El Che Guevara en carta a Hart adelantaba esta idea: “El instinto del imperio es superior al nuestro para detectar a los verdaderos revolucionarios”.
No se equivocaba, la historia nos demuestra que los imperios desarrollan gran sabiduría para defenderse: Crucificaron a Cristo, liberaron a Barrabás. Asesinaron a Bolívar, perdonaron a Páez. Asesinaron a Fabricio y a Jorge, soltaron a Teodoro y a Pompeyo.
Temprano el imperio detectó la importancia estratégica del Comandante Chávez, cuando por allí aún cavilaban si un militar podía hacer Revolución, el imperio estaba ya preparando el golpe de abril.
El imperio olfateó la importancia vital de Chávez para el proceso Revolucionario del Continente, y contra él han apuntado sus mísiles: lo atacan con deformaciones mediáticas, gastan millones de dólares en combatirlo, y conocedores del peligro que representa, preparan el magnicidio. La izquierda venezolana, muchos revolucionarios de tradición, no terminan de entender la importancia del Comandante en el proceso revolucionario.
Esta incomprensión del papel vital del Comandante en la Revolución Continental, se evidencia con la posición que algunos partidos toman frente a la Unidad en las elecciones regionales. Muchos esfuerzos para construir la Unidad se han hecho, pero han chocado, era de esperar, con la pavorosa incomprensión de la cultura mezquina, con la manera utilitaria de hacer política, con el egoísmo que nos inocula el capitalismo”.
Fragmento del editorial Debate Socialista Octubre del 2008 Año 1 N° 31. En esta hora crucial, profundizar y enfrentar al fascismo imperial supone hacer todo para unir a los revolucionarios en todos los niveles como un haz de luz tan intenso que llegue a todos los confines del país, apretado que no deje fisuras al enemigo, tan flexible que se adapte a todas las necesidades de la lucha, tan nítido que contribuya a la claridad ideológica sin dejar dudas y repotenciando los niveles de conciencia indispensables en la movilización del pueblo para avanzar y realizar los cambios que nos llevarán a consolidar el estado socialista.
No de lo que hallamos hecho, sino de lo que hagamos en este momento histórico es la hora de cerrar filas, de hacer honor a nuestros camaradas caídos en esta larga jornada de lucha revolucionaria, a nuestro partido y a nuestra condición de comunista, hoy cuando estamos viendo nuestras utopías convertidas en realidad no podemos ser simples espectadores, mañana será tarde, debemos ser lo que siempre hemos sido, la vanguardia del pueblo, para ello necesitamos que la dirección del partido entienda el momento estelar que vive nuestro Continente y nuestro país en particular, tomando en consideración la grave crisis que atraviesa el imperio con el derrumbe del neoliberalismo y la mano invisible del mercado, la pérdida de 20. millones de empleos, la crisis de alimentos que según la FAO afecta a 51 millones de personas que pasan hambre a nivel mundial.
Errar es de humanos, rectificar es de sabios, no podemos seguir apoyando candidaturas que atentan contra la unidad, es la hora de tomarnos de las manos, pues no hay mejor promesa que cumplir con nuestro deber venezolano, revolucionario y de comunista, no tenemos otra alternativa que seguir soñando en la seguridad de que es posible un mundo mejor, haciéndose realidad en el país y gran parte de Latinoamérica y avanzará y consolidará en la medida que nos unamos para seguir la lucha por el Socialismo, en esta hora crucial no podemos renunciar a nuestras utopías a nuestros sueños, por eso el 23 de noviembre vamos con todo y por todos los cargos de elección popular, un huracán devotos rojos cubrirá el suelo patrio.
¡PATRIA SOCIALISMO O MUERTE! ¡VENCEREMOS! ¡EL SOCIALISMO SIGUE SIENDO LA ESPERANZA DE LOS PUEBLOS!