La política, el político y la porquería

La política es una forma o un acumulado de lineamientos prudenciales, que se aplique a un proceso para proveer una decisión conveniente, con lo que los políticos, en los procesos y unidades, requieren para gestionar las actividades que se necesite para y hacia, el bien común.

Entendiéndola de esta forma, e interpretarlo positivamente, la política debería ser una bendición para todos los terrícolas racionales. En el lado negativo, es cuando un mortal, se viste con el triunfo electoral, transformándose en político. El político evoluciono el bien, hacia el mal, la palabra política, fue, es y será violada, tergiversada, mancillada y desprestigiada, constantemente por el hombre o mujer, a quienes la sociedad, les confió y votaron por ellos. El bien común desaparecerá, floreciendo solo los intereses personales, cupulares, familiares y claro está, pagar la deuda o promesa a sus capitalistas e insaciables patrocinadores.

En nuestro planeta como de costumbre, la inmensa mayoría de los políticos en general, sean oficialistas u opositores, se enriquecieron por obra de magia, mientras aquellos quienes se quedaban fuera del guiso político, simplemente esperaban pacientemente la temporada de sequía, haciendo la larga cola para la próxima contienda electoral. En ocasiones, sucede la más cobarde y bajeza que un político pudiese llegar hacer, la porquería. Dolorosamente nuestra nación es un gran ejemplo de ello. Como un malcriado niño; sino juega no presta la pelota o peor aún, sabotea el juego, para que nadie pudiese jugar.

En el caso de nuestra oposición, quienes devastaron por todos los frentes a la nación, simplemente porque no se encuentran dentro del guiso, inclusive sus desesperaciones los impulsan hacer lo inimaginables. Por otro lado se encuentran los oficialista, algunos son incompetentes por no haber logrado confrontarlos o anticiparlos a tiempo, otros se encuentran ocupados, en pleno guiso y los verdaderos estarán combatiendo sin cesar las constantes dificultades. Lo más insólito, todos se pintan de buenos, victimas, inocentes, patriotas o amante del pueblo, pero en realidad la gran mayoría son traidores a la única patria, que es de todos o a la honorable revolución que es de y para la república.

En el ámbito sudamericano, la felonía es aún mayor, más costosa y dolorosa. Luego de casi dos décadas de valentía, constantes sufrimientos, cuantiosos sacrificios, confrontaciones internacionales, guerras por todos los semblantes existentes, molestias a los banqueros mundiales, muchos diabólicos cotejos, golpes de estados, guerras económicas y lo peor de todos, los traidores de la patrias. Todos estos enjambres solo pretendían, pretenden y pretenderán dividirlos y desunirlos para debilitarlos y saquearlos individualmente.

Con esta unión que se hacía cada vez más contundente, gracias a los grandes políticos sudamericanos, que bracearon grandes océanos para soñar en la gran potencia que todos queremos, estamos en la orilla para lograrlo. Pero una minoría de los obtusos políticos, sumisos y muy obedientes a sus manipuladores y ricachones patrocinadores imperiales, rechazan conscientemente, el bien común y la envidiable y autonomía que pudiesen llegar a ser siendo unidos y libres. Solo la hermana Colombia, que pretenden ser Israel de américa latina, dicho por el mismo Santos, su rol es idéntico a estado sionista, dividirlos, confrontarlos, generando caos internos, y obrar para el malnacido imperio maligno. (Divides y reinaras).

EEUU, practica el lado obscuro de la porquería exterior y últimamente en el interior con los florecimientos y renacimientos raciales. Se burlan, destruyen, saquean, masacran, violentan y someten, a sus contrincantes, (países quienes no se someten a sus caprichos) cobardemente huye de sus responsabilidades, negando siempre su participación, pero descaradamente son descubiertos casi en todas las oportunidades, aun así lo niegan sin moral o la más mínima ética, obstaculizan su intervención. Por un lado, declararon la guerra al terrorismo, que ellos mismo crearon, mientras en la realidad cobardemente por otro lado les suministran, entrenan y los patrocinan.

Este juego político es la guerra de hoy, sanciones económicas, actos de terrorismos flameados con banderas falsas, manipular el mercado monetario, destrozar los colores de las revoluciones, utilizando balas y municiones verdaderas, lo catalogan guerra suave, pero mueren millones de seres humanos, cataclismos intensivos, refugiados masivos y abundantes casos.



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Jaled Ali Ayoub Bazzi


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