Cosas no Contadas

La psicosis en la oposición

En estos días ocurrió algo que vi en un programa de opinión que trasmite VTV en horario nocturno. El programa en cuestión, trasmitió imágenes de una "marcha pacífica" que según la llamaron los personajes, quienes dicen tildarse de líderes en ese caldo de cultivo llamada "Mesa de la Unidad". En la transmisión del mismo se presenció el más brutal y despiadado acto de misoginia psicótica contra mujeres que cumplen el resguardo de la seguridad pública, como son las damas policías de la Policía Nacional Bolivariana.

Por ello recurrí a leer sobre la conducta y comportamiento humano. Este tema me pareció ajustado para darle una interpretación de los hechos ocurridos. Aclaro que los conocimientos que tengo los adquirí en materia educativa en mi querida Universidad de los Andes victima de múltiples atropellos de los derechos humanos de la cuarta República por parte de la policía pretoriana de la derecha de ese entonces.

Pues bien, veamos el concepto de psicosis. Resulta polémico que desde sus inicios la psicosis era entendida como un proceso relacionado con una posesión divina. Recién en el siglo XVIII es considerada cosa de enfermos, lunáticos (con temor al contagio y la condena al aislamiento). Es en este punto donde el psicótico pasó a ser objeto de estudio. Así la psiquiatría intentó transformar racionalmente los síntomas en signos objetivos, dando lugar a la intervención e investigación neurofisiológica y la psico-farmacología.

En el siglo XX es cuando se intenta dar una perspectiva diferente, como es el caso del psicoanálisis, que lejos de reducir los signos a síntomas con que la clínica psiquiátrica intentaba capturar su objeto de conocimiento como es el estudio clínico. En general se habla de las psicosis (en plural) porque se incluye un abanico de problemáticas (esquizofrenia, paranoia, melancolía, catatonía, delirios, entre otros trastornos) En lo clínico, considera a la psicosis como una entidad independiente. Por una parte se mencionan características consideradas tradicionalmente psicóticas dentro de la categoría de "Trastornos de personalidad" en la cual se enumeran una serie de subcategorías cuando aparecen manifestaciones que no son exclusivas de una esquizofrenia o de síntomas psicóticos.

Por ejemplo, el "trastorno paranoide de la personalidad" manifestado por desconfianza en las intenciones de los demás, interpretándolas como maliciosas, por ejemplo por sospechas de que los demás van a aprovecharse de ellos, o les van a hacer daño o a engañar, preocupaciones y dudas por la lealtad o fidelidad. Presenta rencores y percibe ataques hacia sí mismo que no son aparentes para los demás.

El "trastorno esquizoide de la personalidad" cuando se escoge actividades solitarias, y alejadas de las relaciones personales o familiares, sin amistades y con un escaso interés de tener experiencias sexuales con otra persona. Por ello, El "trastorno esquizotípico de la personalidad" con ideas de referencia, creencias raras, pensamiento mágico, pensamiento o lenguaje raro, experiencias perceptivas inhabituales, incluidas las ilusiones corporales, suspicacia o ideación paranoide que están presentes en algunos parlamentarios de la derecha venezolana.

La Esquizofrenia, se caracteriza por presentar al menos dos de las siguientes características: ideas delirantes, alucinaciones, lenguaje desorganizado (descarrilamiento frecuente o incoherencia), comportamiento catatónico, y síntomas negativos (aplanamiento afectivo, abulia, alogia). Sin embargo, al hablar de psicosis nos referimos al conjunto de ideas delirantes extrañas, o se trata de una voz que comenta continuamente los pensamientos o el comportamiento del sujeto, o si dos o más voces conversan entre ellas, ejemplo un parlamentario opositor oyendo al presidente de la Asamblea Nacional Ramos Allup. En este sentido se manifiesta una disfunción social y laboral. Lo que rompe con la idea tradicional y aceptada por muchas personas del campo "Psi" (psicología, psiquiatría, psicoanálisis, etc.) de considerar a la esquizofrenia como una psicosis.

No se considera esquizofrenia si la causal es por el consumo de sustancias o de una enfermedad médica asociada o a los trastornos ezquizoafectivo y del estado de ánimo. Entonces tendríamos que la esquizofrenia se subdivide según la sintomatología predominante en el momento de la evaluación médica: Tipo paranoide (preocupación por una o más ideas delirantes o alucinaciones auditivas frecuentes, y si no hay lenguaje desorganizado, ni afectividad aplanada). Tipo desorganizado (con lenguaje desorganizado, comportamiento desorganizado y afectividad aplanada). Tipo catatónico (inmovilidad motora manifestada por catalepsia, o actividad motora excesiva, negativismo extremo o mutismo, o con movimientos estereotipados o por adoptarse posturas raras o ecolalia o ecopraxia)

Trastorno indiferenciado (cuando no se cumplen ninguno de los tres subdivisiones anteriores, paranoide, desorganizado o catatónico). El residual (cuando hay ausencia de ideas delirantes, alucinaciones, lenguaje desorganizado y comportamiento Catatónico o desorganizado, salvo que estén presentes en forma atenuada).

En cuanto a la esquizofrenia se evalúa el curso longitudinal (con síntomas residuales inter episódicos; o episodios sin síntomas residuales, o continuos, o en remisión parcial o total que sigo insistiendo padecen miembros del curul legislativo nacional. De tal manera, el Trastorno psicótico breve denomina así al cuadro cuando se dan uno o más de los siguientes síntomas: ideas delirantes, alucinaciones, lenguaje desorganizado, comportamiento catatónico o desorganizado durante episodios inferiores a un mes. Desde esta perspectiva se distingue cuanto tiene o no desencadenamiento grave. Por otro lado, el Trastorno psicótico compartido se refiere a este trastorno cuando se da entre dos personas o mas con una estrecha relación, es el caso sigo insistiendo del conclave opositor.

Trastornos bipolares (Made in USA for Export) se enmarcan dentro de los "Trastornos del estado de ánimo" inducidas por la TV, radio y las TIC (Tecnologías de la Información y comunicación). Se trata de episodios o síntomas hipomaníacos o depresivos alternados, o mixtos, que provocan un malestar clínicamente significativo o un deterioro social, laboral, o de otras áreas importantes de la actividad del individuo (aquí hay que leer porque el manual gringo dice que no se trata de psicosis ni de esquizofrenia, sino de hechos naturales del individuo). Se debe especificar si se evidencian síntomas catatónicos, la gravedad del hecho (leve, moderado, grave, en remisión parcial o total); la longitud del episodio (con patrón estacional, o de ciclos rápidos).

Dentro de este trastorno bipolar, se especifica el "trastorno bipolar" utilizado para designar únicamente al primer episodio de manía, o el episodio bipolar más reciente tanto de hipomanía como depresivo. Para las demás ocasiones se habla de "Trastorno bipolar" considerado cuando hay presencia o historia de uno o más episodios depresivos mayores, o hipomaníacos. Cabe considerar al "Trastorno ciclotímico" (numerosos períodos de síntomas hipomaníacos y numerosos períodos de síntomas depresivos que no cumplen los criterios para un episodio depresivo mayor).

El Trastorno delirante, Ideas delirantes o extrañas durante al menos un mes (si es que no interviene un tratamiento) pero no se cumple el criterio de esquizofrenia. Excepto por las ideas delirantes o sus ramificaciones, la actividad psicosocial no está deteriorada de forma significativa y el comportamiento no es raro ni extraño. Se especifica el tipo erotomaníaco (idea delirante que otra persona está enamorada del sujeto); grandiosidad (ideas de exagerado valor, poder, conocimientos o relación especial con la divinidad o personas famosas); celotípico (ideas delirantes de que el compañero sexual es infiel), persecutorio (ideas delirantes que la persona o alguien cercano está siendo perjudicada de alguna forma); somático (ideas delirantes que la persona tiene un defecto físico o enfermedad médica); mixto (uno o más de los tipos anteriores) y no especificado.

El psicoanálisis divide la psicosis en paranoia, esquizofrenia y Melancolía. Como no considera una estructuración subjetiva como un conjunto de síntomas típicos, sino como un posicionamiento estructural, estas subcategorías, resultan amplias. Desde una perspectiva psicoanalítica, se habla de tres categorías nosográficas principales: psicosis, neurosis y perversión. En este sentido cabe diferenciar al psicoanálisis francés de otras posturas, por ejemplo de aquellas que sostienen una linealidad continuada de patologías de las cuales es posible entrar o salir de cada una de ellas.

En el caso psicoanalítico se plantea una seriación de las estructuras, por lo que la constitución subjetiva de un sujeto, en este sentido, no es modificable. Esto da lugar a muchas confusiones entre las personas no familiarizadas con el psicoanálisis, porque el psicoanálisis no sostiene entonces la salida de estas estructuraciones básicas sino diferentes maneras de situarse en estas relaciones subjetivas. Se trata entonces de los modos que una persona encuentra de ubicarse frente al Otro, frente a la significación y la constitución subjetiva del mismo. Para entender esto es preciso distinguir que la psicología tradicional realiza sus diagnósticos a partir de sucesos fenomenológicos observables, como por ejemplo mediante una descripción de comportamientos al modo de los manuales diagnósticos. El psicoanálisis parte de una base organizativa mayor por lo que los rasgos sintomáticos no bastan para definir una estructura. Por otra el psicoanálisis cuestiona la distinción normalidad – enfermedad tradicional por considerarla dependiente de la connotación médica, debido a que bajo una lectura psicoanalítica, todas las personas presentarían un posicionamiento en alguna de las tres grandes categorías.

Se parte así de un origen lógico en relación a la dinámica edípica, y una fuerte concepción teórica pero de difícil apreciación por parte de aquellas personas (profesionales o no) que no se encuentran familiarizadas con la lógica teórica ni con la terminología característica del psicoanálisis. Por ello las estructuras básicas dependen de una relación simbólica en la dialéctica también simbólica del paso edípico del ser en la importancia significante en relación a la falta y la identificación del Otro (significante fálico). Planteado así, se parte de momentos lógicos cruciales y determinantes en la constitución del sujeto, y de diferentes maneras según las cuales un sujeto se relaciona o no con lo simbólico y estas apreciaciones. Así cobra importancia la posible intervención del significante llamado paterno (no del padre real) y su intervención en la dialéctica.

En este sentido las tres grandes vías estructurales como son en primer término la neurosis se reprime la significación primordial, reservándose entonces el término utilizado por Freud característico de la estructuración neurótica Represión. Esta estructura está Basada en inscripción de la función significante como punto de origen. La neurosis se describe en relación a la función simbólica relacionada con la instancia de demarcación de una legalidad en relación a la triangulación edípica (significante nombre del padre).

En conclusión, la terminología clínica que se emplea para el estudio de este caso es amplia sobre la psicosis y la neurosis. Cabe señalar que son términos diferentes pero se asocian para el estudio clínico del individuo.



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Marco Pedraza


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