Billete de a tres

El mundo naturaleza creo la verdad y la mentira, lo positivo y el negativo, el varón y la hembra; todo en duplo, pero el ser todo lo altera, entonces nacen los impares. Se dice que entre lo zurdo y derecho hay contraposiciones desde los dos hemisferios del cerebro, ahí radica la disyuntiva, el pensamiento es volátil e impredecible. Pero en el argot político un billete de tres es algo fuera de serie y no por su lealtad a la idea; su mejor demostración tuvo cuerpo y vida en la imagen y figura de Jóvito Villalba su padre original en política venezolana. Pero uno se pregunta: ¿Cuántos Jóvitos habrá en la actualidad? Tanto en la jerga política como en lo rutinario se manifiesta esta falsa en la convivencia, al día de hoy observamos infinidades de billetes de tres impresos en el quehacer de la revolución; y ha de ser mucho más preocupante que su manejo dentro de la derecha, tiene sello original de fabricación desde sus inicios, mas, no se podría negar un gran auge en el nuevo constructo de izquierda en donde proliferan a tres por locha, segunda pregunta: ¿A qué razón se debe, por qué es permisible, o es qué acaso es una instrucción aniéblale no reprochable? Vivir la naturaleza política buscando la cercanía de la verdad es un mérito y zafarse del perjurio de la falsedad es una virtud propia e único pensamiento zurdo; billetes originales política de construcción, así ha de ser y sin tapujos.-

A pan y agua

Deriva este título de los proverbios del pueblo que ajusta cuenta al malhechor; y valga mencionar en esta ocasión al contrario político pelucón dado a la tarea de entregar la patria al enemigo por unas cuantas lochas dolarizadas. Ninguna revolución escapa de la violencia por mínima que llegue a ser en el espíritu de lucha; y por eso, nuestros abuelos decían: al real enemigo a pan y agua. La actualidad de la guerra económica y sus conexos nos demuestra de forma contundente cuales y quienes son los contendientes internos y el enemigo imperial gringo; no sobre cedernos del altruismo político democrático sería parte de un buen consejo, otro decir de los abuelos: bueno es culantro, pero no tanto, hemos exagerado el contenido democrático, y no es que esté mal, pero, la estrategia amerita de razón y fuerza = >astucia<riesgo que equivale a seguridad integral, muy necesaria para el procedimiento y progresar de las funciones de una revolución en marcha. Poner a pan y agua al opositor agresor significa no darle concesiones, éstas por general se revierten en culillo para nuestra garganta, esa experiencia ya la hemos vivido, no hemos aprendido de ella y seguimos cometiendo el error y nos hacemos creer, somos estrategas.-

Valencia, 23 de julio de 2016

 

 



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Omar Ignacio Pinto


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