Informaciones, declaraciones van y vienen sobre un hecho cierto, algo está pasando. Hay un trabajo político que viene causando estragos a lo interno en las filas de la Revolución. En agosto del 2006 escribí un artículo sobre el gobernador Florencio Porras, (http://moskobita.blogspot.com/2006/08/entendiendo-florencio-porras.html), en el cual señalaba que existen mecanismos dentro de la organización (Partido) donde podemos dirimir las diferencias.
Hoy sigo pensando de igual manera (disciplina aprendida en el Partido Comunista en años de militancia), ¿qué hacer cuando esas estructuras no escuchan, o simplemente la indiferencia ante el proceso crítico se hace cómplice de compañeros a los cuales molesta las verdades? Negar que exista una derecha endógena dentro del seno de la Revolución es bizarro y quien lo hace, no quiere ver más allá de un sueño utópico que duerme en su ignorancia política o, porque es parte de esa derecha.
El compañero Tascón (no voy a defenderlo (él sabe como defenderse) no apoya al General Baduel, simplemente no lo descalifica, fija posición sobre un hecho que muchos han tratado de magnificar. El General Baduel asumió una posición apegada a nuestra Constitución, al igual que muchos compañeros de las Fuerzas Armadas en conjunción con un pueblo en las calles, el nombre de Baduel sonó más que otros nombres (el protagonista, pero no debemos olvidar que una novela sólo con protagonistas no funciona, debe haber un reparto), pero el trabajo lo realizamos todos. Surge una pregunta: ¿Es causal la expulsión de un miembro de una organización política (inexistente), el hecho de no descalificar una posición disidente? No lo creo.
Preguntas que motivan el análisis:
¿A quién le causa molestia las posiciones del compañero Tascón?
¿A quién responde las declaraciones de Freddy Bernal?
¿A quienes más piensan expulsar del PSUV, partido que todavía no nace?
La salida del General Baduel se corresponde con un proceso lógico de depuración de un proceso tan complicado como el que vive Venezuela, sería absurdo que no hubieran posiciones disidentes, que no hubieran deserciones producto de esa dinámica política que enmarca la Revolución Bolivariana. ¿Ser revolucionario es descalificar a un disidente? ¿Por qué nace la disidencia o contrarrevolución del seno de la Revolución? ¿Las desviaciones son lógicas en un proceso de transformación social y política?
La disidencia podría asumirse como un síntoma de debilidad ideológica y política, así como la impotencia ante hechos que creemos ciertos, el General Baduel sólo fue un producto de las circunstancias ¿ debemos de catalogarlo como revolucionario, por el hecho de asumir la defensa de la Constitución? es absurdo. Revolucionario es aquel que entrega todo por la defensa de su pueblo, la transformación estructural de la sociedad, es ser creativo, estar motivado por sentimientos de amor, de humildad, de solidaridad. ¿Puede llamarse revolucionario a un hombre que por más de 30 años vistió de verde olivo, apegado a una doctrina cerrada e institucional? ¿Qué meritos tiene el General Baduel para llamarlo revolucionario? De ahí la intrascendencia de sus declaraciones al fijar posición en relación al proyecto de Reforma Constitucional, Baduel es sólo un hombre que traicionó al amigo, al compañero, al compadre, sólo eso.
Las actuaciones del compañero Tascón son movidas por la profunda convicción que tiene sobre este proceso de cambio, por la Revolución Bolivariana, los hechos así lo han certificado. Convicciones de las cuales muchos se han alejado en detrimento de este proyecto político.
La derecha endógena “chavistas”, “revolucionarios” infiltrados en las altas esferas del Gobierno Nacional, desde donde hoy pretende neutralizar a todos aquellos compañeros que son una piedra en el zapato en sus planes por desestabilizar al Gobierno y asestarle un golpe mortal a la Revolución, existe, es un nido de alacranes.
Pretender marginar políticamente a compañeros que contribuyen a desenmascarar a los infiltrados, a los verdaderos traidores de la Revolución Bolivariana, es una de las aberraciones de la derecha endógena, trabajan ocultos, vestidos de radicales, más chavistas que el propio Chávez, poderosos económicamente producto de las bondades de la corrupción, políticamente ocupando de manera fraudulenta, con ayuda del soborno, todos los espacios en el Gobierno (administración pública) y las organizaciones que hoy se conforman, desesperados ante el avance cierto de un pueblo que los conoce y combate. Prueba fehaciente fue la derrota conferida en las elecciones a delegados y voceros, donde una mayoría aplastante decidió a favor del cambio, son minorías en las circunscripciones, quieren revertir este proceso antes del Congreso Fundacional ¡el pueblo no lo permitirá!
Hoy no creo en las casualidades, la política no es casual. Se hace necesario leer las disposiciones transitorias, específicamente la 12, ¿es necesario comenzar un proceso de desarticulación tan rápida de la Alcaldía Metropolitana? ¿Juan Barreto es piedra en el zapato de alguien? No lo sé, ¿lo saben ustedes?
Luis Tascón podría ser víctima de esa derecha endógena, así como lo serán muchos que hoy están contrarios a estos “revolucionarios” que sueñan con un chavismo sin Chávez como única forma de disfrutar de todo lo robado, sin ingerencia y sin peligros de ser execrados del poder político que hoy les garantiza llenarse de MUCHO DINERO.
Hoy siento complacencia al entender que, después de más un año de hablar de la derecha endógena, son muchas las voces que se levantan para denunciarla.
Comandante Chávez, usted tiene lo que ellos desean, usted tiene a un pueblo que lo respalda, ellos no tienen pueblo, no tienen liderazgo, el pueblo, Comandante Chávez sabrá respaldarlo ante la sedición y la traición.
Patria, Socialismo o Muerte…
Venceremos
P.D. ¿Por qué hoy ya no vemos al compañero Carlos Escarrá ( invitado casi fijo en el programa la Hojilla todos los lunes) ya no se presenta? Lo extrañamos Mario.
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