A propósito de lo que paso y lo que anhelamos para el venidero 2009, se observa a personeros de la jerarquía católica opinar sobre la propuesta de enmienda al artículo 230 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, uniéndose dichos prelados de manera desvergonzada a la campaña de mentiras y de infundios contra la propuesta que le devuelve al pueblo el derecho a decidir una vez más sobre los temas importantes en la vida de la patria, sería bueno que estos príncipes de la iglesia se sinceraran con Dios y nuestro pueblo, pidieran perdón por la manera como mienten y levanta falsos testimonios, les recordamos que la historia se puesto a caminar y ya no retrocederá jamás, la época en que la oligarquías dominantes llenas de privilegios explotaban y se burlaban del santo pueblo desposeído, en condiciones miserables, se fue para siempre, este grupo curas que apoya un mensaje no muy católico sabe que en Venezuela se acerca cada vez más el día de la paz y el amor verdadero, por que la justicia social poco a poco irá borrando los explotadores y los privilegios obscenos de esas elites, es por eso que ese grupo que representa el pasado que el pueblo venezolano rechazo desde 1999, se empeñan en engañar nuevamente al país apelando a ahora a la imagen de nuestro Libertador, volverán a estrellarse contra el muro de la dignidad del pueblo. Para finalizar afirmamos que en estos meses por venir debemos decir si, a la enmienda, para que en nuestra tierra se cumpla definitivamente el ideal Bolivariano que no es otra cosa: Que haya una sola clase de hombres y mujeres, los que trabajan; Que nadie se sienta más de lo que es ni menos de los que puede ser; Que cada día los hombres y mujeres sean menos pobres y Que todos seamos protagonistas en la construcción del destino común.
Y para los que deberían hablar del mensaje liberador del evangelio le transcribimos la cita textual, reflexionen.
"Esta noche no busquemos a Cristo entre las opulencias del mundo, entre las idolatrías de la riqueza, entre los afanes del poder, entre las intrigas de los grandes. Allí no está Dios. Es la hora de mirar hoy al Niño Jesús no en las imágenes bonitas de nuestros pesebres, hay que buscarlo entre los niños desnutridos que se han acostado esta noche sin tener que comer, entre los pobrecitos vendedores de periódicos, que dormirán arropados de diarios allá en los portales, entre el pobrecito lustrador de zapatos que tal vez no se ha ganado lo necesario para llevar un regalito a su mamá, o en el joven campesino, obrero, el que no tiene trabajo, el que sufre la enfermedad en esta noche. No todo es alegría, hay mucho sufrimiento, hay muchos hogares destrozados, hay mucho dolor, hay mucha pobreza. Hermanos, todo esto no lo miremos con demagogia. El Dios de los pobres ha asumido todo esto y le está enseñando al dolor humano el valor redentor, el valor que tiene para redimir al mundo, la pobreza, el sufrimiento". Arnulfo Romero, sacerdote católico, asesinado por grupos paramilitares, El Salvador.