Cuando la oligarquía ofreció el Esequibo a Inglaterra

El día 10 de enero del año 1860, en la apoteosis de la guerra federal, el General del Pueblo soberano Ezequiel Zamora, General en Jefe de los Ejércitos Federales de la República de Venezuela, ordena toque de Dianas a las tropas federales para saludar el Ier aniversario de la histórica Batalla de Santa Inés. Tenía planeado esa misma tarde ocupar la Plaza de San Carlos, estado Cojedes y luego, como estaba previsto, enrumbaría la Revolución triunfante hacia Caracas para llegar allí el 28 de febrero.

Este día, antes de llegar la tarde, cambió la historia de Venezuela a través de una vil traición. El General Zamora cerca del mediodía, en que iba a almorzar, salió un momento a revisar una posición y, de repente, una bala disparada por un francotirador le entró por un ojo acabando la vida del más fiel soldado de la federación.

Cerca del sitio, entre unas macollas de cambur se encontró más tarde el fusil del veleidoso y cobarde General Falcón. La trama de la muerte del General del Pueblo soberano se descubrió, más, nunca se castigó. Sólo el Sargento Morón, quien era guardaespaldas del Falcón y quien fue el autor material, después de tanto huir fue ejecutado por un viejo guerrillero del pueblo. El criminal Morón recibió el encargo para ese asesinato del General Falcón y de Antonio Guzmán Blanco quienes ya andaban, escondidos, buscando acuerdos con la oligarquía para traicionar a la insurrección campesina que en el marco de la Guerra Federal dirigía Zamora. Así lo hicieron tres años después en lo que se conoce como "El tratado de Coche", infamante pacto que puso la Revolución Federal en manos de la oligarquía.

Sin embargo, el asesinato del jefe del pueblo soberano no puso fin inmediato a la insurrección campesina y es por esto que un año y 10meses después, el 22 de noviembre de 1861, una comisión de "notables oligarcas" entre los que se encontraban apellidos como: Zuloaga, Mendoza, Machado, La Madrid, etc. Desesperados porque no lograban derrotar la insurrección campesina a pesar del asesinato de Zamora, jefe supremo de esta, Redactan un documento dirigido a Inglaterra ofreciéndoles el territorio de la Guayana Esequiba a cambio de que los ayudara a derrotar a la Revolución. A grandes rasgos, ofrecemos algunos párrafos de aquella infame carta pero que, igual delatan la eterna villanía traicionera de la oligarquía criolla que hoy, al igual que ayer, siempre dispuestas están a vender la patria al mejor postor: "Nosotros, los que hacemos esta manifestación, somos habitantes de Venezuela,….Es un deber que tienen las naciones civilizadas de Europa de tender la vista a estos países e intervenir e ellos de una manera directa….Ninguna de la naciones de Europa puede con más ventaja poseer a Venezuela como la Gran Bretaña….Hay en Venezuela, entre los hombres pensadores, la opinión de que conviene a esta desprenderse del territorio de La Guayana y negociarlo con la Gran Bretaña pagando con él la deuda extranjera contraída con súbditos ingleses….Esta opinión es mayor cada día, PERO LA MULTITUD, EL POPULACHO Y LOS DEMAGOGOS se oponen a este traspaso de territorio……..la posesión de este territorio tiene inmensas ventajas para la nación que lo ocupe……Flameando el poderoso pabellón inglés en La Guayana (esequiba) no solamente mostrará esta su riqueza, sino que será un centro civilizador….."

Este documento, que escondido distribuyeron por varias embajadas fue redactado por la oligarquía importadora y obtuvo el rechazo del General Páez quien en ese momento siendo dictador y aliado mimado por la oligarquía latifundista ordenó una investigación por traición a la patria pero debido a que ambos grupos (Oligarcas importadores y Oligarcas latifundistas) siendo distintos combatían al mismo enemigo que era la insurrección campesina o el ejército federal que ya no comandaba Zamora, se quedó en la nada, Páez no castigó a nadie. Años después, el 3 de octubre del año 1899, Inglaterra aprovechó la coyuntura en que no nos podíamos defender porque estábamos todavía imbuidos en otro capítulo de nuestra eterna guerra civil y en un teatral y bufo "laudo arbitral" en inglés realizado en París Francia, sin tener nosotros representantes y para el cual se prestó Estados Unidos "para representarnos", nos despojaron de nuestro territorio. ¡NUNCA LO HEMOS RECONOCIDO. Esa es otra historia, pero lo importante de este escrito es denunciar que el carácter vende patria de la oposición que se muestra también hoy, a objeto de la situación planteada por Guyana y la Exxon Mobil, no es nueva, siempre han querido regalar al imperialismo nuestra Guayana venezolana y debemos enfrentarlos, denunciarlos y rechazarlos.

joselopez /porahoraya@gmail.com



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