Los zamuros de la Iglesia Católica, entran en campaña…

Ya comenzamos a ver muy activados a la cúpula eclesiástica (la Conferencia Episcopal Venezolana, CEV) en las redes, promoviendo la candidatura de la ultra-derechista de doña María Corina Machado. Desde los púlpitos están solicitando que los jóvenes vayan a inscribirse para que luego salgan a darles el voto a los devotos hijos del demonio. Nada les proporciona más placer a estos demonios de la iglesia católica que promover guerras civiles, confrontaciones, atentados y crímenes en nombre de Dios y de la libertad, tal cual como lo han hecho desde hace siglos en España, luego trasplantaron sus abominaciones a todas sus colonias en América Latina. No olvidemos que Simón Bolívar fue docenas de veces excomulgados por obispos realistas, durante su larga lucha contra los godos.

Aparecen estos demonios que nunca condenaron las guarimbas, que celebraron en sus fueros internos las quemas de 22 negros durante la violencia de 2014-2019, diciendo que no hay que perder la oportunidad de recobrar el poder que perdieron en 1998. El poder con que uncieron con sus rezos, por ejemplo, a doña Blanca Ibáñez, para luego, cuando cayera en desgracia, mandarla al infierno.

El principal líder de esta cofradía de bandidos, ladrones e hipócritas es el hoy cardenal Baltazar Porras, el que defendió a muerte a Nixon Moreno, al ecuatoriano Vilca Fernández y a Gaby Arellano, y a todos los delincuentes de la Universidad de Los Andes.

Con cuánta razón aquel texto sobre los obispos, del genial Francisco Umbral, cobra hoy tanta fuerza, se nos presenta con esclarecedora vigencia en esta época que vivimos los venezolanos. Decía Francisco Umbral, premio de literatura Príncipe de Asturias: "Los obispos transcurren como lamas, llevados en su orla de escarlata, los obispos están contra la paz, se manifiestan por la España etarra, los ultraobispos transcurren como nubes, como cielos de incienso, como sangre, y van pisando muertos, gente asesinada, los obispos son fieles a la causa, pastores del país de la violencia... Purpurales obispos, pastorales, solemnes enemigos de los hombres, el alma purpurada de secretos, pidiendo por la paz y por la guerra. El Dios de los Ejércitos les ama, ellos sólo bendicen las pistolas y pisotean la patria, que es de todos, con su edad, con su rezo, con su angina, dispuestos a morir muy mansamente por lo que diga un Dios encapuchado".


 



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José Sant Roz

Director de Ensartaos.com.ve. Profesor de matemáticas en la Universidad de Los Andes (ULA). autor de más de veinte libros sobre política e historia.

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