Tasa media de ganancia y precio especulativo de mercado (II)

Los fabricantes se distribuyen la plusvalía global con la TASA MEDIA DE GANANCIA, y los intermediarios, los salarios de todos los trabajadores con el PRECIO ESPECULATIVO DE MERCADO. Parte II

La publicidad[1] es una táctica mercadotécnica para vender a precios especulativos. Productos de inferior calidad utilitaria son promocionados como superiores. Una cosa es clara: los productos buenos, de verdad, se venden solos como el pan caliente.

Seguimos: Los precios de producción* son marcadores macroeconómicos para la formación de los precios de mercado alrededor de los cuales terminan formándose los precios de venta que son precios microeconómicos, particulares, de cada bodega, por así decirlo, mientras todos los demás son precios submacroeconómicos regionales, pero ambos tipos de precios son metamorfosis sufridas por los precios de producción, así como estos representa la sufrida por los valores o costes de producción cargados de plusvalía.

Precisamente, las mermas de plusvalía para unos, y los excedentes para otros que surgen de la competencia entre los fabricantes de todos los sectores y de todos los capitales en funciones, ya lo adelantamos, son la concreción de las alteraciones balanceadas que sufre la plusvalía ya que los costes de inversión de todos los capitales son limpiamente respetados-menos el monto de los salarios cancelados que en el mercado puede terminar incrementado para unos y reducido para otros por concepto de sobreprecios, de encarecimiento de ese valor según el juego de la oferta y la demanda, y por las políticas de diferenciación de precios de una misma mercancía para clientelas heterogéneas en cuanto a su poder adquisitivo, además de las intenciones políticas que puedan tener los burgueses contra un Estado políticamente adverso a sus intereses. O sea, el llamado capital constante (medios de producción + materias primas) sale como entra porque no puede manejarse ninguna hipótesis que implique adulteraciones del valor de esos costos ya que eso supondría tratamientos arbitrarios contrarios a/e impedientes de todo tipo de seguimiento macro. Explicar tales alteraciones del valor sería "un enigma indescifrable".

En un segundo momento, esa distribución de la plusvalía global se acompañará con la formación de una tasa media de recuperación de los salarios globales con precios especulativos de mercado para unos empresarios, e inventarios invendibles para otros.

Soy el primero en destacar este tipo de redistribución de los salarios. Así, los salarios de una empresa X no necesariamente serán recuperados 100% de sus propios trabajadores ya que obviamente las cestas básicas comprenden mercancías técnicamente variadas procedentes de variadas empresas, pero las hay grandes y medianas que saben inducir las preferencias del consumidor y así recoger salarios por montos muy superiores a los de sus personalísimas nóminas salariales, mientras otras empresas con menor poder publicitario y competitivo acumulan invendibles cuyo valor tiran a pérdidas.

En el llamado consumismo, opera la compra de bienes no sólo básicos, sino hasta inútiles con lo cual parte del valor de los salarios de muchas empresas pasan a otras, aparte de los destinados a bienes de la cesta básica que termina incompleta para quienes resultan inducidos a la compra de bienes no básicos no disponiendo de salarios o de ingresos holgados. Tal es la verdadera importancia de la publicidad, más allá de facilitar la penetración de mercados vírgenes, o de competir con mercancías sustitutivas.

La estrategia trazada para diferenciar precios de una misma mercancía, de tal forma de vender unas más caras que otras, responde a esa redistribución salarial, sólo practicable por el gran capital.

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* Esta conversión de valores en precios de producción, visto como problema, algunos economistas lo dan por resuelto, aunque no logran convencernos, pero, en ese supuesto negado, el problema subsiste y se halla presente en el Libro I de El Capital, y quedó siempre resuelto en el Libro Tercero de la misma obra. Que por muchos, con inclusión de Nobelados, no haya sido bien entendida la solución de Marx, eso es otra cosa.


[1] La única forma de trasegar salarios ajenos al capital beneficiado es mediante precios justos e injustos o especulativos indirectamente porque la publicidad o inducción de la demanda supone cuantiosas inversiones en empresas netamente parasitarias aunque muy productivas para el capitalista.



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Manuel C. Martínez


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