Viene marchando una columna guerrillera del Frente "José Leonardo Chirinos" encabezada por el Comandante Magoya: "vistamos un mogote metido en el monte, gritamos santo y seña, y responden gente montada, sobre gente haciendo gente". Contado por el mismo Comandante resulta la elocuente expresión de una época de los más puros ideales por la transformar de un país.
Hoy de una manera formal hablar del campesino revolucionario que había "dejado la pelota" por la guerrilla, en el año 1978, primeras elecciones estudiantiles universitarias donde RUPTURA participaría en la ULA. Recuerdo nuestra negativa de "no ha a la participación en estructuras burguesas". Para ese entonces se habían diseñaron unos bonos a un precio de cinco bolívares, que eran vendidos entre la comunidad universitaria. Fuimos los compañeros (Thania, Carmen Teresa y Veloz) de la Facultad de Ciencias a vender nuestro primer bono. Todavía no tengo claro, si escogimos al mejor benefactor (Toby). El cual a pesar de haber transcurrido tantos años estimo por sus altos grados de crítica a todo este proceso. Cuando lo abordamos nos dice "yo les compro diez bonos con una condición que me consigan la firma de Magoya estampada en un bono". La expresión de ese profesor nos causó una gran molestia e indignación. Supo dominar la situación y nos explicó, como un hombre del pueblo humilde, se había transformado en revolucionario verdadero, respetado y querido por todo el frente guerrillero. Para nuestra sorpresa nuestro profesor de Biología Animal era el secretario general del PRV-FALN clandestino en la ciudad de Mérida. Al final nos compró el bono, y nos dijo: "ustedes y que no quieren usar para la campaña de elección estudiantil las boinas"? Era la peor confección en prendas de vestir que había visto en mi vida, expreso "úsenlas que fueron elaboradas por las compañeras de la bananeras que están en huelga". Ese mismo día nos enteramos con muchos detalles como el comandante Magoya en la guerra de guerrillas se formó como revolucionario autentico. En toda su trayectoria nunca traiciona a ningún camarada, no abandono a su tropa cuando algunos "comandantes" dieron la orden desde Paris o Cuba "sálvense quien pueda". Discrepo en su momento sobre la falta de un plan estratégico en la lucha armada. Compartió puestos de batallas con el General Ochoa el cual lo considero como un hombre de gran valor.
Entre las cosas más hermosas que decía el Comandante Magoya: "que el tenia cedula gracias al presidente Chávez" y que "tubo un sustico al ir a sacarla". Sentía una gran admiración y aprecio por todo lo representada el proceso revolucionario dirigido por el comandante supremo.
El Comandante Magoya podría tener horas de conversación interminables con campesinos, intelectuales, gente común siempre con la misma intensidad y humor. Su expresión clásica "Milagros el café para los muchachos que esta conversa se puso buena". Nunca tuvo un proyecto individual de vida, por el contrario siempre expresaba su inconformidad por la falta de atención al campesino, por los entes del estado. Compartía con sus compañeros los recursos que tenía. En su casa siempre se consumía los frutos de urupagua con cocui de penca (el que no tomaba licor residía su regaño). Siempre decía que gracias a su "estampa de campesino pasaba desapercibido".
Recuerdo la expresión del siempre recordado Carmelo Labori cuando serví de enlace entre estos dos grandes revolucionarios, para un encuentro en la casa del Comandante Magoya. Me digo "Mario este encuentro para mi será inolvidable, no podía morirme sin conocer a Magoya". Solo respondí misión cumplida.
El Comandante dejo un camino, hecho con mucho esfuerzo, inmensos afectos se expresaron por su partida física. Ese día la FALN volvió a sembrar de esperanza a este pueblo. Fue un recuentro de factores progresista, con miras de fundar un Estado socialista que este pueblo clama. El día de su muerte oí a miembros de la FAB, inclusive a un general amigo la siguiente expresión: "mi Comandante Magoya", lo cual se cristalizo la unión cívico-militar para siempre.
