde la aventura golpista casi que se concreta, ante la somnolencia de la dirigencia gubernamental distraída en sus reunideras en Miraflores.

Esta última ofensiva imperialista es, quizás, la mayor ejercida entre las realizadas una vez derrotada "la salida", tanto, que la sombra de un Capriles fenecido ha resucitado entre sus cenizas a convocar al pueblo oposicionista a movilizarse: "Yo invito a nuestro pueblo a la movilización. Sí, este sí es el momento de la movilización de calle, es el momento de expresar lo que sentimos, es el momento de presionar para que en este país haya de una vez por todas los cambios que queremos la mayoría de los venezolanos" (EFE, 12-01-2015). Un segundo aire, pareciera haberles llegado de la mano de los dueños de supermercados, farmatiendas y demás comercios embarcados en la conspiración para provocar un supuesto "sacudón", el cual les permitiría escalar situaciones hacia una supuesta insurrección cívico-militar, más, esto último que lo primero. Un escenario de guerra abierta que le permitiría, al imperio de los EEUU, intervenir más abiertamente en nuestro territorio independiente.

Clausewitz, definía la guerra como la continuación de la política por otros medios; medios violentos, precisaba Lenin. Quedaba así, establecida una relación entre guerra y política. La guerra, es una forma de expresión de las relaciones sociales, cuya lógica o contenido está inscrita en las relaciones entre los estados, pero que el marxismo ubicó, por carácter transitivo, en la formación de clase de la sociedad. La guerra, decía Clausewitz, debe ser contemplada como parte de un todo, y ese todo es la política, cuyo contenido, para el marxismo, es la lucha de clases. La guerra económica, es una expresión de la lucha de clases, agudizada lucha de clases que vive la sociedad venezolana. Trotsky, por su parte, decía que la guerra, sobre todo, la guerra civil (donde quedan suspendidos los lazos morales entre las clases), como su forma más cruenta, debía pelearse ajustándose a sus propias leyes so pena de sucumbir. Señalaba, que la guerra es lo más antihumano que hay, independientemente de que hay guerras justas e injustas. Y, entre las guerras justas, colocaba aquellas que se originan en las necesidades e intereses de los explotados y oprimidos, inevitables si se quiere acabar con la explotación del hombre por el hombre; de ahí, que el socialismo revolucionario, no sea practicante del pacifismo en abstracto.

Nuestro Comandante Infinito Hugo Chávez, quizás por su formación militar, vislumbró con mayor nitidez esta política imperialista de caso económico y siempre nos advertía: "la medida es importante en año electoral, por cuanto la especulación podría ser utilizada para dañar al Gobierno". Igualmente, en alguna otra oportunidad, nos advertía sobre la actuación de los banqueros: "Estatizaré aquel grupo financiero al que se le demuestre vinculación (financiamiento) con actividades subversivas contra el Gobierno nacional, ordené a Elías Jaua que se reúna con los banqueros para cantarles la verdad, para que después no anden llorando "Chávez me quitó el banco". En una guerra, no se puede estar con medias tintas, o se está en guerra o no se está. Concientizar esa situación, reclama de medidas revolucionarias y duras contra el enemigo de clase: el imperialismo y sus lacayos en territorio patrio. La unión cívico-militar, es la fórmula perfecta para derrotar al imperialismo y sus políticas y políticos del caos económico. El accionar a lo interno de las fuerzas patriotas, lo llevo a ser duro en sus mensajes: "Yo asumo mis culpas, pero cada quien que asuma las propias y, repito a los que trabajan conmigo les ofrezco mi corazón y esta mano de hierro, desde ti Nicolás para abajo, no tengo más opciones. […] cuenten con que en esta etapa voy a ser sumamente duro con mi propia gente, más duro de lo que he sido nunca antes jamás aquí y creo que en toda mi vida". Tenía bien claro –nuestro Comandante- los objetivos estratégicos: "la formación socio-económica que todavía prevalece en Venezuela es de carácter capitalista y rentista", y, para transformarla y con quien, esa realidad, el Comandante se proponía avanzar con un "Poder Popular capaz de desarticular las tramas de opresión, explotación y dominación que subsisten en la sociedad venezolana", para "pulverizar completamente la forma de Estado burguesa que heredamos […] y darle continuidad a la invención de nuevas formas de gestión política".

Chávez, tenía claro el papel que la disuasión juega en toda guerra contra el oponente de clase: "No te equivoques Mendoza, porque te vas a quedar, si te equivocas, sin el chivo, sin el mecate. Es una sana recomendación que te doy, señor Mendoza, que has vuelto por los caminos de las conspiraciones y ahora manipulas a los trabajadores" y en el mismo acto, disparaba sus cañones hacia Fedecámaras, Consecomercio y Cavidea, advirtiéndoles: "guerra es guerra compadre, después no se estén quejando", dirigiéndose -de inmediato- a los aliados naturales de la Patria: "Invoco a la verdadera clase obrera venezolana a la guerra económica contra la burguesía". 2010, fue el año que nuestro Comandante Chávez concientizó en su pueblo la guerra económica. "Burguesía apátrida (...) me han declarado la guerra económica, pues me declaro en guerra económica y llamo al pueblo y a los trabajadores". Burguesía contra pueblo y, entre el pueblo, centró en los trabajadores y trabajadoras de la Patria, la vanguardia de esa batalla. Lo hacía Chávez, en medio de una situación económica nada gratificante para el país, que sufría de contracción económica.

Unidad cívico-militar, el pueblo trabajador a la vanguardia de la batalla, nacionalización y expropiación de los bienes del enemigo de clase, movilización popular permanente contra la burguesía y el imperialismo, ofensiva permanente contra el enemigo de clase, he allí las claves que siempre empleó nuestro Comandante Chávez contra la guerra económica, declarada por el imperialismo y la burguesía parasitaria contra nuestro pueblo. Conjunto de acciones, que bien pudiéramos darles el concepto de leyes revolucionarias para derrotar las políticas de caos económico, implementadas por el imperialismo en los países que no le son sujetos a sus dictámenes de sometimiento. Esas políticas, que hoy extraña el pueblo revolucionario en la gestión gubernamental del camarada Maduro y que, aspira volver a ver puesta en práctica para un relanzamiento de nuestra Revolución Bolivariana. Solo así podremos afirmar, que este año, como lo ha señalado el Presidente Maduro, será el año de la derrota definitiva de la guerra económica…



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Henry Escalante


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