Y después de Argentina ¿qué? (II)

Y después de Argentina ¿qué? (I) - Por: Luis Alejandro Sauce

El triunfo de Mauricio Macri reconfigura el escenario regional y geopolítico para toda América Latina. Para entender en su contexto las implicaciones de quien asumirá el poder el 10 de diciembre y regirá los destinos de Argentina, es necesario ubicarnos en quién es Mauricio Macri y cuál será su visión de la Política Exterior Argentina.

Un gran amigo, que hace unos años atrás cursó estudios de postgrado en Argentina me lo describió de manera sencilla "Macri es la oligarquía patricia porteña haciéndose del poder. Macri nació rico". Sus palabras me impactaron, pero este gran amigo en su sencillez y gran sabiduría de la Argentina, sintetizó de manera brillante al Presidente electo.

Macri es un empresario, siempre lo fue y no dejará de serlo. Bajo esa premisa de vida, es indudable que la conducción de la Política Exterior estará impregnada de la visión empresarial, priorizando la visión economicista de la integración, entendida desde la dimensión más clásica y tradicional.

De hecho, ya lo ha manifestado de manera directa en diversas intervenciones al señalar que iniciará una nueva etapa en Argentina abierta a Estados Unidos y Europa, al tiempo que afianzará el diálogo con vecinos de la región para relanzar el MERCOSUR y acercarse a la Alianza del Pacífico.

Es la tesis del regionalismo abierto que también hoy profesa el economista y Ministro de Economía del Uruguay, Danilo Astori, lo cual proyecta en el caso del MERCOSUR, una visión que presionará para avanzar en los Acuerdos de Libre Comercio con Europa y en la sincronía comercial con la Alianza Pacifico.

En este sentido, la Política Exterior de Macri estará determinada por los intereses económicos y comerciales como una prioridad vital para la Argentina, dejando de lado la visión geopolítica que trazó tanto Néstor Kichner como su sucesora. La designación de Susana Malcorra como su Canciller ratifica dicha línea de conducción de Política Exterior.

Malcorra tiene una amplia experiencia en el mundo internacional de los negocios, habiendo sido CEO de IBM y Telecom, así como una amplia experiencia en el mundo internacional multipolar, habiendo ejercido cargos de importancia y relevancia en el Sistema de Naciones Unidas junto al Secretario General Ban Ki Moon, siendo parte de su Equipo de trabajo. La Canciller Malcorra estuvo recientemente en Venezuela, formando parte de la delegación asignada por el tema de Guyana y sin lugar a dudas, ha tenido una relación directa con altos funcionarios de diversos gobiernos del Mundo, lo cual abre una posibilidad de relacionamiento importante.

Sobre Susana Malcorra, señaló "Es una mujer inteligente, vigorosa y sabia. Viene a sumar su visión de la política internacional en esta nueva etapa de cambio que pronto empezaremos. La Argentina necesita vincularse con los demás países del mundo para desarrollar oportunidades de crecimiento y prosperidad para todos los argentinos".

Para Venezuela, la orientación de la relación con Argentina debe formularse bajo una premisa de diplomacia comercial, donde el interés mutuo preserve y coadyuve a un entendimiento que pudiera minimizar las diferencias profundas desde el punto de vista ideológico-político y eso pasa, por el replanteamiento de las relaciones bilaterales con nuevos actores en esta etapa.

En el escenario multilateral, la situación será mucho más compleja, tomando en cuenta que el mismo Macri, apenas recién electo planteó la necesidad de activar el protocolo de Ushuaia, con el fin de sancionar a Venezuela, según su entendimiento, por perseguir y encarcelar a opositores y violentar la libertad de expresión.

No tengo dudas que dicha solicitud será solo retórica postelectoral, tomando en cuenta que dicho protocolo aplica para otras circunstancias, amén de lo ya señalado por otros actores regionales del MERCOSUR y considerando, que dicha solicitud debe materializarse por consenso pleno de todos los miembros. Será el MERCOSUR es espacio ideal para explicarle a Macri que en Venezuela no hay presos políticos, sino políticos presos por intentar derrocar a un gobierno legítimo que ganó con el mismo margen porcentual con el cual el resultó victorioso.

Como señaló en un artículo el Doctor Borón "Volviendo al caso de los opositores políticos en Venezuela, ¿qué diría Macri si en los próximos días, siguiendo el ejemplo de Leopoldo López, Daniel Scioli hiciese público su desconocimiento del resultado electoral y poco después del 10 de Diciembre, intensificase esa campaña movilizando contactos internacionales e impulsando, cada vez con mayor fuerza acciones violentas exigiendo (la salida) extraconstitucional de un (gobierno ilegítimo) apelando a procedimientos vetados por la constitución y las leyes de la República?. ¿Llamaría en tal hipotético caso a Scioli un (opositor político) o lo calificaría, en función de la normativa vigente, como un político incurso en el delito de sedición, que en este país tiene una pena que oscila entre los cinco y veinticinco años de prisión".

¿Irá Macri aprendiendo el arte de la Diplomacia y de las Relaciones Internacionales, donde los gobiernos tienen amigos, pero los Estados tienen intereses y así, pudiera plantearse una relación de convivencia con Venezuela y su gobierno, tal y como existe con el Gobierno del Presidente Juan Manuel Santos?.

Los acontecimientos irán deshojando la margarita y se vislumbra una Política Exterior pragmática, con alto contenido económico y comercial.

Por ello y como lo señalé en la parte I de este artículo, la conducta internacional de Macri nos permitirá precisar si puede ser "el cambio de época" hacía la nueva etapa pendular en la región, como dice parafraseando a Correa y con ella una nueva etapa para la Integración regional y la geopolítica, tanto regional como global o si será sólo fue un accidente en el camino... "Tengamos una conducta recta y dejemos al tiempo hacer prodigios". Simón Bolívar.

 



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