El caradurismo y la desfachatez del Departamento de Estado gringo no tienen límites en su insistencia de tumbar a la "dictadura de Maduro" y la de pretender desvirtuar magnicidios, donde se detienen a unos implicados casi con las manos en la masa, convictos y confesos. Que ni siquiera toman las precauciones para no ser descubiertos. Que tienen la cachaza de intercambiar mensajes en las redes sociales refiriéndose a la muerte de Maduro. Como sucedió con lo ocurrido en el estado Monagas, recientemente. Otro caso que saltó a la opinión pública fue la conspiración del "brazalete blanco"; cuyo objetivo era asesinar al gobernador del estado Táchira Freddy Bernal y al primer mandatario nacional. Los involucrados fueron detenidos e imputados por estos delitos. Que hace el Departamento de Estado gringo, y esto demuestra su vinculación con estos intentos de asesinato, salen pidiendo la libertad de estas individualidades, entre ellas a la activista Rocío San Miguel, miembro de Vente Venezuela, partido político que anima a la Sra. Maria Corina. Solicitan su libertad porque esta decisión viola el Acuerdo de Barbados; así tácitamente lo ha hecho saber el Subsecretario Para Asuntos del Hemisferio Occidental Brian Nichols. No es un secreto las políticas injerencistas convertidas como una obsesión para generar desestabilización y dar al traste con el gobierno del presidente Maduro. Claro está, que en Barbados se rubricó un acuerdo entre las partes. Donde se regularizan las acciones, tanto de una parte como de la otra; pero estas no contemplan dejar pasar por debajo de la mesa actividades terroristas. Ahí tenemos por ejemplo las elecciones presidenciales a celebrarse el 28 de julio próximo, compromiso que se contempla en el Acuerdo de Barbados.
Desde que Barack Obama en marzo del 2015 declaro a Venezuela como "amenaza inusual y extraordinaria para EEUU". Los gringos abrieron las compuertas con una andanada de agresiones políticas y económicas, que busca quebrantar la estabilidad del país; son cerca de 900 sanciones; entre ellas, la más frágil porque toca la parte medular de nuestra economía, como es la producción petrolera, robos de activos en el extranjero, bloqueos de todo tipo. Pero ahí está la revolución sobreponiéndose y venciendo todos estos atajos. Es el accionar de un gobierno que roba, que usurpa, que pisotea la Ley y la justicia y los derechos inalienables de cualquier país. Que utiliza su poderío militar y económico para ahogar a cualquier país e imponer su voluntad y lograr sus objetivos. El hecho más evidente y palpable fue el robo de Citgo Petroleum Corporation, filial de la empresa matriz venezolana PDVESA. Refinadora de petróleo y comercializadora de gasolina, lubricantes y petroquímicos, con sede en Houston, Texas y tres refinerías, 6.000 estaciones de servicio y una capacidad para procesar 749 barriles diarios y un valor total de 13.000 millones de dólares. En este despojo criminal está presente una parte de la oposición, que usurpando funciones de Estado y enquistados en la Asamblea Nacional, elegidos en el 2015, aparece Juan Guaido auto juramentación como "presidente Interino"; bajo la conseja de los gringos. Posteriormente el Departamento de Estado, busca cualquier pretexto para ponerle mano a Citgo y luego de barajar mecanismos, apela a una supuesta deuda con una empresa canadiense llamada Crystallex y utilizan a este parapeto para pagar la deuda subastando las acciones de Citgo.
Lo último de este largo historial de agresiones, esta la decisión del presidente gringo Joe Biden, donde comunica al Congreso la extensión de las sanciones, por un año más el 08/03/2024. En esta oportunidad embiste de nuevo contra nuestro país, señalando: "La erosión de las garantías, de los derechos sociales y la persecución de opositores, políticas de restricción a la libertad de prensa, el uso de la violencia y violaciones y abusos a los derechos humanos en respuesta a protestas antigubernamentales" . La cancillería nuestra, respondió a través de un comunicado y entre algunas de sus observaciones, expresó: "EEUU es hoy rehén de sus propias políticas de agresión. La crisis migratoria ante la cual tantos operadores políticos manifiestan preocupación, no es sino consecuencia directa e inmediata de sus medidas coercitivas y bloqueos". Finalmente preciso: "Venezuela es un país decidido a ser libre y prevalecerá". En su afán de desacreditarnos ante la opinión pública mundial, magnifican problemas, que los hay. Apelan a los gobiernos lacayos como punta de lanza para agredir, a sabiendas que ellos están detrás de las marionetas del circo.
