En el acto de instalación del nuevo parlamento, el dirigente de Acción Democrática Ramos Allup, anunció el objetivo de lograr un cambio de gobierno en un plazo de seis meses. Esta declaración obedecía a un acuerdo político entre el partido blanco y Voluntad Popular (VP), en virtud del cual la se articuló la mayoría de diputados que eligió a Ramos Allup para la presidencia de la AN.
Primero Justicia, el partido de la MUD con mayor representación en la AN, se inclina por una política distinta, no orientada a buscar una salida del gobierno en el menor plazo posible, sino más bien a presionar para lograr acuerdos en los términos del ajuste que se viene aplicando. Un consenso burgués, del que forme parte el chavismo, para acometer conjuntamente medidas antipopulares e intentar contener un posible desborde del descontento social. VP apunta a que sea un gobierno de centroderecha el que aplique el ajuste.
No está claro si la MUD podrá acordar criterios unitarios, pues Henri Falcón y otros sectores se han adelantado a apoyar el consejo económico convocado por Maduro, en el que participan grandes capitalistas del país como Cisneros y Vollmer.
Las opciones que baraja el ala "salidista" de la MUD son emprender la convocatoria de un referendo revocatorio o realizar una enmienda constitucional para recortar el mandato presidencial. Si se recortara el mandato a cuatro años, correspondería realizar elecciones a fines del 2016. La vía del referendo revocatorio requeriría un proceso de recolección y validación de firmas que podría extenderse indefinidamente.
El apoyo popular a Maduro está por debajo del 20% y este año deben realizarse elecciones regionales. Mientras la MUD dirime sus controversias internas y el gobierno intenta recomponer sus relaciones con la gran burguesía, sigue acumulándose un enorme descontento que podría expresarse en alguna forma de estallido social. Esto en última instancia es a lo que temen tanto los civiles y militares del gobierno, como la MUD, y lo que lleva a un cierto inmovilismo a ambos sectores.
Una masiva protesta que visibilice exigencias del pueblo trabajador, que permita vislumbrar una alternativa verdaderamente revolucionaria, es la única salida para la mayoría de la población aplastada por los efectos devastadores de la crisis.
