Ahora resulta que Venezuela va a poner en práctica por primera vez en la historia de la humanidad la verdadera minería SOSTENIBLE del siglo XXI en el marco del ecosocialismo, ya el pote de humo ha pasado a la historia, ahora no sé cómo llamar a esto, ¿megahipocresía?
No sé entonces para qué sirven las cátedras de ecología o de gestión ambiental, habrá que eliminar las universidades, en especial la bolivariana. No sé para qué se promovió el desarrollo endógeno sustentable que casi nadie de los que tenían que implementarlo entendían de qué se trataba, y todavía ni idea tienen. Llegar al punto de que el gobierno del ECOsocialismo llame a desarrollar una "minería sostenible", término éste impulsado "como sea" por las transnacionales mineras, es ya parte del más irrealista idealismo mágico venezolano.
Tal vez sí necesitemos de la minería para salir de esta situación que se torna cada vez más grave, pero... ¿La van a implementar los mismos que nos han llevado a este coprosocialismo marcado por la corrupción, la delincuencia, la banalización de las leyes, el no respeto al ambiente y a los pueblos indígenas, y el robo generalizado no solo en la administración pública sino en todas partes a partir de alianzas de funcionarios públicos, empresarios y delincuentes comunes? ¿Cómo van a defender al país de la falta de escrúpulos de las conocidas empresas mineras denunciadas en todo el mundo quienes no han hecho nada por contener la minería ilegal?, más bien la han incrementado exponencialmente y se han beneficiado como socios o dueños de esa minería, han utilizado y utilizan hasta los helicópteros militares para abastecer a los mineros y recoger su parte de la producción o a veces vacuna. ¿qué hicieron, qué respuesta dieron a la minería ilegal que compromete la cuenca que alimenta a la HIDROELÉCTRICA DEL GURI que ahora sufre doblemente por la sequía?
El gobierno tendrá que explicar junto a las empresas mineras internacionales que ahora lo asesoran, cómo la minería puede ser sostenible, cómo va a calcular la tasa de extracción de los minerales para mantenerla por debajo de la tasa de regeneración de los mismos de manera que no se agoten, también tendrá que rehacer todas las cátedras de ecología, geología y gestión ambiental para explicar cómo es el ciclo de vida de esos minerales en la naturaleza o cómo se reproducen. Si hay un ejemplo clásico de actividad no sostenible, es precisamente la minería, basada en la extracción de un recurso que se agota y que en todo caso debe hacerse a un ritmo que evite que se agote antes de que otro recurso lo pueda sustituir. La gran minería siempre genera un fuerte impacto ambiental y social, en especial en territorios indígenas y ambientalmente sanos; la gran industria minera genera grandes impactos negativos que a largo plazo muchas veces no son compensados por los impactos socioeconómicos positivos o por las actividades de mitigación de los mismos, generalmente los impactos económicos positivos a largo plazo ocurren en otras regiones donde se comercializan o dan valor agregado por transformación, menos aún se pueden esperar impactos positivos a mediano y largo plazo en un país que tenga, entre otras, estas características: que haya tenido gigantescos recursos producto de la renta de otra actividad extractiva de un recurso como el petróleo, que no lo haya aprovechado para un desarrollo agrícola, industrial y social de manera endógena y sustentable; que en los últimos 15 años haya "perdido" casi medio billón de dólares provenientes de esa renta, entre dólares que "no se sabe" dónde están y dólares que se sacaron del país a través de empresas de maletín o que se entregaron a empresas privadas que no importaron lo acordado o importaron solo una parte, pero que además, los dólares entregados a las empresas del gobierno se utilizaron para importar con sobreprecio, y que solo una parte de lo importado haya ingresado al país, mientras el resto no se sabe que rumbo tomó, pero que además, de lo que ingresó, una buena parte se fue nuevamente por las fronteras porque los encargados de la custodia de las fronteras patrias están metidos hasta los tequeteques en los negocios de las grandes mafias de la minería ilegal, en el contrabando de extracción, en el negocio de la delincuencia organizada y en el matraqueo generalizado a mano armada en las alcabalas, pero tampoco eso es todo, pues de lo que finalmente llegó al país una enorme parte se destinó a los negocios de la corrupción, negocios en los que participan hasta "líderes populares" que hacen actos de magia con alimentos, electrodomésticos y equipos electrónicos para desaparecerlos y reaparecerlos en bachaqueos y ventas por Internet, excluyendo a muchos de los que debieron ser los beneficiarios inmediatos. Y así no se puede, así los dólares no alcanzan para que todos los héroes y sus familias puedan tener en su casa un menudito de 300.000 dólares para gastos menores, o comprar los yatecitos, y algunos sus propios jets, o para no pasar pena con cuentas escuálidas en el exterior ante sus pares millonarios de las corporaciones, máxime con la amenaza de la oposición de cobrar matraca para no profundizar las investigaciones sobre esas cuentas, entonces ese país pide prestados miles de millones de dólares más, para grandes obras como fábricas socialistas, megafábricas hasta de aviones, infraestructuras ferroviarias y mucho más, pero de esto también se perdió la mayor parte o casi todo. Es decir, no son más de medio billón (500.000.000.000), es mucho, mucho, mucho más lo que ese país "perdió", además del tiempo, de las posibilidades de desarrollo real, de alegrías y de vidas de inocentes.
Repito, los mismos responsables de un país así, donde los dirigentes coprosocialistas viven en una burbuja de abundancia neoliberal que no les permite ver la realidad afuera son los que van a garantizar el buen trato al ambiente, a las comunidades indígenas, y el buen uso de los escuálidos 50.000.000.000 de dólares pero además sin que los minerales se agoten porque será sostenible.
Sí, claro, el término sostenible está aquí (minería sostenible) mal empleado, pues tratan de indicar que la actividad de explotación minera en decenas de miles de kilómetros cuadrados se hará con la mejor tecnología, con mínimo impacto ambiental y con medidas de remediación, pero precisamente aquí comienza el engaño, usar un término que se contradice así mismo, como los proyectos basados en la importación de insumos y tecnologías que para su financiamiento le agregaban la coletilla "endógeno", pero que solo buscaban el dinero "como sea". ¿Quién va a obligar a cumplir compromisos a esas empresas que tienen una gran cola de paja y denuncias en todo el mundo? ¿Nuestros héroes?
Impactar una superficie de tal magnitud sin tomar en cuenta la constitución nacional, los derechos de los pueblos indígenas, hasta ahora golpeados por la minería ilegal y empujados muchos a esta práctica para crear un caos minero que justifique la llegada de quienes van a poner orden cuando nunca lo han hecho y esperar que quienes nos han llevado a este desastre nacional garanticen el mínimo impacto ambiental y social negativos y hagan un uso honrado de los ingresos en función de nuestro desarrollo es una gran estupidez. Aunque viéndolo bien, tal vez esos nuevos ingresos sirvan para las nuevas campañas electorales.