Comienzo el presente escrito con palabras pronunciadas por el Comandante Hugo Chávez Frías el 9 de junio de 2002 en Pueblo Nuevo (El Chivo), capital del municipio Francisco Javier Pulgar del estado Zulia, donde manifestó que: "La Constitución manda, el constituyente es sabio, el dueño del poder es el pueblo y nadie se lo va a expropiar, más nunca se lo va a expropiar".
Además el Comandante en innumerables ocasiones con frases del padre de la patria Simón Bolívar, quien es timón y guía de los venezolanos, indicó aquella frase del congreso de angostura: "Dichoso el ciudadano que bajo el escudo de las armas de su mando, convoca la soberanía nacional para que ejerza su voluntad absoluta."
Pensamientos que sirven de apoyo a lo estableciendo en el artículo 70 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, donde se dispone que el referendo y la revocatoria del mandato son un medio de participación y protagonismo del pueblo en ejercicio de su soberanía, siendo de carácter obligatorio al activarse mediante la voluntad expresada por el soberano, surgiendo a partir de ese momento no como una opción sino como un derecho.
Por ende, la soberanía popular no puede ser obstaculizada por ninguna instancia o persona, y mucho menos bajo manipulación de normas dirigidas a impedir que sea realmente el pueblo quien determine su destino. El carácter administrativo de un procedimiento no puede estar nunca por encima de la Constitución, y todo retardo o formalismo no esencial va contra un pueblo que demanda participación.
En tal sentido, para quienes nos formamos bajo la firme convicción que la voluntad del pueblo y el ejercicio de los medios de participación y protagonismo constitucionales son la fuente originaria de legitimidad para toda instancia política, ante cualquier desviación sería contrario a la ética adoptar una actitud pasiva. Más aún cuando por la defensa del pueblo irrumpimos en un movimiento revolucionario, reconociendo que fuimos uno de los responsables en la defensa del pensamiento bolivariano.
La solicitud de un referendo no es ir contra el legado de Chávez, por cuanto fue éste quien en todo momento lo propulsó y defendió, concibiéndolo como la forma más idónea de someter a evaluación una gestión de gobierno, sobre cuyos efectos o resultados en el caso venezolano su pueblo ha venido manifestando reiteradamente el descontento existente, debido a la manera errada y convencional de dirigir la Patria de Bolívar, encontrándose alejada totalmente del conjunto de acciones que enarbolamos y ejecutamos como grupo ideológicamente formado. Debemos someternos obligatoriamente a una verdadera evaluación, que lejos de debilitar el proceso revolucionario lo fortalecería, asumiendo como guía al Presidente Hugo Chávez Frías quien reconoció sus errores y en todo momento procuró la revisión, rectificación y reimpulso de la revolución.
Oponerse a la realización del referendo es ir contra la Constitución. Evaluar un gobierno es un derecho del pueblo, quien es el único calificado para determinar si la máxima dirección gubernamental está cumpliendo con sus deberes o le ha dado la espalda al mismo. Esta evaluación de gestión es visible y han motivado la aplicación del mecanismo constitucional del referendo revocatorio por falta de políticas públicas efectivas siendo las más evidente entre otras, las siguientes: errada gerencia para garantizar los alimentos mínimos requeridos para el pueblo, convirtiendo su adquisición en una odisea para más del 80% de la población venezolana, ausencia de los principales medicamentos necesarios para atender la salud de nuestra sociedad, generando esto perdidas de vida irreparables para sus deudos, ausencia de una eficiente política de seguridad que genere tranquilidad a la población y evite además la pérdida de vidas. Todos estos elementos son esenciales para una sociedad justa, y que se profundizó su ausencia por la presencia de la corrupción que se evidencia en la perdida de estos derechos básicos en nuestro país.
Debiendo tenerse siempre presente que revolución es un pueblo participando por cuanto es su razón de ser, es el respeto a sus valores, es el respeto a su vida, y la búsqueda de la suprema felicidad social.
El soberano es quien impone las decisiones, no una representación alejada de su sentir, basta de seguir permitiéndose pretensiones individualistas, rectitud y defensa del poder popular es no traicionar el legado de Chávez.
Clíver Antonio Alcalá Cordones
C.I. 6097211