Se hace necesario que los verdaderos revolucionarios superen el frívolo mercantilismo y el consumismo salvaje que impone el inhumano capitalismo, convirtiendo estas fiestas navideñas en un tiempo de profunda reflexión y limpieza de conciencia que posibilite asumir el reto de la enmienda constitucional que permitirá al comandante Hugo Rafael Chávez Frías, la postulación indefinida a los procesos eleccionarios por venir y la elección ilimitada del soberano, lo cual facilitará en los actuales momentos, doblar cualquier obstáculo y romper cualquier impedimento que retrase la construcción del socialismo bolivariano. No se puede seguir manteniendo la indiferente satisfacción de ególatras frustraciones; lo cual no sólo será nuestra tumba sino la desesperanza de las generaciones futuras que detrás de nosotros se levanta. Si el poder es del pueblo, cada acto de liberación debe ser dirigido por el pueblo; solo un pueblo emancipado de los tantos miedos contagiantes de los medios de incomunicación, es digno de llamarse pueblo; de lo contrario, sólo es una masa atontada, servil y dispuesta a soportar todo golpe que la derecha le quieran dar a través de la droga que se enchufa.
Si el pueblo es depositario de la soberanía y autodeterminación; por ese poder popular debe imponer su voluntad y rechazar una sociedad llena de tanto corrupto y traidor. La esperanza rota de un futuro mejor, exige por necesidad la enmienda constitucional con la condición de defender lo que por derecho le corresponde al pueblo soberano: vivienda, salud, educación y trabajo digno para construir una Venezuela con futuro.
Caminemos juntos en la construcción y consolidación del poder popular en todas nuestras acciones, con todas las organizaciones revolucionarias, apostemos por la enmienda constitucional; que el PSUV se forme en el fragor de las luchas sociales, es allí donde se formaran los verdaderos revolucionarios y dirigentes.
Que en estas fiestas navideñas y de fin de año, nuestros compañeros caídos en combate contra la represión burguesa y cuartorepublicana, se enorgullezcan de que aún seguimos en la lucha y dispuestos a vencer. Que la enmienda sea la esperanza de los tantos compatriotas explotados, empobrecidos y excluidos que viven en los cinturones urbano-marginales para quienes la navidad solo tiene el valor de la tristeza y la amargura de la vida, porque no habrá pan en su mesa ni juguetes con que rían sus hijos, solo queda decirles que toda nuestra solidaridad y sacrificio esta con ellos y que lucharemos hasta lo último para que llegué el día en que su derecho a comer y reír con bienestar y dignidad sea común para todos.
Liberemos
la alegría de nuestra conciencia, vayamos al corazón de la gente por la
enmienda constitucional con alma colectiva y como único testigo, para
poder construir ciudadanía.
*Coordinadora Simón Bolívar
