Diputado Elías Jaua: No es abrir es otear… (I)

"La Utopía está en el horizonte.
Me acerco dos pasos, ella se aleja dos pasos.
Camino diez pasos y el horizonte
se desplaza diez pasos más allá.
¿Entonces, para qué sirve la utopía?
Para eso: sirve para caminar"
Eduardo Galeano

"De pronto un ángel le toco y le dijo: ¡levántate, come! Miro Elías y vio a su cabecera un pan cocido sobre piedras y un jarro de agua. Comió, bebió y se volvió a echar. Pero el ángel del Señor le volvió a tocar y le dijo: ¡levántate, come! Que el camino es superior a tus fuerzas"

(1Re 19,5-7)

"Horizonte, la línea casi circular que forma la línea fronteriza de la superficie de la Tierra, a la vista de un observador donde el cielo y la Tierra parecen encontrarse. A esta línea se la conoce como el horizonte visible o apreciable. En el mar, el horizonte es un círculo perfecto, y la distancia en kilómetros a este horizonte se calcula, con mucha aproximación, multiplicando, la altura del observador por doce metros y medio, y sacando la raíz cuadrada del resultado. Sin embargo, y desde tierra, el círculo del horizonte generalmente es imperfecto debido a los obstáculos topográficos o de otro tipo. El horizonte, celeste o real, está formado por un plano paralelo al horizonte que puede ver el observador y que pasa por el centro de la Tierra. Esto sirve como referencia en el sistema de coordenadas astronómicas del horizonte"
Laab

INTRODUCCION

Saber situarse ante la realidad es hoy una tarea imperativa pero no sólo como un desafío de conocimiento, pues más que conformarse con quedar aprisionado en el interior de determinados constructos se hace necesario trascenderlos, desde ciertas exigencias valóricas, mediante un acto deliberado de conciencia. No basta reconocer el carácter mediocre de la Revolución Bolivariana y sus múltiples falencias y falacias. Tampoco basta reconocer la inepcia de algunos dirigentes del PSUV. Es necesario reaccionar. Ser adivino no es precisamente una tarea revolucionaria, pero sí lo es otear el horizonte a partir de los signos del presente. Oteando el horizonte de futuro hasta donde la vista nos alcance, podemos descubrir los caminos que debemos andar, haciendo para ello propuestas viables, transitables, por las que dirigir nuestros pasos. Preguntemos ¿De dónde venimos? ¿Dónde estamos? ¿A donde debemos ir y cómo podemos hacerlo? Una pregunta previa es:¿Cómo hemos llegado hasta aquí? Está claro: vivimos y pensamos dentro de un horizonte. La tarea de la Revolución es determinar el horizonte de los horizontes.

Ver: http://www.aporrea.org/ideologia/a219721.html

¿DE QUÉ HORIZONTE SE TRATA?

¿Horizonte temporal? ¿Horizonte histórico? ¿Horizonte de sentido? ¿Horizonte de sucesos? ¿Horizonte de suelo? ¿Horizonte de diálogo? ¿Horizonte rizomático? ¿Horizonte utópico?

El diputado Elías Jaua publicó en http://www.aporrea.org/ideologia/a235633.html un pequeño artículo con el título: ¿Cómo abrir el horizonte? En esta oportunidad quisiera decir algunas cosas relacionadas con lo escrito por Jaua. Primeramente veamos lo que dice el diccionario de la Real Academia Española sobre la palabra "Horizonte": 1 Línea imaginaria que parece separar el cielo de la tierra o el mar cuando se observa desde una perspectiva alejada.2 Espacio limitado por esa línea. 3 Conjunto de posibilidades o perspectivas que ofrece una cosa.4 Cada una de las capas en que se divide el suelo atendiendo a sus características y composición.Elías usa como metáfora "el horizonte" y "abrir el horizonte"; en efecto en su artículo leemos las expresiones: "su partida física nubló el horizonte" , "hasta que se abra el horizonte" , "despejar el horizonte en disputa", "búsqueda del horizonte trazado", " no olvidemos que nuestro horizonte es que el pueblo tenga el Poder".

Cuando hablamos de horizonte, estamos ante una imagen, una metáfora. Visualmente se refiere a lo que alcanzamos a ver como límite a nuestra percepción cuando uno mira panorámicamente, es decir, una especie de línea que trazamos con la vista desde cualquier punto de la superficie de la Tierra en donde ésta parece terminar y juntarse con el cielo. Etimológicamente, "horizonte" viene del griego horízon que es el participio activo del verbo horizein, que significa separar, limitar, definir, delimitar. El horizonte es pues aquello que marca un límite. Es lo limitado. El horizonte es lo que vemos hasta donde nos permite nuestro límite. Nunca desaparece, sin embargo se modifica conforme nos desplazamos. Llevado a otro nivel de significación, el horizonte es el "conjunto de hechos o acontecimientos que abarca algo o alguien; conjunto de posibilidades de desarrollo o de superación que ofrece alguna cosa, o perspectiva de acción y de pensamiento que tiene alguien". Puede ser definido como "el límite que circunscribe la posibilidad de una búsqueda, de un pensamiento o de una actividad cualquiera". El horizonte visual se convierte en uno cognitivo, epistemológico. Es el límite de lo que alcanzamos a pensar del mundo. Al hablar de horizonte ya también se piensa en su carácter abarcante, es decir, aquello que éste engloba sin que se confundan lo englobado y el horizonte. El horizonte es el límite de lo que es abarcado. La categoría de horizonte fue introducida en la Filosofía por Anaximandro de Mileto que el principio de todas las cosas, que era lo indeterminado, lo que abraza todas las cosas y las dirige. Sin embargo, en un sentido moderno, el concepto de horizonte fue incorporado por Emmanuel Kant en su Lógica. Si el conocimiento tiene una extensión y un grado de perfección, el horizonte es la adecuación entre la magnitud de este conocimiento (su alcance en cantidad y calidad) con las capacidades y fines del sujeto. Las capacidades del sujeto están determinadas por su estructura, por su naturaleza; los fines son marcados por los intereses del entendimiento, de la voluntad, del sentimiento. Esto conduce a pensar el horizonte en dos niveles: uno general o absoluto y otro privado. El primero es común a todos los hombres, señala qué puede saber el hombre como hombre en general, mientras que el segundo se refiere las condiciones y orientaciones de cada sujeto. El horizonte es la delimitación de un territorio mediante un punto de vista conceptual. El horizonte ha sido de interés en la Filosofía Contemporánea, especialmente para la Fenomenología y la Hermenéutica. El horizonte es una especie de trasfondo que sirve para organizar las vivencias de la conciencia. De tal manera que el horizonte es una especie de esfera en la que aparecen inscritas las cosas reales e imaginarias, el límite de la totalidad, pero que no es un límite cerrado y acabado, sino abierto, cambiante. E. Husserl utiliza el concepto de "horizonte" para caracterizar la trascendencia del objeto con respecto a lo que le es prescrito explícitamente por el sentido noemático. Esta es, por decirlo así, la noción más simple de "horizonte", la cual podríamos concretar de esta manera; el sentido noemático "pre-traza" (traza de antemano) más de lo que prescribe explícitamente del objeto. Esta característica del sentido permite concebirlo en términos de un marco conceptual indeterminado en cuyo interior es mentado, es decir se hace referencia a, el objeto. Pero entonces, esta mención, o esta referencia indeterminada, introduce en el análisis del acto o vivencia intencional la consideración de otras situaciones posibles. El tiempo sería para M.Heidegger el horizonte para la comprensión humana, que también es una comprensión del ser. En cambio, para Ortega y Gasset el horizonte del hombre está en la interpretación de las circunstancias que rodean al yo. En ese pensar lo dado en torno a nosotros, nos podemos fabricar. El horizonte delimita las cosas, la visión sobre ellas, genera la familiaridad que nos provoca el mundo, en consecuencia determina el sentido del mundo. Pero aunque el horizonte provee la claridad del sentido, para Hans Georg Gadamer es el campo no tematizado de la percepción, es el trasfondo de la experiencia de los objetos y del sentido. Cada objeto que aparece en la conciencia es delimitado por un marco de elementos no directamente representados. La tradición cultural provee el horizonte de comprensión del sujeto. Esto implica una historia, la historicidad.

Para aprender algo sobre metáforas ver: La creación por la metáfora: Introducción a la razón-poética de Chantal Maillar

SOBRE LA PREGUNTA: ¿Cómo abrir el horizonte? Más allá de la imprecisión terminológica y la ambigüedad que genera, la considero muy pertinente e importante. Tal vez el "como" esta en trabajar hermenéuticamente en lo siguiente:

"En lo ético, combatiendo contra la naturalización de la corrupción y el enriquecimiento como un hecho con el cual tenemos que coexistir los revolucionarios. La corrupción corporativizada amenaza la vida de la revolución y de eso debemos tener plena conciencia y confrontarla como una agresión contrarrevolucionaria"

CODA https://www.youtube.com/watch?v=3eLvtp1Jat8&feature=youtu.be

 

 



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Luis Antonio Azócar Bates

Matemático y filósofo

 medida713@gmail.com

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