ESTE MARTES 21 DE JUNIO PLAZA DESDE LA PALZA DIEGO IBARRA, EL SILENCIO HASTA MIRAFLORES
Entre el 18 y 21 de junio del año 2000, en San José de Barlovento, después de un largo proceso de construcción de un discurso desde las y los sujetos sociales afrovenezolanos durante dos décadas y con el vientre orgánico de la Fundación Afroamérica y de la Unión de Mujeres Negras de Venezuela, surgiría el primer núcleo articulador de las organizaciones afrovenezolanas, que llamamos para ese momento Red de Organizaciones Afrovenezolanas.
Con la participación de dieciocho organizaciones nace este primer esfuerzo articulador afro con el surgimiento del proceso bolivariano, teniendo como principal aliado al viceministerio de la Cultura, en primer lugar dirigido por el artista Manuel Espinoza y posteriormente por Farruco Sesto, quien poco entendió el carácter autónomo de este movimiento, como algunos entes gubernamentales y dirigentes no entendieron ni entienden todavía la diferencia entre movimiento social autónomo, partido y gobierno.
Sensibilizando al Gobierno Bolivariano
Pero fue inmediatamente después del golpe de Estado contra el presidente Chávez, en el año 2002, promovido por los mismos que hoy promueven la desestabilización de nuestro país, solo después de eso fue que el gobierno bolivariano comenzó a reconocer tímidamente nuestras propuestas, esbozadas en siete líneas estratégicas: A-inclusion en el censo nacional la variable afro; B-proponer un nuevo currículum en el sistema educativo bolivariano con inclusión de los aportes afro a nuestra diversidad e identidad nacional; C-promover una enmienda constitucional para reconocer el tema afro como componente fundacional de nuestro país en la carta magna, como ya lo han hecho Brasil, Colombia, Nicaragua y posteriormente Bolivia y Ecuador; D- impulsar la convención sobre la diversidad cultural promovida por Unesco para que la cultura no fuese reducida a un simple objeto de consumo y entertainment de las industrias culturales de la Organización Mundial del Comercio; E-la creación de espacios públicos estadales para la elaboración de políticas públicas hacia y con las comunidades afro; y por último: F-impulsar el Plan de Acción de Durban, emergido de la III Conferencia Mundial Contra la Discriminación Racial. Debemos reconocer que en ese proceso, el actual vicepresidente Aristóbulo Istúriz fue el aliado principal a nivel gubernamental del movimiento autónomo, quien en el 2007, en una asamblea en Barlovento, sugirió la importancia de la autonomía para controlar la gestión gubernamental hacia las comunidades afro.
De esos siete objetivos estratégicos, no se logró la enmienda constitucional en el contexto de la Reforma Constitucional del año 2007.
Nuestras propuestas a dicha reforma no fueron consideradas y al mismo tiempo la reforma constitucional en referéndum no fue aceptada por el pueblo.
El tema de la inclusión en el censo fue tergiversado al momento de hacer el mismo y aún se espera la implementación del plan nacional de Durban.
Para el año 2009 se logra un avance cualitativo al incluir en la ley de educación el tema afro, lo cual generó posiciones distintas en cuanto a su lucha por lograr ese objetivo, que marcó una diferencia cualitativa en cuanto a la concepción de autonomía del movimiento afro, pues algunos se plegaron a los dictámenes de algunos ministros que hoy están fuera del gobierno y otros asumimos la agenda originaria de autonomía en las perspectivas de críticas constructivas al proceso bolivariano, sin perder nuestra autonomía.
En el año 2011 se realiza el IV Encuentro Internacional Afrodescendientes donde se definieron algunas líneas estratégicas a nivel nacional y otras a nivel internacional.
A nivel nacional se propuso la creación del consejo nacional para el desarrollo de las comunidades afro y el Instituto Contra la Discriminación Racial, instituciones que necesitan urgentemente ser revisadas y actualizadas en el contexto de la situación de ausencia estadal que están viviendo muchas comunidades afro, y eso la ultraderecha lo sabe y está aprovechando para provocar desestabilización social y violencia programada como recientemente ocurrió en Cariaco, La Vega y otros sectores afro del país. Eso también se debe a la actitud prepotente de algunos alcaldes, gobernadores y dirigentes del partido de gobierno, que no escuchan a nuestras comunidades y no intentan resolver los problemas urgentes que están afectando a los más pobres.
En el 2011, el movimiento afro definió una línea clarita a nivel internacional que denominamos afroizquierda constituida por la articulación regional Afrodescendientes de las Américas y el Caribe, ante los avances de la afroderecha dirigida desde Estados Unidos y desde los sectores más reaccionarios de América Latina.
Ese mismo año también se instó a participar en el Foro de Sao Pablo, exigiéndole a los partidos de izquierda que en sus estatutos, tácticas y estrategias, incorporen la problemática afro.
El tema del decenio de los pueblos afrodescendientes fue una estrategia que en nuestro país se espera sea decretado ejecutivamente por el presidente de la república.
La marcha afrodescendiente
Para este 21 de junio, precisamente el solsticio de verano y en víspera de San Juan, las diferentes organizaciones como el Movimiento Autónomo Afrorevolucionario Juan Ramon Lug, constituido por las organizaciones RAV, ROA, Curanderos de Venezuela, Autóctono de La Vega, Cumbe Juan Ibarra, Afrodescendientes de Monagas, Mujeres afrguuireñanas, Asociación Marimba, Juventud Revolucionaria Afrodescendiente, Mujeres Afrozulianas, Movimiento de pobladores, Afroaragüeños, la Fundación Afroamérica y de la diáspora africana, así como la Fundacion Madera, Trenzas Revolucionarias, entre otras, están llamando a los afrodescendientes del país para una marcha este martes a partir de las 9:00 am con la finalidad de condenar la injerencia extranjera en nuestro país y en apoyo al presidente Maduro …pero también más alla de esa marcha, como expone Alexis Machado, hay que pasar a una nueva etapa de las luchas afrodescendientes, caracterizada por una segunda fase de realfabetizar al gobierno en la agenda afrodescendientes. No basta con participar sino también ser incluidos