Algunas veces ante una situación dada, sea problemática o no, se busca actuar sin hacer previamente un pertinente y necesario enfoque, en donde se aprecien con objetividad los factores y variables que rodean, influyen o generan determinada situación. Hago esta pequeña introducción como base teórica necesaria para desarrollar el tema económico que a continuación presentaré.
Nuestro querido país está actualmente afectado por un problema en la economía que pudiera considerarse de gran impacto. La tasa de inflación interanual ha crecido en los últimos cinco años de manera considerable.
Ahora sentimos como mes a mes se incrementan los precios de diversos productos y servicios, esto también obedece a un fenómeno especulativo, a la práctica del contrabando de extracción en nuestras fronteras y a las previsiones de consumo familiar que se traducen en muchos casos en el incremento de los inventarios.
La distorsión del mercado de oferta y demanda está siendo afectada por la nociva práctica de la reventa de bienes en un mercado caracterizado por la escasez que alimenta la especulación. Esa reventa se ha traducido (con el consentimiento del consumidor) en una actividad económica muy lucrativa que arrastra a parte de los mismos funcionarios responsables de establecer y mantener los controles legales correspondientes.
Ahora bien, todo este análisis ha de realizarse para potenciar soluciones y correctivos, pero resulta que las dificultades económicas están seriamente influenciadas e incrementadas por una profunda crisis moral que permite en la sociedad la pérdida de valores como la honestidad, el trabajo, la solidaridad, la lealtad y que hacen que, tanto explotadores o especuladores y explotados o especulados, hayan decidido aceptar de manera silenciosa este yugo y diariamente se practica en todo el país una especie de círculo perverso en donde predominan los antivalores.
Debemos también considerar que hay una gran influencia de factores y actores nacionales y extranjeros que han desarrollado estrategias desestabilizadoras en el sistema económico venezolano y que ha sido llamada por nuestro Presidente Nicolás Maduro “Guerra Económica”.
Todas estas acciones desarrolladas por grupos económicos de poder han causado serias consecuencias en el sistema financiero y en la productividad nacional que, sin duda, buscan como principal objetivo derrumbar el proyecto Bolivariano iniciado por nuestro querido Comandante Supremo Hugo Chávez, mediante la creación de intolerables niveles de desabastecimiento que conlleven a una explosión social con sus consabidos resultados políticos.
Todos estos elementos contribuyen a que hagamos el enfoque correcto y tomemos las acciones acertadas que contribuyan a mejorar la situación y podamos avanzar en medio de la tempestad. Recientemente, y una vez más, en el Gabinete Regional de Gobierno, además de la reflexión necesaria, solicité a los diferentes directores, presidentes de empresas e institutos que actuaran con la debida celeridad para reducir en las ejecutorias gubernamentales el impacto de la crisis. Para ello debemos, no solo reducir los tiempos que implica una aceleración de los procesos, sino aplicando la economía de escala en los procesos de adquisiciones, mejorando los métodos de atención y respuesta al pueblo, aplicando las 3R e impulsando la motivación en el equipo de trabajo.
En tiempo de dificultades económicas debemos cambiar las estrategias y reinventarnos, apartando los viejos esquemas. Las limitaciones son para superarlas, no para rendirnos ante ellas. Esta reflexión aplica no solo al Gobierno, sino también al sector privado y hasta la familia. Busquemos, con creatividad y perseverancia, las iniciativas que nos conduzcan al éxito.
prensagobiernodetrujillo@gmail.com
