En su columna de este domingo, el director de Últimas Noticias analiza el panorama electoral para el 23-N el cual, a su juicio, no será igual "ni para el oficialismo y para la oposición".

Así lo cuenta en sus "Domingos de Díaz Rangel":

Cada vez que me han preguntado sobre los posibles resultados de las elecciones del próximo domingo, cuya importancia trasciende la escogencia de gobernadores y alcaldes, casi invariablemente respondo que ni el oficialismo repetirá su victoria del 2004 cuando ganó 22 de las 24, ni la oposición obtendrá los resultados del 2D del año pasado, cuando el NO ganó en 8 de los principales estados. En conclusión, que el Gobierno puede perder más de dos gobernaciones pero menos de ocho.

Hoy, llegar a estas u otras conclusiones requiere examinar nueve factores que incidirán en la conducta del votante.

1.Es un error suponer que es posible reproducir lo ocurrido con la derrota del referendo constitucional. Quedó evidente que fue la abstención de unos tres millones de votantes del chavismo, por causas que no fueron debidamente analizadas, lo determinante. En una jurisdicción como el Distrito Capital, donde el SÍ perdió (43 a 57%), hoy es indiscutible una sólida victoria del chavismo que debe repetirse en Libertador. En Táchira (43-57) y Mérida (5545) donde el SÍ quedó en amplia desventaja y pudo pensarse que podían repetirlos, ese panorama cambió con abanderados chavistas que compiten con dos típicos políticos de la vieja guardia.

2.Aunque en uno y otro campo hay estados donde sus respectivas fuerzas están divididas, el Psuv luce más favorecido: victorioso allí donde la oposición no pudo unirse (Bolívar y Yaracuy), pero su división compromete los resultados en Carabobo.

3.El factor unidad debe vincularse al de liderazgo y, en este caso, la ventaja es para el chavismo que cuenta con un líder movilizador y unificador, en contra de la orfandad de la oposición que después de las presidenciales del 2006 no pudo cohesionarse ni en un partido ni en torno a su abanderado.

4.He venido sosteniendo que el promedio de votos (40% ) que ha obtenido la oposición desde 1998 es producto del apoyo de la mayoría de los medios impresos, radio y TV. En esta ocasión, en cada estado predominan los medios partidarios de la oposición. El oficialismo no ha podido hacer otra cosa que usar desmedidamente los medios del Estado, y ni aún así alcanza el deseado equilibrio. De nada han valido las resoluciones del CNE. Ninguna investigación permite concluir que los espacios redaccionales, de información y opinión, en prensa, radio y TV están distribuidos en forma pareja. Es desproporcionada la ventaja para los candidatos opositores.

5.Los programas de gobierno parecen tener menos influencia en la conducta de los electores que las respectivas gestiones de gobierno, particularmente de aquellos que aspiran a reelegirse. No ha habido medición alguna de las encuestas, y los pocos debates que se han desarrollado en torno a estas cuestiones hacen suponer que apenas incidirán en los municipios. Los candidatos de oposición estadales y municipales han centrado sus campañas en las críticas y ataques a las gestiones de quienes detentan los cargos a los cuales aspiran.

6.Las movilizaciones de calle y los mítines han sido dominadas por el chavismo.

La calle es roja. El propio presidente Chávez ha salido a motorizarlas, y se ha convertido en el orador principal. En este campo el dominio es absoluto. La oposición no ha promovido concentraciones, sino aquellas indispensables. Es evidente que su capacidad de movilización no tuvo la fuerza de la del chavismo.

7.No hay campaña electoral donde no se hable de la maquinaria como fundamental para organizar el desplazamiento de sus electores hasta las mesas de votación, y luego, vigilar el desarrollo del proceso y mantenerse hasta el final de los escrutinios. Eso requiere una organización aceitada, experta. El domingo 23 será fundamental. Ya está hecho todo el trabajo de difusión de candidatos, de programas, etc, y ahora resta lo mas difícil: garantizar que todos o la mayoría de sus electores sean votantes. Quienes tengan mayor capacidad de movilizar partidarios tendrán mas opción de ganar en jurisdicciones reñidas.

8.En esta campaña, donde se hizo tan presente la figura de Chávez, existe un factor imponderable como ha sido la dureza de su discurso. Es evidente su interés en polarizar los campos, más acentuado allí donde más dificultades tienen sus candidatos, como en Zulia, Nueva Esparta y Carabobo. Quedan planteadas algunas interrogantes, en particular la incidencia de ese lenguaje en los indecisos, y entre quienes se han llamado chavistas light. Sus efectos no han sido medidos.

9.Las encuestas, como se ha probado en otras ocasiones, dan para todo. Unas favorecen a unos y otras a otros. Como no hay un control de calidad ni se examinan sus resultados con las votaciones, quedan las dudas.

Hablé con dos altos ejecutivos de dos de las mas confiables encuestadoras (Datanálisis e Iavd, en orden de antigüedad), y a la mismas preguntas formuladas, obtuve estas respuestas: Gobernaciones con triunfos mas holgados del chavismo: Respuesta 1: Lara, Vargas, Apure, Falcón, Anzoátegui, Portuguesa, Aragua Respuesta 2: Lara, Anzoátegui, Aragua, Vargas, Falcón, Trujillo, Monagas y Cojedes.

Gobernaciones con mas posibilidades de derrotas chavistas: Respuesta 1: Zulia, Nueva Esparta, Carabobo ("depende de la polarización") y Sucre Respuesta 2: Nueva Esparta, Zulia, Carabobo, Sucre, ("riesgo en Barinas").

Como pueden concluir, el gobierno puede perder hasta cuatro gobernaciones.

Es de advertir que esas estimaciones la hicieron a partir de encuestas cerradas la semana pasada, casi todas conocidas.