En Venezuela, al igual que en Argentina el 22/N, triunfó la derecha, con algunas semejanzas y algunas importantes diferencias.
En ambos países ganaron los voceros o representantes del neoliberalismo, lo que asumen como desiderátum de la historia la iniciativa privada y el demiurgo del mercado.
Mientras que en Argentina las elecciones fueron presidenciales, en nuestro país fueron parlamentarias, pero igual en ambos procesos los grandes medios de comunicación, sobre todo los internacionales, que no se someten al escrutinio electoral, jugaron papel decisivo a la hora de "orientar" o "direccionar" las preferencias de los votantes.
Así como se dijo en su momento para el caso argentino, aquí en nuestro país se está afirmando que esa votación mayoritariamente a favor de la oposición, fue una autoflagelación del pueblo venezolano, que votó contra sí mismo, se autolastimó o se autocastigó, porque lo hizo contra los candidatos a diputados que encarnaban el proyecto de la Revolución Bolivariana.
El kirchnerismo casi obtuvo un 50% de apoyo popular pero el resultado en Venezuela fue realmente catastrófico para el chavismo. No llegó a alcanzar el 40% de las preferencias electorales.
En Argentina las encuestas de opinión no acertaron ni en la primera vuelta ni en el balotaje, en Venezuela, por primera vez en 17 años, estas, que auguraban una victoria contundente para la oposición, se cumplieron.
¿Por qué ocurrió?
Lo que ocurrió en las elecciones parlamentarias realizadas en Venezuela el domingo 6 de diciembre de 2015, fue una contundente derrota para el chavismo, aunque algunos empedernidos fanáticos o lunáticos se empeñen en negarlo u ocultarlo. Estos catastróficos resultados ocurrieron por varias razones.
Primero, está de anteojitos que existe un plan orquestado por Estados Unidos y sus aliados regionales y nacionales que quieren revertir los procesos de cambios que tienen lugar en América Latina en beneficio de las grandes mayorías. Como lo dijimos en el artículo ¿Qué pasó en Argentina el 22/N?, publicado el lunes, 23/11/2015 por Aporrea, la derecha está contraatacando y todo comenzó por Argentina, ahora le tocó a la Revolución Bolivariana y la próxima presa parece ser Dilma Rousseff de Brasil. En otras palabras, que hay factores externo que gravitan de manera particularmente importante en los procesos electorales, así como en las acciones desestabilizadoras contra gobiernos progresistas de nuestra región.
Hacia lo interno del país, hay quienes están comentando que ese resultado se debe al grado de inconsciencia, deslealtad o traición del pueblo venezolano que lo hizo por la oposición.
El presidente Nicolás Maduro dijo que había ganado la contrarrevolución, "ha triunfado la guerra económica, ha triunfado una estrategia para vulnerar la confianza colectiva en un proyecto de país, ha triunfado circunstancialmente, el estado de las necesidades creado por una política de capitalismo salvaje, de esconder los productos, de encarecerlos, es una guerra sin parangón".
En lo anteriormente dicho se pueden encontrar ciertamente factores que explican este descalabro electoral del chavismo, sin embargo sería un análisis parcial si no se hace referencia a otros factores también de suma importancia
Es el momento de la dureza, de decir las cosas por su nombre. No es momento de lloriqueo ni de comeflorismo.
Por ejemplo, sectores de la oposición venezolana venían anunciando su estrategia política desde el año 2014. A este respecto en una entrevista que le realizara El Tiempo de Colombia a Henrique Capriles Radonski el 07/03/2014, éste lo dejó claramente establecido en los siguientes términos. "Hay un descontento en la calle que se está expresando, que si no lo reorientamos puede terminar en una frustración. Hay compañeros que creen que no, que la fuerza que tienen es suficiente para poder ganar. ¿Ganar qué en este momento? ¿Qué es lo que quieres ganar? Para poder ganar y poder mantener ese triunfo, tienes que incorporar al pueblo chavista para que esto sea sostenible en el tiempo. Me toca mantener la coherencia y seguir hablando con la verdad, no crear falsas expectativas". (Subrayado nuestro)
Al interno de la misma Revolución Bolivariana, también se encuentran sectores, acciones y actitudes que conspiran contra su estabilidad y son tan peligrosos como los factores externos y sus aliados internos. Reiteremos algunos que ya hemos mencionados en otros artículos.
Los hospitales públicos siguen con el problema de la falta de insumos para atender y darles respuesta a los pacientes que solicitan sus servicios y que son todos de los sectores sociales más comprometidos y resteados con la Revolución Bolivariana.
Llamar a Movilnet para solicitar un servicio, telefónico o de internet, una aclaratoria o realizar un reclamo se ha convertido en una odisea. Es común encontrar un operador u operadora que después de solicitarle todos sus datos personales lo deja esperando minutos y minutos indicándoles que está validando información para luego decirle que por el momento la plataforma tecnológica presenta problemas y debe llamar posteriormente. El que tenga dudas que haga la prueba
Hay que ver lo que pasa en la oficina de Venezuela Productiva, en la avenida Urdaneta, donde unos trabajadores atienden de las patadas a los buscadores de información, que son en su mayoría de sectores que apoyan este proceso
Que se llame por teléfono al Banco del Tesoro o al Banco de Venezuela y usted pase minutos tras minutos escuchando sólo música, sin que alguien le atienda, tiene poco que ver con el imperialismo y la CIA. También ir a algunas de sus oficinas se ha convertido en una situación de miedo de sus usuarios porque los funcionarios que allí laboran son déspotas y demuestran con sus actuaciones que nada los acerca al proceso de cambio del país.
La corrupción y el burocratismo campean en las oficinas públicas, sobre toda las que tienes que ver con trámites. Incluso en algunas de ellas, donde se había avanzado mucho en el tema de la eficiencia y pronta respuesta, como el Saime y el Instituto Nacional de Transporte Terrestre, ahora y con mucha frecuencia, aparecen denuncias sobre el resurgimiento de estos males.
Atender una avería por parte de Hidrocapital es parte de una larga espera que tienen que esperar los usuarios y luego que esta es atendida la misma comunidad tiene que tapar el hueco porque la contratista dura el sueño de los justo para hacerlo.
Que usted se dirija a un automercado Bicentenario y quiera comprar los productos regulados y no los encuentre, sea maltratado y encuentre varias cajas cerradas sin explicación alguna, nada tiene que ver con la conspiración de los halcones del pentágono.
Que usted sea un partidario de la integración en el marco de la Alianza para los pueblos de nuestra y quiera comprar los productos importados de Bolivia y Ecuador y se traslade a una de las tiendas Alba y las encuentre cerradas se preguntará ipso facto ¿Y qué tiene que ver eso con los espionajes denunciados por Snowden contra Venezuela? ¿No será parte de la burocracia e ineficiencia que carcome la Revolución Bolivariana?
Todo lo descrito, más el tema relacionado con los apagones y la inseguridad, se vive en todo el país, lo vive diaria y cotidianamente el venezolan@ llano, de a pie, el que se monta en la camionetas, autobuses y en el metro.
Al final eso se paga con pérdidas de votos.
¿Qué hacer?
"Desechar las ilusiones, prepararse para la lucha". "Luchar, fracasar, luchar de nuevo, fracasar de nuevo, volver a luchar, y así hasta la victoria: ésta es la lógica del pueblo, que tampoco marchará jamás en contra de ella", diría Mao Tse-tung.
Seamos claro: el chavismo cuenta con una legión de compatriotas dispuesto a todo. Siguen leales o fieles al legado del Comandante Eterno. Son los millones de votantes que lo hicieron por los candidatos del gobierno el 6/D.
Aprender de la lección que dan estos resultados. Por tanto, no desestimar al adversario y muchos menos sobreestimar las propias fuerzas.
Tomar las decisiones urgentes que requiere la economía nacional.
Volver al trabajo en las zonas populares donde los resultados fueron adversos para el chavismo. Ejemplos sobran como los del 23 de Enero.
No basta la declaratoria del parlamentarismo de calle. Los diputados deben y tienen que encontrarse con la gente y sobre todo para darle respuestas a sus necesidades y problemas.
Enfrentar sí a los enemigos externos y sus aliados en el país, pero también y con toda determinación, enfrentar igualmente a los corruptos, burócratas, ineficientes e ineficaces, que pululan por doquier en la administración pública y en las misiones sociales.
No partir de la dialéctica que la mejor decisión que se toma es la que no se toma. En definitiva, por muy dura que sea hay que tomarla.
*Doctor en Ciencias Sociales, UCV. Sociólogo, Profesor Titular, Ex Director de la Escuela de Estudios Internacionales de la UCV. Profesor de Postgrado en la UCV, la Universidad Militar Bolivariana de Venezuela y en el Instituto de Altos Estudios "Pedro Gual" del Ministerio del Poder Popular para las Relaciones Exteriores. Fue embajador en Polonia, Uruguay y Grecia.
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