El imperio y la derecha no perdonan la lealtad a Chávez

El largo y criminal brazo del imperio no perdona a quienes le fueron leales al Comandante Hugo Rafael Chávez Frías, en vida y luego de su viaje infinito. Las listas vinculándolos a diferentes actividades criminales facilitadas por la oligarquía apátrida y golpista son extensas y selectivas, dirigidas a golpear a los puntos fuertes de la revolución.

Desafortunadamente para los leales al Comandante Eterno, pareciera que una sombra vengadora les persigue y hasta dentro del mismo proceso encuentran tropiezos y soledades, que llaman a reflexión y a la necesidad de poner en claro ciertas situaciones que generan ruido en las filas de la revolución y que deben tener respuesta para evitar que la derecha se aproveche de ellas para alimentar rencillas que pudieran degenerar en peligrosas grietas para el proceso, que tiene enemigos endógenos y externos, que a cada instante sacan las uñas, para dar zarpazos.

De estas circunstancias se nutre la maledicencia imperialista para emitir descargar al psique del pueblo destinadas a generar miedo y angustia, caldo de cultivo para obtener reacciones desesperadas, que en un momento dado pudieran poner a “pasar aceite” a la revolución bolivariana, que debe hacer esfuerzos por reagrupar a quienes fueron hombres y mujeres de confianza del Comandante Hugo Chávez. Deseamos que sean percepciones equivocadas, pero que quienes nos conocen por nuestras inquietudes comunicacionales, se nos acercan para comentarnos y solicitarnos alguna orientación, que algunas veces, les comentamos para aliviar esa angustia, que son procesos normales y que todos somos un solo equipo, desde el presidente de la república, hasta el último activista comunitario.

Pero el pueblo es sabio y siempre saca sus conclusiones, aveces maliciosas y sin muchos rodeos nos las lanza a la cara cual torta de cumpleaños. Las interrogaciones más frecuentes y comentadas, en las cotidianas colas que se forman en diferentes parajes de la ciudad a las puertas de automercados, son: ¿Porque salió Rafael Ramírez de PDVSA, donde dio todo su empeño y entusiasmo hasta el último minuto en su cargo y donde el pueblo lo percibió como ejemplo de honestidad, trabajo, constancia y lealtad a la revolución? ¿Porque lo desaparecen por allá bien lejos y no se habla más de él? Solo la derecha aduladora del imperialismo lo menciona, para venderlo al pueblo como corrupto y ahora como narcotraficante. No le perdonan a Rafael Ramírez, la mano dura dentro de PDVSA, para rescatarla y devolverla a sus legítimos propietarios, todos los venezolanos. No le perdonan, aquella sentencia que dió  origen a lo que luego fue una consigna del chavismo de “Rojo, rojito”, cuando en una reunión con la gerencia a quienes exigía lealtad al comandante y al país dijo: “Aquí tenemos que entender que PDVSA es roja rojita y quien no lo entienda así, se va o se lo hacemos entender a los cipotazos”. Palabras, más, palabras menos, pero es la calidad revolucionaria de Rafael Ramírez, forjado desde chamo en los movimientos duros de los 80. Igualmente preguntan, ¿Porque Eduardo Samán, después de darlo todo, incluyendo su existencia que estuvo en peligro cuando le hicieron un atentado fue apartado del escenario gubernamental y sometido al ostracismo? ¿Que ha pasado con el General Rodríguez Torres, el hombre fuerte que durante los cuatro meses de guarimba, ni siquiera dormía y que pese a tener las manos atadas legalmente por no poder usar la fuerza necesaria para someter a los mercenarios de ocupación que nos lanzó el imperio, derrotó a esa conjura? ¿Porque perdimos e ignoramos al profesor Jorge Giordani? ¿Donde está el profesor Vladimir Acosta, que tantos aportes daba a la población revolucionaria, con sus clases de historia y de sabias reflexiones a través de los canales de la TV del Estado? ¿Donde está el Almirante Diego Alfredo Molero Bellavia, que durante su estada al frente del Ministerio del Poder Popular para la Defensa, demostró un liderazgo singular y de clara defensa del legado de Chavez?¿Que ha pasado con el doctor Héctor Navarro Díaz, otro hijo predilecto de Chávez, excluido del escenario del mando en la revolución bolivariana?¿Mario Silva, que tanto aportó a la guerrilla comunicacional contra la guerra de cuarta generación comandada por la derecha, cancerbera del imperio en Venezuela? Ana Elisa Osorio, médica combativa, que estuvo en primera linea en el rescate del Palacio de Miraflores el 13 de abril de 2002? Esas son preguntas que aun cuando nos resultan incómodas cuando nos las hacen en la calle, son valederas, pero que debe ser el alto mando de la revolución quien de respuestas para generar confianza, por aquellos que dijo el matemático Claude Shannon: “La información es un dato reductor de incertidumbre”. Estamos en el momento preciso para hacer uso de esta herramienta para hacer frente al golpe continuado, que cada día se endurece y requerimos de la unidad nacional. Requerimos de la claridad de nuestros compatriotas y de reducir esa incertidumbre, que conduce a la angustia y al miedo, condimentos que al fusionarse pueden generar respuestas inconscientes.

Camaradas es momentos de potenciar el uso de la información al máximo, para llevar tranquilidad al pueblo, que entre colas para obtener artículos de primera necesidad y otras dificultades, en que nos pone a prueba la derecha con su guerra económica, es victima de los manipuladores y operadores del golpismo fascista en el país, que siembra la cizaña, de que:  “Murió Chávez, el chavismo se pulverizó”. Volvamos a la unidad de cuadro cerrado y protejamos a los perseguidos por las mafias  de la oligarquía y la derecha internacional. Hay que tener en cuenta que el imperio y la derecha no per4donan la lealtad a Chávez. Periodista* CNP 2414  [email protected]



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Cástor Díaz

Periodista CNP 2414

 cd2620@gmail.com

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