Este 31 de octubre se cumplió un aniversario más del natalicio del Cantor del Pueblo Alí Primera, lo cual es motivo de celebración para los revolucionarios y revolucionarias de toda Venezuela que hoy siguen los pasos de este gran hombre, luchador por la liberación de su patria venezolana y latinoamericana, guerrero incansable con su cuatro y su guitarra por la construcción del Socialismo auténtico en nuestra tierras.
Alí es para nosotros mucho más que un cultor popular, él es sin lugar a dudas uno de los principales ideólogos y propagandista de la Revolución Socialista Bolivariana, esto pareciese exagerado, pero basta con prestar atención a las memorables letras de sus canciones para entender que enseñó de forma magistral a nuestro pueblo trabajador, quien es el enemigo fundamental de sus intereses (el Capitalismo) y cual es el camino para derrotarlo (la Revolución Socialista).
Para esto Alí logra integrar en una totalidad teórica (el contenido de sus canciones) orientada a una praxis de liberación radical, las vivencias de nuestros pueblos explotados y oprimidos, los aportes fundamentales del Marxismo Leninismo, lo mejor de nuestras tradiciones libertarias de nuestros indios y negros, la columna vertebral del pensamiento liberador e integracionista Bolivariano, y la savia de la Teología de la Liberación imprescindible para las luchas de nuestra América Latina y Caribeña cristiana.
Alí por otro lado nos motiva a ser solidarios con las luchas de los pueblos de la Tierra, porque son a su vez nuestras luchas con el mismo enemigo, el Imperialismo, siendo de esta manera un maestro del más sincero internacionalismo proletario, capaz de sentir en lo más profundo de su corazón el dolor de los oprimidos y explotados de otras latitudes. Canciones para Vietnam, Cuba, el Salvador, Nicaragua, Haití, Colombia, Chile, el pueblo pobre estadounidense, son expresiones de la honda sensibilidad humanista de Alí, capaz de conmoverse incluso por la muerte de un turpial o un arbolito.
En este sentido, el humanismo revolucionario de Alí Primera, tiene su máxima afirmación en la frase: “… La Patria es el Hombre”, ya que coloca en el centro de las luchas al ser humano. En este sentido no hay lucha por la Liberación Nacional, por el Socialismo con Perspectiva Comunista, que obvie que el objetivo fundamental es la mayor suma de felicidad e integridad para los hombres y mujeres del mundo, es decir, el centro no es el Partido, no es la Toma del Poder, no es incluso la Independencia Nacional, el Socialismo o el Comunismo, el centro de nuestro accionar debe ser el bien de la Humanidad, lo demás son los medios y herramientas indispensables para construir y alcanzar ese bienestar.
Hoy en la marco de nuestro Proceso Bolivariano, es imprescindible entender y comprender esto, porque de lo contrario estaremos abonando el camino al arribismo, al pragmatismo, al sectarismo, al estatismo.
Aprendamos de Alí, del Che, el fin supremo es la humanidad liberada e integralmente y multilateralmente desarrollada, el fin fundamental es sacar a la humanidad de la barbarie de la prehistoria, para iniciar verdaderamente la historia humana, el Reino de la Libertad, el Comunismo.