Ya lo sé, no son recomendables establecer paralelismos históricos o comparaciones un tanto disparatadas. Sé que cada sociedad –como los seres humanos-- es irrepetible, que las condiciones varían, está bien, que cada realidad política, económica y social tiene una entidad no trasladable a otro escenario. Pero de que los procesos históricos tienen ciertas similitudes generales eso no lo podemos negar y no precisamente porque "unas sociedades sean el espejo de otras", como erróneamente pensó Marx.
Cuando leí la entrevista que le hicieron a Pérez Abad, Vicepresidente del área económica, en el diario El Universal, sobre las políticas del gobierno nacional, de manera especial sobre el sistema cambiario decidido por el Presidente Maduro, no resistí la tentación de relacionarlo con el reformista chino Deng Xiaoping. ¿Por qué? Veamos las relaciones que encontré en los dos momentos históricos, la revolución china y "el proceso" bolivariano.
China atravesó una crisis económica profunda a partir de la llegada al poder de Mao y el partido comunista. Durante algún tiempo vivieron una cruenta guerra civil y la desaparición física de la incipiente burguesía capitalista. Posteriormente, ya consolidada la hegemonía de los comunistas, las decisiones económicas de Mao –el salto adelante y la revolución cultural-- sepultaron el bienestar colectivo por década enteras. Mao y el grupo de dirigentes chinos, de alguna manera, repitieron la experiencia rusa: un socialismo a marcha forzada, sin respeto a los derechos humanos y presidido por una burocracia esclarecida y privilegiada. La muerte de Mao hizo posible una oportunidad para corregir algunos entuertos.
Deng Xiaoping, dirigente comunista desde los inicios de la revolución, por oponerse al "líder fundador" fue enviado al exilio político y estuvo a punto de morir al igual de cientos de millones de ciudadanos de su patria. Como decimos en nuestros lares, al no estar Mao, "en eso llegó Deng y mandó a parar" el desastre económico y político en su país. Sin cargos públicos notorios y sin presidir el partido de la revolución, dirigió el proceso que posteriormente se denomina "liberalización de la economía socialista", ideó un híbrido que los rusos (en la época de Lenin) ya habían transitado con el nombre de la NEP (Nueva Política Económica), que no es otra cosa que permitir que la "economía de mercado coexista en el socialismo con la economía estatal y planificada". Sólo que Xiaoping fue más allá que los bolcheviques, quienes por cierto se asustaron y también "mandaron a parar" a la NEP al estilo de Stalin: no quedó ni rastros.
Los chinos fueron "tan allá" en eso de economía de mercado que inventaron una consigna: "una país, dos sistemas": socialismo y capitalismo. Desde esa época no han parado y algunos pensamos que los chinos no están construyendo socialismo alguno, pero ese también es otro tema espinoso y candente entre los socialistas que vivimos en el siglo XXI. Pero resumamos: Deng Xiaoping para superar el debacle económico heredado del "líder máximo de la revolución" permitió el crecimiento de una economía capitalista con sus respectivos burgueses. Un dato: es en China donde surgen más integrantes del selecto club del 1% más ricos del mundo.
Deseo resaltar las semejanzas, vean lo que dice Pérez Abad: "Los empresarios venezolanos van a traer productos y van a abrir sus líneas de crédito una vez que abriéramos la ecuación cambiaria. Entonces, ya tenemos allí gente que estaba esperando que le abrieran la puerta y hay grupos procediendo a liberar importaciones…" El periodista del diario no pudo dejar de notar el "cambio en el discurso" del alto funcionario oficial: "Por primera vez en mucho tiempo, en el Gobierno se habla de mercados, ley de oferta y demanda, cadenas productivas y de inversionistas. Es el lenguaje que maneja Miguel Pérez Abad, cuando explica los nuevos sistemas cambiarios…"
Ahora bien, ¿hacia dónde nos conduce este cambio? Seguramente los acontecimientos en pleno desarrollo aclararán el asunto este mismo año. Termino con una inocentada: ¿existirán capitalistas venezolanos que acompañen a Pérez Abad y a Maduro?
