La observación acuciosa, analítica y en profundidad nos ha permitido a este servidor y a un conjunto de compatriotas y camaradas acertar en la mayoría de los casos, sobre escenarios y hechos que posteriormente se han venido suscitando, no en balde, dimos una aproximación cercana a la realidad sobre la agenda que está manejando y ejecutando los sectores de la derecha para este mes de junio.
Y es que una de las cosas que se está implementando y como parte de la vanguardia para la desestabilización guarimbera y golpista tiene que ver con el desangramiento de nuestra economía a través de logias digitales como Dólar Today. La espiral especulativa e inflacionaria está totalmente desatada y el Gobierno Bolivariano no ha logrado tan siquiera contener estos flagelos, que han sido uno de los combustibles fundamentales del descontento de la mayoría de nuestro pueblo.
Pero justo es reconocer que los ataques que en lo económico-financiero nos están realizando, para aumentar las dificultades que ya de por sí estamos atravesando, no tendrían el éxito que han tenido, si dentro de las estructuras del Estado Venezolano, no existieran altos funcionarios altamente implicados en estos desangramientos que nos están realizando. Creo que es muy importante que el Presidente Nicolás Maduro debería meter la lupa y revisar su Gabinete Económico.
Resulta inconcebible e inaudito que el precio del denominado dólar paralelo sea determinado por las transacciones que se realizan en la frontera colombo-venezolana. Que el “dólar cucuteño” sea el que esté determinando esta espiral inflacionaria, porque lamentablemente este dólar paralelo está siendo utilizado como indicador de nuestra economía, pero eso tiene un por que que pasamos a explicar a continuación.
En buena medida, este cambio fronterizo entre Colombia y Venezuela se lo debemos agradecer, y la palabra agradecer la empleo en el sentido sarcástico más no literal del término, a gobiernos como el de Jaime Lusinchi y Carlos Andrés Pérez II, quienes en aras de ese incentivo del comercio bilateral con Colombia, se establecieron infinidad de convenios en materia comercial, que entre otras cosas, si se sacan productos de acá de Venezuela hacia Colombia, no pagan impuestos, o si los pagan, las sumas son totalmente risibles, además de establecer sistemas de cambio preferenciales fronterizo. Políticas de Estado como esas, están siendo utilizadas para agredir a la Patria de Bolívar y Chávez.
En segundo lugar, fue que no nos preparamos realmente para afrontar esta agresión. Sin desmeritar la necesaria preparación que debemos tener en lo concerniente a la seguridad y defensa de la nación, como lo es con la realización de ejercicios militares, y el entrenamiento y uso de los fusiles y demás armas de nuestra Fuerza Armada Nacional Bolivariana, porque esperábamos la inminente invasión de los marines estadounidenses, pero resulta que el enemigo nos planteo la batalla en otro terreno y bajo otras formas. Esas otras formas tienen que ver con golpear el estómago de los casi 30 millones de personas que habitamos en esta República Bolivariana de Venezuela, negándonos no sólo el alimento, sino el acceso a bienes y servicios esenciales para nuestra calidad de vida. El enemigo estudio muy bien esto y supo por donde golpearnos.
Convengo en la tesis del economista Manuel Sutherland, a quien agradezco a él y a los compañeros y compañeras de la Asociación Latinoamericana de Economía Marxista y el Centro Internacional de Formación Obrera (ALEM-CIFO), al igual que al compañero y camarada Paulino Nuñez, por el envió de unas extraordinarias ponencias, donde echan por tierra las tesis de la Guerra Económica. Esto es así, porque realmente de sectores del Gobierno Bolivariano se le han entregado divisas a estos “chacales” económicos, las cuales se han robado sin traer los productos que realmente necesita nuestro país y para la satisfacción de las necesidades de nuestro pueblo. Pero peor aún, y como lo señalo Paulino, están saqueando nuestras divisas, nuestros recursos energéticos, nuestras riquezas, dejando de percibir cerca de 20 mil millones de dólares que bien pueden contribuir a la satisfacción de nuestras necesidades más elementales, porque el plan evidente del imperio es destruir a un Estado-Nación como lo es la República Bolivariana de Venezuela.
Debe haber una profunda Revolución en nuestra economía. No hay que ser un sesudo analista para darse cuenta el agravamiento de la situación y la insostenibilidad del modelo rentístico petrolero en nuestro país. Maduro debe estar claro con esto, y parar esta sangría cuanto antes. Si no es así, es altamente probable que el Presidente no pueda terminar este año 2015, y sé porque estoy haciendo esta alerta y necesaria advertencia.
Uno de los escenarios que manejo, es que hay sectores desde las sombras, que quieren que en nuestro país se dé el escenario de Argentina en el año 2001. Escenario donde se dio un “corralito” financiero, y profundas dificultades en el económico, que hizo que la gente se echara a las calles. La protesta social en Argentina fue de tal magnitud, que el entonces Presidente De La Rúa, se vio obligado a huir de la Casa Rosada (sede el Ejecutivo Nacional en la República Argentina) y abandonar el poder. Este escenario lo están trabajando desde laboratorios de la CIA para aplicarlo en Venezuela.
Se requiere en estos momentos de dificultades, que desde el Ejecutivo Nacional, desde el Alto Mando Político y Militar de la Revolución Bolivariana, se le hable muy claro al país sobre la verdadera situación de las finanzas públicas, de nuestras divisas, para que se tomen las medidas más adecuadas, y el pueblo las acompañe. De esa manera, estaremos contribuyendo a la necesaria repolitización de la que hace algunos días planteo el Presidente Nicolás Maduro.
Afortunadamente, y es justo señalarlo, no estamos en el peor de los escenarios, porque Venezuela tiene riquezas y recursos que pueden permitirle salir adelante. Además de nuestra riqueza petrolera, de acuerdo a lo dicho por el presidente del Banco Central de Venezuela (BCV) Nelson Merentes: “Venezuela tiene un inmenso potencial mineral. En el arco minero, ubicado al sur de nuestro país, hay no menos de 25 tipos de minerales distintos, entre ellos: oro, diamante, coltán y níquel”.
De hecho, en una reforma parcial que se hizo mediante Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley Orgánica de nuestro Banco Central de Venezuela, estos minerales y demás piedras o metales preciosos pueden ser considerados como activos de reserva”. Es decir, el respaldo de nuestras reservas internacionales se puede hacer con estos elementos.
Igualmente contamos con una Corporación Venezolana de Minería (CVM), la cual dirige el economista y director del BCV, José Salamat Khan Fernández, quien además de técnico, es un cuadro político revolucionario ganado para estas peleas, y este conocimiento nos otorga un poder para organizarnos para esta pelea.
Otro elemento que considerar en esta coyuntura, es que ante la participación activa de la banca en los ataques financieros a nuestra economía, se debería considerar la posibilidad de nacionalizar la banca. Medida con pro y contras pero como diría mi madre: “la peor diligencia es la que no se hace”. Y es necesario que desde la Jefatura del Estado y del Gobierno se actúe ya.
Hay que tener muy en cuenta que no menos del 90% del sector comercial en nuestro país, lamentablemente, están actuando como soldados en esta ofensiva y en la agresión contra nuestro país, apoyando las acciones acaparadoras, especuladoras y de boicot contra nuestra economía, de ese sector, 80% son de los que manejan el área de alimentos, bienes y servicios esenciales que satisfacen las necesidades de nuestro pueblo. Además de las labores realizadas por el raspacupismo militante y sangrón, y manejos poco transparentes de nuestros recursos por parte de algunos funcionarios públicos.
Ojalá el Presidente Maduro no solo como lo ha dicho en sus últimas intervenciones públicas, va a tocar “la campana duro” para que el pueblo “reaccione y despierte”. Aunque en lo personal creo que no es el pueblo el que debe reaccionar únicamente, sino algunos funcionarios del Ejecutivo y del Estado todo. Estas agresiones seguirán recrudeciendo, y tenemos ya que hacer algo.
Aprovecho esta oportunidad para recomendar los buenos trabajos de Jairo Larotta y Luis E. Gavazut respecto a la defensa de nuestro bolívar. Todo tiene su riesgo en esta vida, pero debemos asumirlo. En estos momentos, nuestro Gobierno está acorralado. Y como se dice popularmente: “O corre o se encarama”.
En nuestros próximos artículos, estaremos escribiendo sobre el rol que debe jugar el pueblo y lo que se denomina vanguardia en esta coyuntura.
¡Bolívar y Chávez viven, y sus luchas y la Patria que nos legaron siguen!
¡Hasta la victoria siempre!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!