Fuerzas del estado chavista al servicio de la guerra de la MUD

Hace días por acá en el Táchira, incursionó Iris Varela, venia a poner orden, al desorden político a que nos tiene sometido el jefe político del PSUV. Luego de decir tres cosas allí y darse tres vicisitudes mas allá, el jefe de por aquí se quejó ante el gran jefe, de la intemperancia de esta líder y, para mediar el impase, el Presidente, con cara de no buenos amigos, los sentó a los dos a su lado y mostró por televisión, que estos eran panas, e iris no volvió a asomar su largo pico por estos lares.

Ante este atropello mediático, que ataca cualquier inteligencia mediana, comprendí que este es un país paradigmático, acá puede pasar cualquier vaina y, es tan así, que en estos trajinares de lucha contra la guerra económica, los beligerantes sociales hemos sentido, en cada escalera, en el vericueto de cada calle, el ataque de la ineficacia del gobierno, a tan igual modo, que la acción apátrida de la oposición.

En la lucha de calle, a través de la organización popular, hemos logrado cercar las bodegas, estos, dispensadoras de alimentos de la red Sada-polar y Sunagro- Macro, con código proveído por el estado, han dejado de cumplir su función para sumarse a la MUD en su estrategia de guerra y, en ello se han ganado unos realitos a través del sufrimiento del pueblo. Pero al servicio de ello, de este morbo macabro ha estado sumado el andamiaje burocrático del estado, el musculo del estado, decir: Sunagro, SUNDDE, Seniat, los cuales se convierten en alcabalas, para dar inicio a la corrupción. Todos ellos dirigidos por los milicos (militares).

Cada bodega posee su código y a través de ello, de este mecanismo, con gente honesta, con supervisión del seniat y sunagro, se hubiese podido contra restar los sobre precios y el bachaqueo. A través del código, organismos como el SUNDDE, los Consejos Comunales o los CLP, pueden saber que compra y que vende una bodega u otra, sin embargo cuando se acude a estos instrumentos del estado, dicen, que es difícil el acceso a esa información porque se derrumbó el sistema; el musculo del estado se pone al servicio del enemigo. Pero el pueblo, amigos tiene y, accedimos a la información, a través de sendas que no permite el estado, mas cuando la gobernabilidad y los milicos invisibilizan a los Consejos Comunales y Círculos de Lucha Popular (CLP).

La gobernabilidad y la MUD, se mutan y, se hacen uno. No sabemos de donde nos disparan, nos ubicamos en medio de dos bandidos; la ineficacia y la corrupción política.

Pero como nuestra lucha no se queda sólo en beligerancia, sino en la claridad política, contraatacamos esta vanguardia de la MUD, acción de guerra que se produce a nivel de las pequeñas tiendas. Entendiendo que el poder popular, chavistas y opositores del pueblo, estamos ensamblados, enredados por el mismo nerviosismo y ataque certero de estos dos enemigos, nos unimos y acorralamos el bachaqueo de las bodegas.

Identificados y rodeados, esta vanguardia del enemigo, se les crea un Crack social, ya que si no se une a lucha de poner las cosas en orden, se tendrán que mudar de nuestro territorio, ya que el código sunagro y seniat, tiene la suficiente información, para demostrar como han desviado los alimentos para su peculio y desespero del pueblo, de ese pueblo que es su vecino; sin embargo, el musculo del estado oculta esta información, con la complacencia de un PSUV callado y complice.

Los tentáculos de la MUD, van mas allá del partido que quieren conformar, ya que parte de la fuerza del estado, les apoya y, a través de los padrinos mágicos del chavismo, los milicos y su dirigidos, estos aparecen y, es posible que tengamos que aflojar. El enemigo de las bases populares, se muta y toman diverso morfos.

Pero no solo descubrimos la unión entre milicos y la MUD, sino que en las propias filas de los CLP, están los cuarta columna, mantienen la visión estúpida, que solo comen o deben comer los chavistas y para terminar, con lo que se enseña en las escuela de cuadros, se llenan de una visión irreflexiva, en donde estos sesudos chavistas enfrentan a políticas del propio estado.

Ante planteamientos del estado central, de establecer un bolsa distinta a la del CLAP, se le da forma a una bolsa de comida, a precios que oscilan, entre el mercado negro avalado por la MUD y. el precio regulado, que a través de la ineficacia gubernamental, dirigida por los milicos, se hace inaccesible o no cubre el acceso a una alimentación segura.

En esa realidad, nace una bolsa de comida posible, dirigida en esta oportunidad, como salida y como rayo de luz, que iluminó a nuestro jefe político, Vielma Mora.

Ante esta bolsa real y posible, aparecen los irresolutos analfabetas políticos, que pululan y medran como los zamuros en algunos círculos de lucha y sus UBCH, ayer cosificados, productos del apoyo del nepotismo que domina en el PSUV, allí medran en busca de la cosa. Comportamientos difusos, que se opone a una luz, que llegó a develar las tinieblas, lobregueces a que nos tiene sometido, los bandidos de estos dos bandos.

Ejemplificaciones tenemos por montón, en donde el estado se pone al servicio del enemigo y donde los Ministerios de inteligencia no informan al estado, haciéndolos quedar como unos bolsas, caso Iris Varela contra nuestro jefe político, veamos algunas contradicciones, entre lo que se dice y sucede.

Por acḠen estas calles, nos tocó el Karma del Bicentenario, emblema prodigio de la ineficacia política del estado.

Las bases populares, hemos podido darle encerrona a los privados y someterlos bajo el poder popular, pero por ahora, no hemos logrado vencer al peor flanco de la oposición, a Abastos Bicentenario, ya que, por contradicción, nuestro jefe político, que da luces por aquí y tinieblas por allá, le protege su ineficiencia. Abastos Bicentenario está protegido igualmente, por los cosificados que hoy atacan la bolsa de alimentos privada, vendida y dispensada por empresas privadas, estrategia construida y planteada por nuestro jefe político, como salida, para menguar la invisible bolsa del CLAP. Los cosificados, para tapar sus déficits político, u oscilar entre las esperanzas y promesas, ahora atacan una salida real, la bolsa de alimentos privada, luz clara que pegó Vielma Mora.

Por ahora Abastos Bicentenario, bastión de la gobernabilidad y emblema de la oposición, está en la mira del poder popular, aunque sea protegido por el jefe político de la región y sus milicos, aun así, esperamos que nuestro gobernador, concretice la bolsa privada, sin dejarse amilanar por chavistas con placas, que se parecen a las de FBI; hasta serán, no lo sabemos.

Otro caso que no se compagina con mediático de gobierno, son las alcabalas, que mutilan cualquier intento bueno del gobierno, es el caso, de lo que ocurre en Orope, vía Boca de La Grita y Puerto Santander, allí se puede observar con toda claridad como un estado y los paracos se unen para hacerle artimaña al pueblo.

Acercándonos a Orope, unos motorizados nos ofrecen cruzarnos por una trocha, con carro y todo. La cosa, dentro del no pase de vehículo por la alcabala, se asoma plausible. Nos acercamos a un lugareño y preguntamos por el ofrecimiento del motorizado, y sin cortapisas nos dice," aquí no hay otro pase, que este y Guarumito, lo que puede obtener es que le roben hasta el carro". Miramos hacia el puesto de la guardia y a penas a seis metros, hay un civil que parece que ordena el juego macabro de la trocha y la pregunta a la amiga se hace imprescindible, ¿y el gobierno permite eso?. Sin cortapisas, la doña nos dice " Aquí no manda el gobierno, aquí manda los paracos y la Guardia Nacional?

Cuando se llega a la Guardia Nacional de Orope, la Guardia Nacional impide el paso vehicular hacia Boca de La Grita, con este impedimento se inicia un juego macabro contra el pueblo.

En el cruce de vía, se observan unidos paracos y militares. Si usted quiere cruzar, un paraco quita el cono y lo deja pasar, no sin antes usted haya dejado subir a su vehículo, un paraco o miembro autorizado por estos para que hagan el papel de ficha de pase. Ya La ficha montada en su carro, se toma marcha. Si el guardia no identifica la ficha, la ficha grita "epa Pompilio dígale a Alvares que me deje pasar". Pompilio, un civil de amorfa presencia, que es quien quita el cono y Alvares, un Guardia Nacional, que sólo mira de reojo y, el carro pasa. La ficha se baja a pocos metros del pase, luego de cobrar la suma de tres mil bolos y ahí, si, el carro toma rumbo a Boca de la Grita, pueblo limítrofe de Puerto Santander.

A pocos minutos se topan con un comando del ejército, estos detienen su vehículo, lo miran con ojos radiográficos y le ordena seguir. Se llega a Boca de la Grita, pueblo al borde del Río Táchira. Allí se ve lo que Diosdado niega y no ve desde su mundo mediático.

Para pasar el Puente sobre el Río Táchira, existe una alcabala amorfa, que es el icono de lo que pasa en el país. Una gran cuerda amarilla rodea parte de la plazuela, en una parte, forma un vértice, luego la cabuya dobla y toma en línea recta hacia el puente. Otra cuerda separada unos dos metros, se delinea hacia otro vértice y atravesando la calle, e impide el paso a quienes pretendemos llegar a Colombia; se crea un encierro con tres vértices claros y uno oculto que permite la entrada de regreso.

Allí, en la cuerda que atraviesa la calle, esta un muchachito vestido de Guardia Nacional, pidiendo un récipe medico que puede estar firmado por el doctor chaputín.

La Guardia nacional, hace el simulacro humanitario de dejarnos pasar. En el vértice de la cuerda del puente, se encuentra Saime pidiendo cedula, a nadie retienen, todos pasan. Este vértice de cabuyas, nos da acceso al puente, en donde está inmigración colombiana y tres desnutridos soldados colombianos, llegamos así a Puerto Santander.

Allí, en un boulevard árabe, lo único accesible es el azúcar, medianamente el papel higiénico, la charcutería de dudosa procedencia sanitaria, alguna ropa, ya que el resto de productos colombianos, son mas caros que los vendidos por los bachaqueros, en nuestras calles. Con pasmo, vemos miles de baterías para carros, todas de origen venezolano, un pelo mas caras que en Venezuela, pero sin colas y madrugonas. Lo demás es producto polar, mantequilla, arroz, mayonesa, salsa tomate y demás. Procedemos a regresar y nos dirigimos de nuevo al encierro de la cabuya amarilla, pasamos a través del pequeño pase oculto, la guardia tímidamente revisa a los pendejos, cruzamos y estamos de nuevo en el cerco de la cabuya.

Buscamos salida, la gente como hormigas, se dirige al vértice que se conforma en la plazuela, allí hay un paraco cobrando 500 bolos de peaje para permitir la salida.

Entre una plazuela y el puente, entre Orope y Boca de la Grita se coloca para el mundo una imagen de las cosas paradigmáticas que Diosdado y nuestro Presidente no ven; un estado al servicio del ultraje del pueblo en donde todos los días la MUD, nos gana la batalla.

Y como nos toca ir desenmascarando los paradigmas de la gobernabilidad y la compleja cooperación con la MUD, está un caso de capitalismo salvaje, establecido por el estado en un convenio monopólico a favor de un opositor, es el caso de la venta de baterías. El estado revolucionario hace exactamente lo que la MUD promete, sin tapujos, como un enemigo serio que es, el monopolio.

El estado nacional le dio la concesión a un solo vendedor, éste de talante opositor. Es el único que vende y tiene la concesión para el estado Táchira, mientras, en televisión se nos muestra el antimonopolio como nuestra bandera. Entre discursos antimonopolios, imágenes como la de Orope y el Bicentenario, la MUP nos derrota en todos los frentes. El no tener claro el uniforme que viste al enemigo, nos da derrota tras derrota; nos ponen contra las cuerdas amarillas, al entrar nos roban y al salir también.

En estos lares, hemos identificado al enemigo, por ahora, nos organizaremos en las bodegas y farmacias, bastión hasta ahora, eficaz de la MUD para gargarear la ayuda humanitaria y ámbito para que elementos de la gobernabilidad, se hagan unos reales.

Por ahora, mientras el poder popular despierta, avanzamos contra los bandidos, para recuperar logros de esta revolución.

En estos instantes, con las bodegas y farmacias, se busca consolidar la organización popular, para luchar contra un enemigo difuso, que en nuestro ámbito territorial dominan los bastiones populares, e impide el acceso a comida barata y medicina inmediata. Vamos entonces, por un Bicentenario y un Barrio adentro, que permanece cerrado y, un gas comunal, con graves problemas de corrupción y de ineficiencia, de vieja data.

El nepotismo avanza contra los pobres, aún así, el pueblo trata de asomar alguna claridad, vislumbra que su lucha y batallar, está ubicado en la lucha contra dos flancos, la MUD como retaguardia y la gobernabilidad como vanguardia del enemigo; claros en ello, dificultosamente avanzamos contra el adverso

La lucha es difícil, ya que vivimos entre el discurso mediático de la gobernabilidad, que encubre con sumas y restas metafísicas, las derrotas y los avances de la MUD hacia el poder y, una Venezuela, que por su tradición cristiana, espera un mesías, querubines o arlequines que les sacaran de estas penurias

"Un poder popular" sostenido en el mundo de la cosificación, busca colgarse de alguno de estos dos trenes, trenes que en el campo de batalla ahora se unen para hacer trizas al pueblo.

La MUD tiene un discurso que dice que nos va joder y nos va joder.

La gobernabilidad dice defendernos, pero nos jode y nos traiciona.

Lo macabro de esta guerra, en donde sufre el pueblo opositor y chavista, es que parte del musculo del estado o FUERZAS DEL ESTADO CHAVISTA están AL SERVICIO DE LA GUERRA DE LA MUP. De otra manera no puede explicarse derrota tras derrota que sufre el pueblo todos los días y que lo muestra en su nerviosismo paranoico, en el no acceso a una bolsa prometida, a una leche, un papel higiénico, un aceite regulado invisible y dramáticamente inaccesibles

El pueblo vive el drama impuesto por una MUD, que busca el poder a través del drama del pueblo y una gobernabilidad que al sumar y restar, viven distantes de la realidad de las calles, veredas y escalinatas que recorre mi pueblo.

Dígame usted, si esto, no hace a Venezuela un país paradigmático y de lucha popular difícil?.

Gabriel Omar Tapias Medina



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