Trump, Milei y María Corina

Cuando decidí escribir sobre ellos incluía también a Netanyahu. Lo descarté pues este horrendo personaje sólo puede compararse -con los sacerdotes y levitas que le siguen- a Hitler y las SS. Además, los mencionados en el título tienen en común una arteria que los une atravesando las Américas. No sólo es un ducto transportador de convicciones supremacistas, transmite también un narcisismo felón. Cualquier jueza de ojos vendados y balanza en la mano dudaría entre mandarlos encadenados a una cárcel o, con camisa de fuerza, a un manicomio.

En el caso de Trump, sus amenazas y agresiones verbales contra amigos y enemigos, resultan inauditas. Aún más inaudito es el modo establecido por él, obligándoles a besarle el trasero. A la luz de lo que hemos visto hasta ahora -jefes de Estados europeos adulándolo y llamándole "papi"- se confirman los nuevos y bochornosos tiempos. En realidad, todos esos "jefes europeos" no pasen de ser el cártel de este pendenciero Chief Executive Officer.

Igualmente inaudito, aunque sin el drama que representa para el mundo lo anterior contado, está ese tipejo del gobierno argentino. Son inagotables los bochornos que produce su aspecto, su lenguaje escatológico, sus convicciones ideológicas y, claro está, su desenfado para hacer de la presidencia, un buen negocio particular. La única forma de explicarse que ese individuo haya sido electo por la ciudadanía argentina, es el enorme fracaso de la izquierda de ese país que, exceptuando a Cristina, parece carecer de entereza para gobernar.

En nuestro caso, tenemos a una Machado desquiciada. Ella, a través de una momia borracha, logró asombrosamente colocar a su saga a cerca de la mitad de los electores. Pienso que esto último, no está desvinculado con las torpezas y alejamientos gubernamental del rumbo socialista. La injusticia, algo contrario al socialismo, produjo una alta abstención chavista. El ascenso de la derecha radical tiene que ver con la ductilidad que muestra el Estado en el ejercicio de la justicia ante los desafueros de esos grupos políticos. Ya lo vimos con Guaido y su combo desbancando, con absoluta impunidad, el dinero de los venezolanos. Ahora esa señora, que anda suelta como una Sayona impenitente, a pesar de todos los delitos cometidos, pide a USA bombardear los centros del poder en Venezuela. Todo esto parece suficiente razón para solicitarle a este pueblo obstinado, la modificación del artículo 34 de la CRBV, en aquellos casos de evidente traición a la patria.



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José Manuel Rodríguez


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