No conozco detalles sobre el costoso SPA en Miami que se dice es propiedad de la sifrina ex diputada chavista Iroshima Bravo aunque las fotos la quieren vincular con esa privilegiada comunidad de falsos revolucionarios venezolanos que viven inexplicablemente como empresarios capitalistas en la ciudad de Miami.
Ver foto: https://www.instagram.com/p/BDC0Yv1TXiYCQyGi0k34ED-lUrd_9pCKRN8V1I0/
Lo cierto es que hay otro tipo de chavistas en Miami haciendo una labor realmente revolucionaria que nada tiene que ver con disfrutar de fortunas en dólares de origen desconocido sino defender el proceso bolivariano sin pedir a cambio nada material.
Un video dice más que mil palabras...
Ver video: Jesús Silva en Miami (dicembre 2015) defendiendo al chavismo a pesar del fracaso electoral del 6-D: https://www.youtube.com/watch?v=_cQSZsOOSwk
Lo anterior debe ser puesto en contexto y merece explicación. En 2015 se le pidió al pueblo chavista que quemar o tirar a la basura sus visas americanas. Fue una invitación extraña, pues la mayoría de nuestro pueblo es chavista sin enchufe, o sea, no tiene visa porque viajar a EEUU sin cupo CADIVI es demasiado costoso para quien es asalariado o sobrevive con pequeñas actividades por cuenta propia (matando tigres).
Los chavistas sin enchufe andamos solos y dispersos. Somos románticos que defendemos la revolución sin ganarnos un centavo con ella. Sin embargo, en vez de respetarnos o apreciarnos, los jalamecates que viven cerca de los poderosos nos tiran piedras por criticar y no adular. Aporrea es la casa de los chavistas sin enchufe, con uno que otro coleado del bando contrario que busca sembrar intriga para dividirnos y neutralizar nuestra voz de condena a la burocracia.
A pesar de las crecientes dificultades económicas que golpean a Venezuela y que causaron la terrible derrota electoral de las elecciones legislativas 2015, muchos todavía seguimos defendiendo el actual régimen de gobierno (no por fanatismo hacia nuevos próceres) sino con la esperanza de que la dirigencia enderece su rumbo y sirva como instrumento para hacer realidad la revolución bolivariana, es decir, una Venezuela de igualdad social, sin pobres y sin excluidos.
Por tales razones y por iniciativa propia, poco después de la comentada derrota electoral del 6-D, cuando muchos andaban mudos o escondidos, una vez más dimos la cara; no precisamente en canales de TV donde sobran propagandistas y jalamecates diciendo que todo marcha bien en la Patria sino en la televisión del Imperialismo Yanqui, desde donde siempre nos llaman para debatir, no porque seamos monedita de oro, sino porque saben que no tenemos miedo y asumimos papeles difíciles.
Algunos decepcionados (de esos 2,1 millones de ex chavistas que no votaron el 6-D) nos escriben: "Jesús Silva, no te rayes más con el gobierno de Maduro, deja de defender lo indefendible, además ellos no te paran bola". En respuesta a esos ex revolucionarios que tiraron la toalla y que mañana votarán por la oposición, les dedico el video al inicio de este texto.
Pero son los chavistas enchufados quienes si se fueron o están por irse personalmente a Miami en avión, son los que no lloraron con la derrota electoral sino que sacan cuenta para llevarse sus privilegios mal habidos a otra parte del planeta cuando el gobierno chavista caiga definitivamente, ya no perdiendo la Asamblea Nacional sino la Presidencia de Venezuela.
Se trata de personajes de guayaberas rojas de lino que cuestan no menos de 100 mil bolívares cada una y a la vez ocupan altos cargos en el Estado, confiesan su admiración por el modelo norteamericano mediante viajes frecuentes a EEUU, poniendo a sus hijos a estudiar en el norte así como abriendo cuentas bancarias y comprando inmuebles en ese país.
Hemos dicho que el chavismo no es uno sólo, pues su verdadera división no es entre las corrientes de Maduro o de Diosdado, sino una basada en clases sociales: Hay un chavismo de smoking y otro que es proletario y anda en chancletas. Este último es el que el PSUV necesita para volver a ganar elecciones. No muerdan la mano que los alimenta.