Breves propuestas sobre la guerra económica

Se está poniendo interesante la respuesta a la guerra económica. Aunque aún hay puntos flacos, se notan avances que hay que resaltar, estimular. Esto a pesar de torpezas que también hay que hacer notar para corregir, como decir que en un mercado como el de Guaicaipuro encuentran sobreprecio de hasta un 70%. Con eso pueden generar una avalancha de gente corriendo a comprar allá, si el sobreprecio es SOLO de 70%, cuando quienes hacemos mercado vemos cosas como medio Kg de arroz en el mercado libre de Maracay después de la visita del SUNDDE a Bs 2.500,00. Repito, medio kilo. No me lo contaron, lo vi yo este martes 23 de agosto.

Pero hay que destacar una mayor presencia oficial inspeccionando, incautando productos, castigando donde hay que castigar, poniendo orden. Gobierno gobernando. Bien por la Gran Misión de Abastecimiento Soberano, está arrancando con buen pie. Ver en tv a unos militares abriendo a mandarriazos las puertas de un hotel guarida de terroristas económicos (bachaqueros) le levanta el ánimo al más desanimado. Eso hay que repetirlo donde haga falta y mostrarlo. La gente necesita ver carácter, no debilidad. Nos han golpeado muy duro y, o ponemos orden o nos van a golpear más duro.

Empresarios reuniéndose con el sector oficial, poniéndose de acuerdo en temas que permitan la sostenibilidad de la producción y ejerciendo por la parte oficial un mayor control sobre la distribución, la posibilidad de importar algunas cosas que deben importarse, dada la aún moderada pero sensible recuperación del precio del petróleo, han contribuido a que cada vez se estén viendo más productos que estaban desaparecidos. Los aumentos en los ingresos de los trabajadores muestran que, a diferencia de los gobiernos anteriores, ahora el ejecutivo se pone del lado de la mayoría del Pueblo. Eso es indudable y hay que resaltarlo. Ver a la gente haciendo jabones o moliendo su maíz habla de Pueblo guerrero que no se entrega. Las iniciativas ciudadanas de llamar a boicotear productos a precios especulativos demuestran que cada vez hay mayor madurez y disposición a la participación de parte de la población. Ya de hecho se ha logrado reducir precios en productos como la carne, ante la baja del consumo. Esas iniciativas deben ser apoyadas.

Hay algunas cosas que se pueden hacer para seguir contribuyendo a poner orden. Una es que el gobierno emita una disposición que OBLIGUE a los supermercados a colocar los productos en los anaqueles. Prohibir la venta en paletas. Una cosa es un negocio de venta al mayor y otra cosa es un supermercado. Este último vende al detal y deben colocar sus mercancías en los estantes. La venta en paletas contribuye a la sensación de escasez, de alarma. Da casi risa ver anaqueles vacíos y la gente abriendo los plásticos en las paletas. Esto es denigrante, debe ser evitado por respeto al consumidor. Igualmente no se debe permitir que cierren los supermercados al público que va a comprar otros productos, como hacen en algunos lugares. Esta semana vi en dos locales en Maracay que cierran el negocio atendiendo solo a quienes iban a comprar dos o tres artículos escasos. Yo iba a comprar frutas y no pude. No sé donde está la racionalidad de esos comerciantes. Y digo de los comerciantes, porque fui a un tercer lugar, donde también vendían productos "sensibles", como les dicen, pero sí permitían comprar otras cosas, o sea que no es el gobierno quien los cierra.

Pero hay otra propuesta que me parece más importante. Se le ha dado vueltas a la venta de productos "sensibles" que se venden según el número de cédula, pero eso no necesariamente evita la compra por bachaqueros en más de un lugar el mismo día, y obviamente no reduce las colas. Incluso compran al mismo tiempo en diferentes locales con cédulas fotocopiadas y plastificadas. Si ya existe un sistema nacional integrado de facturación (las facturas fiscales del SENIAT) asociado al número de cédula, se pudiera implantar un esquema de compras mensual de esos productos, limitando la cantidad por período de tiempo. Eso es mejor que limitar el lugar de compra, porque limitando el lugar, si ud. está de viaje no puede comprar fuera de su jurisdicción lo cual es injusto. Así se pudiera contribuir a disminuir las colas, ya que al limitar la compra de esa manera es más difícil que alguien compre en exceso, lo que permitiría mayor disponibilidad de productos y poco a poco bajaría la presión por adquirir esos bienes. Se trataría de una lista determinada de productos con una determinada presentación de la cual a uno mensualmente solo se le pudiera facturar una cantidad previamente establecida. Por ejemplo, con mi cédula compro en un negocio 6 Kg de harina de maíz, no se me puede facturar EN NINGUNA PARTE hasta pasar el mes. Así dos litros de aceite, dos pastas de diente, por citar ejemplos. La propuesta es integrar la GMAS con el SENIAT para generar dicho sistema. Tienen la palabra los informáticos.

Por último el tema de la presentación. Los menos jóvenes recordarán la compra en la bodega de la panelita de margarina, el frasco pequeño de mayonesa, la latica de aceite, la bolsita de detergente. Nos quejamos y mostramos hasta una cuña criticando la simplificación de la producción, pero no hacemos nada al respecto. Se debería obligar a las empresas productoras de ciertos rubros a producir una determinada proporción en presentaciones menores. Incluso reconociendo que proporcionalmente el costo del empaque debe ser considerado, pero eso ayudaría a tener acceso a productos a mayor cantidad de población. Hacer la crítica no tiene sentido si como Estado no aplicamos los correctivos.

Son propuestas para la discusión.

jaap599@hotmail.com



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