Caminando por la Avenida Francisco Solano y precisamente pensando en la falta de una campaña activa por el Sí en los barrios, aunque ya había empezado la campaña y ya se había pronunciado Baduel, veo delante de mi a una señora cargando a una niña que casi era del mismo tamaño que ella. "¡Señora! pero esa niña está muy grande casi del tamaño suyo, póngala a caminar mejor," le dije yo de metido y viendo las dificultades de la pobre mujer. "Pero mijo es que ella no camina," me respondió la señora con una voz dulce que me hizo sentir un nudo en la garganta al percatarme de que la niña ya de como catorce años, sufría de problemas cerebrales, "y no tengo para comprarle un coche." Y yo con un dolor de espalda, leve pero dolor al fin, me ofrezco a cargar a la muchacha. Nos dirigimos al Boulevard de Sabana Grande, afortunadamente estábamos cerca, y logré comprarle el coche, y no se si fueron ideas mías pero yo sentí que la niña en su mirada perdida, de pronto fijó sus ojos en los míos y me lo agradeció.
Bueno total que entonces nos fuimos juntos nuevamente en dirección a la Avenida Francisco Solano cuando de pronto, la niña se alteró y empezó a escucharse un gran escándalo, era la caravana del Sí, con grandes camionetas 4x4 de modelo reciente, y la música "Sí, Sí, así, así" y entonces yo me alegré que por fin había propaganda por el Sí en la calle, hasta que volteé a ver a Mercedes, la Sra. ahora amiga. Su rostro reflejaba un no se qué, como si de pronto se hubiera trasladado a otra dimensión. Entonces me sentí como en 1988 en Managua, de visita por unos días y acabado de regresar de El Salvador, cuando en la parada de Bus cerca de la Universidad Nacional veo pasar un carro deportivo a toda velocidad por las calles poco transitadas de Managua. "¿Y deai, y ese loco que se creerá?" dije yo en voz alta. "Ese es Bayardo," me replicó una viejita con la misma mirada que le ví a Mercedes ese día. Se refería a Bayardo Arce, quien casado con una millonaria gringa se dedicaba a coleccionar automóviles de carrera…
Mercedes vive en Antímano, es aspirante a militante del PSUV, pero ya no asiste a las reuniones por atender a su hija y porque un grupito del Alcalde Mayor se apropió del partido. Fue aquí donde además aprendí del gran escepticismo que reinaba en el ambiente con respecto al referéndum. "No es que no estemos con el Presidente, pero no vamos a votar. Ya estamos cansados de la corrupción, de la arrogancia de los alcaldes que no solucionan nuestros problemas y manipulan al PSUV, a los Concejos Comunales, se aprovechan de que somos pobres y le ofrecen becas de quinientos mil bolívares a cierta gente para que controlen todas las organizaciones populares y las pongan al servicio de ellos. De que nuestra vida pareciera que valiera menos. De qué socialismo estamos hablando entonces?" Me decían Mercedes y sus vecinos. "Y entonces, pero si no votan no van a poder fortalecer las estructuras que precisamente van a darle poder a Uds. y a quitarle poder a esos alcaldes corruptos. Como los Concejos Comunales." dije yo. "Pero si los Concejos Comunales los controlan ellos" dijo Ana María, "de qué poder popular me hablas? Si ellos anularon la elección inicial y luego metieron un poco e'gente y como ellos controlan las listas…"
Yo insistí, "pero no podemos dejar que ganen los escuálidos" y entonces Andrés me contestó, "¿qué prefieres, ganar el referéndum y peder la revolución, o perder el referéndum y consolidar la revolución?" Y yo que me la paso haciendo análisis político, que me la paso creando escenarios de coyuntura, de pronto me dí cuenta que esta gente estaba clamando por un nuevo rumbo del proceso. Un proceso, más cercano a los verdaderos intereses de los sectores populares, y más alejado de los vicios de la vieja militancia de izquierda, a veces tan corrupta como la derecha.
"¿Y si perdemos el referéndum y nada cambia?" todavía increpé. "Bueno, nosotros confiamos en Chávez, él ha cometido errores sobre todo al aliarse con estos sinvergüenzas, pero él es sincero en su deseo de hacer la revolución socialista junto a los más pobres. En algún momento, juntos, encontraremos el camino. Pero si seguimos ganando elecciones y celebrando, nada va a cambiar."
"Pero si perdemos el referéndum, Chávez no va a poder gobernar después del 2012. ¿Ustedes quieren eso?"
"El Señor nos proveerá la manera. A lo mejor es más conveniente tener a Chávez directamente controlando a los ministros y gobernantes y con un contacto más directo con el pueblo, que encerrado en Miraflores. Que el Presidente eso sí, lo ponemos nosotros, en elecciones, que no lo pongan a dedo. En Miraflores, Chávez está aislado del pueblo y comiendo embustes de sus Ministros y allegados."
Luego de esta lección de real politik, me dediqué a explorar la situación en diversos barrios de Caracas. La situación era más o menos la misma, algunos incluso hablaban de votar por el No como voto castigo. "Coño, va a ganar el No" me dije a mí mismo.
Así le comenté a Omar, mientras por televisión, Chávez pedía apoyo por el Sí en Mérida "¿No me asuste compadre?" me dijo el camarada. Y entonces luego, esa misma noche, caminando nos encontramos a Alberto Nolia cerca de Parque Central. El tenía la misma impresión, "Yo trabajo haciendo encuestas. El No va a ganar según mis encuestas," nos dijo. ¿Y tù crees que Chávez sabe esto? Le increpé. "¿Y por qué crees que anda a toda mecha en campaña de última hora?" fue lo último que nos dijo antes de que cruzáramos la calle y nos adentráramos en la noche hacia la estación del metro.
A mí de todo esto me quedan unas interrogantes. ¿Por qué los compañeros que sabíamos o teníamos una sospecha cierta que iba a haber una gran abstención en los sectores populares no encontramos un espacio para canalizar estas informaciones (que obviamente debían ser tratadas discretamente)? ¿Por qué se desarticuló la Unidad de Evaluación Estratégica de Miraflores durante el triunvirato de El Troudi, Bonilla y Harnecker? ¿Por qué no funcionaron las instancias partidistas del PSUV?
Más allá de todo esto… ¿Por qué no se hizo campaña informativa directa en los barrios, en todas partes? ¿Por qué las gobernaciones y alcaldías no hicieron un esfuerzo serio en la campaña?
Mejor me voy a mi trabajo donde se negoció la instalación de fábricas conjunta con los chinos donde realmente no hay transferencia de tecnología, pero al Presidente le dicen que sí. Donde se compró a Parmalat con sobreprecio, con tuberías dañadas, filtraciones, paredes desconchadas sin pintura y donde el Estado absorbe los pasivos laborales ahorrándole a los dueños de Parmalat unos cuantos milloncitos de dólares. Bueno, mejor no sigo porque después me quedo sin trabajo...
luigiprato@gmail.com