Retomo la pluma eufórico, motivado y convencido, el Gigante Chávez NO se equivocó en haber escogido a Maduro para continuar su obra y legado. Seguimos y Seguiremos teniendo Patria.
Estamos observando cómo han venido creciendo los "conflictos entre los sistemas" (diferencias ideológicas entre dos Estados, es decir entre los modelos de desarrollo capitalistas y socialistas), y recalentado las relaciones EEUU y América Latina, particularmente con Venezuela. Pero de igual forma, las pretensiones de supremacía por parte de EEUU en América Latina han conducido a "conflictos de hegemonía" ("hegemonía histórica", cuasi colonial y "hegemonía actual", por pretender mantenernos como patio trasero). El conflicto es en todos los casos expresión de la no aceptación de la "pretensión hegemónica", es decir, la "hegemonía potencial" de la potencia militar regional-mundial más fascista y terrorista que ha conocido la humanidad.
A toda esta creciente conflictividad la pretenden aderezar ahora, con un litigio fronterizo, que en parte pudiera ser debido a "exigencia hegemónica-imperial, que conduciría a un "conflicto territorial" entre naciones hermanas. Conflictos estos últimos, que en los años de este milenio, habían venido disminuyendo en la América Latina por la avanzada integracionista que impulsó el Gigante Chávez, durante su fugaz pasaje terrenal.
La promoción de guerra entre países hermanos - limítrofes ha sido una de las estrategias imperiales para dividirnos y someternos; elemento que por demás ha justificado intervenciones militares "por los torce brazos destinados por la providencia a plagarnos de miserias en nombre de la justicia". Además de ser aliento para impedir la integración de la América Latina y del mundo.
Veamos algo de historia. La reactivación de la reclamación venezolana sobre el territorio Esequibo en 1962, fue producto de la presión de Estados Unidos, en su interés por desestabilizar el gobierno del primer ministro de la entonces Guayana Británica, Cheddi Jagan, a quién estigmatizaron por ser comunista. Entonces el Gobierno de EEUU, desarrolló la llamada No second Cuba policy, que se convirtió en el eje central de la política exterior norteamericana hacia la América Latina y el Caribe, durante buena parte de la década de 1960. Washington puso sus ojos sobre Guyana, pues tenía las características de una potencial "segunda Cuba", entonces.
En el año 2000, ante el avance indetenible de la Revolución Bolivariana con sus banderas independentistas-antimperiales y liderada por el Gigante Comandante Chávez, hubo un impasse con la vecina Guyana, cuando EEUU se planteó el "desarrollo de un proyecto aeroespacial" con la firma estadounidense Becd Aerospaces Technologies viéndose esta última forzada a cancelarlo, ante la negativa de Venezuela que el proyecto se llevara adelante en el territorio en disputa. Podemos asumir entonces que, el gobierno de Guyana cómplice hoy, es la imagen en espejo de Colombia en la determinación hegemónica, recolonizadoras e imperial de EEUU, para retomar el control de la reserva petrolera venezolana; que no sé, si funciona esta nueva escaramuza diplomática, como trapo rojo o como cabeza de playa para una nueva excusa, que permita la intervención militar a Venezuela por los yanquis, ante un eventual conflicto bélico con la vecina anglo parlante.
No podemos olvidar que EEUU ha emprendido los más grandes despliegues de fuerza militar en las Américas en el siglo veinte, incluidas sus ocupaciones militares de varios países vecinos al sur, como son los casos de la intervención en la revolución mexicana a principios del siglo veinte, más recientemente, la invasión de Panamá en 1989 y la ocupación militar de Haití en 1994.
Imposible dejar de alertar a Venezuela y el mundo, ante las infelices y peligrosas declaraciones (23/02/15) del vasallo imperial, el sur coreano Ban Ki-moon, quien allanó el camino a las pretensiones para globalizar el terrorismo de estado a los EEUU, cuando aseveró que "la soberanía de los Estados no puede frenar a la comunidad internacional a la hora de actuar para prevenir conflictos o proteger a la población víctima de uno". La sed de petróleo es una buena razón. … NO VOLVERÁN.
