Hay momentos en que los ámbitos cotidianos se convierten en espacios estratégicos, en algo parecido a una farsa de guerra, y en ellos los enfrentamientos y las luchas son constantes y aparentemente sin sentido. Sin embargo, si sometemos a análisis esas relaciones cotidianas, la mayoría de las veces connotadas por lo vulgar y lo mezquino, nos damos cuenta de que poseen una lógica, responden a una racionalidad.
Michel Foucault – El sujeto y el poder -
Estremecida ha quedado la sociedad margariteña, venezolana e intelectual con el asesinato del historiador Jorge Mier Hoffman. Sobre el particular transcurridas más de 72 horas de tan infausto hecho, y luego de haber dialogado con diversos sectores es hora de realizar un análisis reflexivo.
Mier Hoffman era un destacado intelectual, afín en su pensamiento al proceso bolivariano que lideraba Hugo Chávez (no su sucesor) cuyo principal libro: "La Carta" que cambiará la historia (Tomos I y II), es su principal referente, y sobre el cual en este portal, hace un año (1-7-2014) publicó un artículo con igual título, (http://www.aporrea.org/actualidad/a190813.html) advirtiendo que en su Tomo III, habría elementos de fondo que desde mi perspectiva no estarían asociados con Bolívar sino con la muerte del propio Chávez, situación de la cual existen serias acusaciones por parte de quienes hoy en el exilio, sentenciados como traidores, pero más allá de sus connotaciones de orden político, han realizado severos cuestionamientos sobre el fallecimiento del líder bolivariano.
Pero, si analizamos las extrañas circunstancias en que asesinan a Mier Hoffman, y en función de una tesis debidamente argumentada con la experticia suficientemente estructurada, sería evidente que la mayoría de hechos vinculados con el robo responden a la forma de este móvil delictivo, en donde uno de ellos, con pistola en mano, exige al conductor que baje el vidrio de su espacio interior, y en consecuencia, éste al no hacerlo, sufre las consecuencias despreciables y mortales del disparo, incluyendo otros sobre el propio vehículo y una de sus acompañantes, en este caso, su nieta. Posteriormente, en una activación de la policía municipal, uno de los delincuentes es abatido mientras el responsable del asesinato es aprehendido, el cual a la postre se determinaría que fue objeto de "beneficios" procesales ¿plan "cayapa"?, lo cual habría permitido, irónicamente sin supervisión del propio Estado, los pasos que el ex – reo, estaría realizando en el seno de la sociedad. Hasta allí, el móvil del hampa común pareciera creíble, en virtud de que resumiendo, dos simples delincuentes, sin extraordinarios pergaminos delincuenciales, le sesgaron la vida a un ejemplar venezolano.
Ahora bien, ¿si pensamos que Mier Hoffman fue objeto de un sicariato, estaríamos en una tesis incongruente? ¿Cuáles argumentos o pruebas fueron tejidas por Mier Hoffman en ese tercer tomo de "La Carta" que tal vez pudieron ser fuertes cuestionamientos a la historia contemporánea? En lo personal, cuando partimos la Historia de Venezuela antes y después del 11 de Abril de 2002, vemos que Chávez sustituía y desplazaba ministros. Luego de esa fecha se afianzó sobre la "lealtad", en donde casi nadie de su gobierno, por muy mal que lo hiciera en su rol político o de "servidor" público, simplemente era cambiado de un lugar a otro. Los cuestionamientos a la corrupción a pesar que fueron señalados por el propio Chávez, llegando en algún momento a decir que estaba hasta la "coronilla" de ella, la verdad es que muy poco pudo avanzar sobre el particular.
Asimismo, el país se "emborrachó" (cita del ex – ministro Jorge Giordani) en altos precios petroleros, casi pudiéramos decir que sin control alguno distintos escenarios dentro del Estado fueron construyendo diversas corrientes en el seno del alto gobierno. Chávez prácticamente se dedicó al escenario internacional. Apuntaló su liderazgo mientras en el país, la misma bonanza petrolera, permitía que la gente viajara al exterior, comprara vehículos nuevos (se batieron marcas por años consecutivos), se construyeran viviendas de todo tipo, así como suntuosos centros comerciales eran la praxis económica. Las importaciones terminaron por destruir el deficitario espacio industrial y agrícola. ¿Quiénes se beneficiaron abrumadoramente de esa política? ¿Estará relacionada "La Carta" (Tomo III) de Mier Hoffman con las denuncias formuladas por Edmée Betancourt y Jorge Giordani sobre la estafa de los 25 mil millones de dólares? ¿Estaría alguna información debidamente sustentada sobre el origen, evolución y desenlace del cáncer de Hugo Chávez que todavía los venezolanos y el mundo entero desconocen en su contexto político y del poder?
Entonces, ¿era necesario contratar "francotiradores" que no dejaran huellas para asesinar a Jorge Mier Hoffman y dejar en evidencia que fue un "sicariato" o confundir a la opinión pública con la aniquilación física del historiador a través de un condenable asesinato realizado por "hampones comunes"? No tengo la respuesta, pero esperemos que las interrogantes de un capítulo que apenas comienza a escribirse no originen la investigación de "La Carta" en su versión número IV. Por lo pronto, haya sido hampa común o sicariato, probablemente hemos perdido en condición de asesinato al primer venezolano intelectual del siglo XXI.
A propósito de ser ciego. Quien tenga ojos que vea.