Por ahora en la calle. Y por siempre también

Lo que vivió un estudiante de teología, con aspiraciones a ser sacerdote de la comunidad de los Padres Eudistas (San Juan Eudes). Para dedicarse a las misiones dentro de los barrios, zonas campesinas e indígenas. La otra característica era la formación de otros sacerdotes comprometidos con la clase mas necesitada. La teología asumida para este momento, era la teología de la Liberación:

El domingo 26 de febrero de 1989 por la tarde noche, nos preparábamos para recibir a Eduardo Ortiz (sacerdote jesuita) y a José Vicente Rangel, para una conferencia sobre la DEUDA EXTERNA DE VENEZUELA. Todo esto sucedería en la Casa San Gabriel de los Padres Eudistas, carretera vía la Tahona con llegada a la población del Hatillo. Los estudiantes de Filosofía y Teología aspirantes a sacerdotes planificaron este foro. La inquietud de nosotros los jóvenes para ese tiempo, era netamente social. Nuestro contacto directo con los barrios caraqueños nos hacia sensible a la situación de pobreza que se estaba viviendo. Las cifras hoy por hoy no recuerdo. Solo me quedó una afirmación de Eduardo Ortiz: "cada latinoamericano al nacer, y en su primer respiro debía 6 dólares". Esta afirmación bien sustentada, me desencajó por completo. Se me nubló corazón y mente. El ánimo que teníamos el grupo de Teólogos, de ir al día siguiente para Boca de Uchire a pasar una semana de playa, se vino todo abajo.

Estando compartiendo la cena con los invitados del Foro (Eduardo Ortiz y José Vicente Rangel), escuchamos y vimos el resumen del noticiero donde Miguel Rodríguez (Ministro de CORDIPLAN), exponía una serie de medidas económicas. Reconozco y acepto que no entendía nada lo que significaba esa imposición del plan. Solo entendí para ese momento que la gasolina y el transporte subían de precio. Pero al terminar de escuchar el Ministro Rodríguez, Eduardo Ortiz murmuró entre dientes: "Nos Jodimos. CAP acaba de sentenciar la muerte de toda una nación". Menos comprendía.

De todas todas, nos fuimos a la playa.

4:50 am salida de Casa San Gabriel para Boca de Uchire. Íbamos en tres carros. Todo avanzaba con toda normalidad, hasta que fuimos llegando a Guarenas. Mucha gente caminando por la autopista, y alguna que otra cola después del túnel. Ya en Guarenas, el tráfico era más complicado, desordenado, carros en reversa y saltadera de isla en la autopista. Como conocedor de esa población (teníamos un grupo de jóvenes católicos en Trapichito y el Molino), fuimos buscando las calles que nos colocaran cerca de un sitio donde pudiéramos contactar con nuestros muchachos. Por fin logramos estacionarnos cerca del terminal de pasajeros de esa ciudad (epicentro del guarenazo). La gente desde las seis de la mañana ya incomoda por la subida del pasaje, se negaban a dejar salir del terminal las camionetas y autobuses a la ciudad de Caracas. Todo era muy confuso. Pero como pólvora las demás poblaciones: caucagua, santa lucía y otras hacia el oriente del país, trancaron las vías.

El Guarenazo: estando en Guarenas, viviendo de cerca las discusiones entre pasajeros, autoridades (policías), y dueños de busetas-autobuses pensaba que todo se resolvería a media mañana. Esperanzados con esto sacamos nuestras comidas para desayunar. Cuando de repente comenzaron a llegar a la bomba de gasolina cerca del terminal, muchachos heridos por perdigones. De manera simultanea un incendio cerca del centro comercial donde funcionaba el Central Medeirense. Las cosas cambiaron en fracciones de segundo. Nosotros como no éramos de ese pueblo-ciudad, comenzamos a buscar la forma de salir y regresar a Caracas. Mientras nos poníamos de acuerdo, comenzamos a ver y escuchar gritos de SAQUEO. Qué es eso? Ahí mismo comenzamos a entender al ver la gente cargando mercancías y llevando todo para las casas y edificios cerca de la Terminal de Guarenas. Ya era el inicio, era el despertar de un pueblo. No había líderes. Enseguida tomamos la decisión de regresar a Caracas. Subimos por barrio el cual nos llevaría costeando la montaña, para luego bajar por otro barrio de Guarenas que nos llevaría a la Carretera vieja Caracas-Guarenas. Antes de encontrar esa intersección, al bajar veíamos con asombro y risa la gente subiendo con pedazos de copetes de cama, colchones, ventiladores, hasta un pez congelado (atún). Al fin encontramos la carretera vieja hacia Caracas.

Inicio del Caracazo, consecuencia del Guarenazo

No hay hora exacta del inicio de los saqueos en Caracas. Lo que si puedo certificar que a las ocho y media de la noche, los policías de Baruta, con megáfonos estaban ordenando, organizando a la gente que estaba saqueando. Por supuesto que los mismos policías se llevaban grandes cosas, ya que traían las camionetas y patrullas para montar colchones, maquinas de soldar, televisores y otras cosas que no recuerdo bien. Un policía que era el papa de una alumna de mi catecismo, a los días me dijo: "ayudamos en el saqueo porque nos debían tres meses de pago, y nos debían los aguinaldos". Me imagino que en el centro de Caracas también pasaba lo mismo o peor. Solo pudimos llevarnos un saco de azúcar para la casa de Formación en San Gabriel La Tahona. Al llegar a la casa veíamos por la tele, todo lo que estaba pasando. Un estallido incontrolable. Toda una noche de saqueo por parte de la población y la policía no pudo hacer nada. Los mismos agentes policiales se confundían con los saqueadores.

Decisión de CAP: el Martes 28 de febrero: aplicar el Plan Ávila. Toque de queda. Suspensión de las garantías constitucionales. Lanzar el ejército a la calle y masacrar al pueblo. Alejandro Izaguirre Angeli, Ministro de Relaciones Interiores, en cadena nacional no aguanta sus declaraciones, y en vivo se retira con mucha vergüenza que no podía decir eso. Luego aparece Ítalo del Valle Alliegro (Ministro de la Defensa) aplicando la suspensión de Garantías (toque de queda) Era el enfrentamiento de unos soldados armados con armas automáticas y de largo alcance contra un pueblo lleno de rabia buscando que comer, que beber, con que arroparse… "Ya basta de que los ricos tengan y coman de todo, y nosotros viendo al otro disfrutar y reír en nuestras propias narices". Afirmación de padre de familia del Barrio Santa Cruz del Este, detrás del centro comercial concresa.

La noche del martes, nosotros en casa escuchando las ráfagas de metralla en el barrio las minas de Baruta, santa cruz del este y ojo de agua. Unos de los nuestros oraban en la capilla, otros desesperados por ir al barrio.

Dia Miércoles

La alta jerarquía de la iglesia católica, liderado por monseñor Alí Lebrún (era el Cardenal para ese entonces), haciendo un llamado al pueblo venezolano a que por favor que no siguiera con la violencia. Que la violencia genera más violencia. Ya un poco mas calmado todo el equipo de teólogos de los eudistas, pudimos analizar este mensaje del Cardenal. Bueno era la expresión más nefasta de una iglesia clasista, farisea que bendecía las municiones que asesinaron a más de 3.000 venezolanos, incluyendo la masacre en el callejón de salida del retén de Catia.

Violencia engendra violencia:

No es, ni será el momento de quién comenzó primero. Lo que si puedo afirmar es que desde que nos descubrieron, perdón desde que nosotros le comenzamos a dar sentido a sus vidas, nos han pagado con bofetadas, violaciones, inoculando enfermedades, trayendo ratas en sus barcos…; afirmo que: "las ratas y los españoles llegaron el mismo día a nuestro continente". Si obviamos 466 años y caemos al 23 de enero del 58*, para ese entonces todo el empuje y lucha por una autodeterminación como pueblo, fueron violadas, mancilladas, traicionadas por el pensamiento neoliberal de derecha oligarca que jamás ha querido ver felices a los desposeídos y marginados de la historia. Traicionados desde antes que muriera el Libertador Simón Bolívar. Asesinado Sucre en Berroecos, Zamora el cara e cuchillo asesinado y la revolución de tierras y hombres libres, nada que ver. Al olvido y pa´tras. El cabito, Arévalo Cedeño, Pedro Pérez Delgado (Maisanta), Nicolás Hurtado Barrios, Medina Angarita, Jorge Rodríguez (padre), Fabricio Ojeda, y otros mas que anónimamente lucharon por conseguir y hacer valer la dignidad como se humano. Los años 60, 70, 80 y gran parte de los años 90 fuimos invadidos y violentados por los grandes medios de comunicación social. Me refiero específicamente para estas décadas al medio televisivo. Donde y durante 24 horas al día éramos bombardeados por la abundancia la cual nunca llegábamos a sentir, ver oler ni tocar. Apenas un 15% tenia acceso a esos bienes que mostraba la televisión. Telenovelas rosas, donde una joven pobre era enamorada por un joven rico y al final resulta que la muchacha era hija de un ricachón, producto de un desliz con una sirvienta. Propagandas donde los dueños de tarjetas de créditos si podían obtener los pases y el disfrute de las grandes instalaciones lujosas de la Venezuela saudita. Es decir todo esa violencia recibida a través de ese medio televisivo, se rebotó un pueblo cansado de mirar a otros disfrutar con sarcasmo aquellos que se nos arrebataba a diario. La gente del barrio, fue el primero en tomar la calle, seguido de aquellos que estaban cayendo en situación de pobreza. Hubo una identificación simultánea de todos con todos. Quién no se identifico?: el rico. Es decir ese mantanuaje que por siglos repitieron lo mismo que los españoles y aquel criollo que no aceptó jamás que los pardos y orilleros se igualaran a él. Así que desde esta reflexión le decía para ese momento a aquel cardenal Mons. Ali Lebrún: "por Dios, no siga defendiendo a la clase que siempre lo ha violado, y de paso está asesinando al pueblo venezolano".

Cuantos muertos hubo para estos días? No sabemos. Y tampoco queremos saberlo. Que la PESTE lo diga y lo grite. Que lo digan los familiares de los desaparecidos. Y mataron al catire Acosta Carles. Chávez enfermo con lechina o sarampión. Quiénes son estos? Desconocidos por todos. Pero ahí "se juntó el hambre con las ganas de comer". Era la chispa para que se encendiera el alma de los verdaderos patriotas, era el halito para que resurgiera y despertara esta revolución que estamos construyendo bajo la mirada atenta del comandante Eterno y supremo Hugo Chávez Frías.

@rasapasil



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Raúl Samuel Parra

Lcdo. Filosofía y Letras (UCAB). Magister Metodología de la Investigación (USM) Doctor en Ciencias de la Educación Universitaria (UCV). Trabaja en la Oficina de Coordinación Territorial (OCT) del MPPEUCT. Es miembro del Consejo de la Comunicación Popular de Guárico.

 rasapasil@gmail.com

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