Sin duda, que quedé abismado mientras escuchaba las declaraciones de la Canciller de Colombia, María Ángela Holguín, sobre el tema de la frontera con Venezuela, colocando un giro de 360 grados al trabajo diplomático que se venía realizando desde Bogotá y Caracas respectivamente.
Tomando detalladamente por lo expuesto de esta señora, en un comunicado altamente viciado de mentiras, se dejó ver la costura de la diplomacia neogranadina, en dejar a la luz pública, que nuestra nación se ha convertido en un estado forajido y que es el único culpable de los males que aquejan a Colombia en la frontera.
Hasta la tarde del jueves, las reuniones hechas con Delcy Rodríguez Canciller Venezolana, se vinieron al suelo, dejando entre dicho que la ilegalidad es el factor denominador para hacer plata en suelo colombiano.
Decir desde Bogotá que el presidente Nicolás Maduro, elimine el subsidio a productos regulados para así acabar con el contrabando de alimentos hacia Cúcuta, como una medida efectiva a este flagelo, parece ser lo más conveniente para un lado de la frontera.
Hagamos un pequeño ejercicio. Sí el Presidente Nicolás Maduro, aplicara esta medida extrema en la frontera. ¿A quién perjudicaría? ¿Sólo a los bachaqueros? O ¿Existiría un mecanismo para detectar quien es bachaquero?
Sin lugar a dudas, afectaría a toda la población que habitan en la frontera, sin distingo si es chavista u opositor. Sería una brutalidad de proporciones bíblicas hacer lo que esta señora Canciller planteó en un comunicado.
Es interesante preguntarse, si el acalde de Cúcuta, escuchó en los medios de comunicación de ese país, sobre la marcha de pimpineros (vendedores de gasolina venezolana) sobre la falta de empleo en esa ciudad y que muchas de esas personas (suponiendo de la buena fe) se vieron obligados en realizar una tarea que es ilegal, sólo para mantener a sus familias.
Algo pasa en Colombia desde el punto de vista social. ¿Por qué estas personas recurren a tales prácticas ilegales? El gobierno colombiano, busca legalizar lo ilegal, para así lavarse las manos y hacer valedero un comercio que no afecta sus intereses minerales. Al contrario, esa actividad genera un impuesto para el gobierno municipal de Cúcuta, el cual es poco probable que se traduzca en obras públicas o ayudas sociales destinadas a los cucuteños.
Es como si en Venezuela se legalizara el bachaqueo y que las personas que lo ejerzan, paguen tributos municipales, dañando así gran cantidad de comercios que cancelan agua, luz, teléfono, catastro, impuestos sobre la renta, etc.
¿Por qué existe un doble cambio de la moneda en el vecino país? ¿Un cambio se aplica en Bogotá y otro muy distinto en Cúcuta? Son preguntas que la señora Holguín, debería responder con la mayor sinceridad del mundo, apartándose de su puesto de alta funcionaria del gobierno del Presidente Juan Manuel Santos. Sí, ese mismo que Álvaro Uribe Vélez, le dio hasta en la cédula en Twitter por no compaginar con las políticas aplicadas por el primer mandatario de la nación cafetera.
Además, por qué las exigencias a la hora de reunirse los dos mandatarios para tratar este delicado asunto. La Organización de Naciones Unidas, puede ser un árbitro así como UNASUR O MERCOSUR. Según medios de derecha, estas instituciones son "amigas" de Nicolás Maduro y el fallo sería a favor de Venezuela.
Estos cabos sueltos, no son atados por quienes deberían prestar un apoyo en conjunto para el resguardo de esta extensa frontera. Reitero una vez más que hay que meter la lupa bien a fondo, sin mirar para los lados en aquellas manzanas dañadas dentro de las instituciones castrenses y públicas de la revolución que se hayan prestado para estas vagabunderías.
Ser puntuales al momento de decir nombres y no seguir el mal ejemplo de mencionar sin ningún basamento que fue fulano o mengano.
Obviamente que las políticas sociales entre los dos países son muy distintas y reclamar de uno a otro, sería gastar tiempo eficiente para realizar cualquier obra en beneficio del pueblo que vive y trabaja en la frontera.
Es necesario realizar un acercamiento entre ambos gobiernos y que la paz predomine en nuestros países. En este punto la mayoría de colombianos y venezolanos estamos totalmente de acuerdo.
Lo que es imperdonable, es que siga manipulando la información acerca de lo que pasa en la frontera y que el señor Uribe Vélez, coloque en Twitter desalojos de colombianos en una foto, cuando en realidad es en Palestina.
Parece insólito, pero muchos venezolanos se comen esa mentira y dicen que es verdad, negándose a creer testimonios en el sector La Invasión, donde hay presencia paramilitar.
Que alguien me explique, por qué una persona que tiene en su haber 250 muertos más 3000 cuando era jefe de sicario de Pablo Escobar, (hablo de "Popeye") diga que es "inhumano el trato de Nicolás Maduro" hacia sus paisanos.
Por qué nadie dice nada sobre los ataques hacia el consulado en Bogotá de Venezuela, por un grupo de ultra derechistas colombianos. Eso ni por el carrizo existe para Caracol, NTN 24 y mucho menos para los eruditos de CNN.
Ósea, como una dama leyó el anterior artículo posteado por un pana opositor en Facebook. Esta dama mencionó que nosotros (los chavistas) hasta cuando le íbamos a ver a cara de imbéciles. Creo que desde estas líneas que escribo no he ofendido a nadie.
Los que aún siguen viéndolos con caras de imbéciles, son los mismos medios, los mismos líderes opositores, el mismo sempiterno candidato a la presidencia de Venezuela, que los atrapan en esa oscura telaraña para sencillamente sentir odio hacia los chavistas.
De verdad no se puede culparlos por eso. El laboratorio de mentiras, sigue más letal que nunca y en esa estrategia, a los revolucionarios, no pueden encontrarnos mirando para otro lado. Sino el resultado será triste.
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