La San Cristóbal del Estado Táchira, la apacible ciudad celebrará un importante aniversario. Pero no pretendo desentusiasmar a quienes piensen en una celebración destinada a fiestas, tortas, algún que otro desfile. No, el aniversario que trazo tiene por fin estructurar propuestas reales para la San Cristóbal que tenemos y para la San Cristóbal que nos merecemos, es permitir un amplio espacio de invitaciones, ideas y hechos para una ciudad cumpleañera.
Ideas que solo podrán darse dentro de un gobierno bolivariano, no dentro de la prepotente versión atrasada y conservadora de los seudo gobernantes que hoy tiene este importante estado.
Podría esgrimir varios motivos para no correr el riesgo de estar avivando una celebración, al contrario la cercanía de esta fecha permitiría integrar un equipo de sueños, por allí podrían andar los pasos que empezarían a imaginar la futura ciudad.
San Cristóbal es una ciudad como tantas otras, sorprendida por su crecimiento. Localidad, que necesita ser evaluada dentro del más amplio concepto de Políticas Públicas, lo cual no es más que una decente interpretación que conlleve a resultados de convivencia que toda ciudad se merece y no como viene interpretándolo desde hace varios años una gestión de gobierno local opositora, encerrada. Esos, quienes al saltar la cerca de la Alcaldía y de la Gobernación se trasformaron en enemigos de la revolución bolivariana
Desde lo novedoso del concepto bolivariano de las políticas públicas se puede evaluar lo concerniente a modestas normas de convivencia, planificar estrategias en cuanto a sus nuevas necesidades de servicios e innovaciones. Quizás, no creen Uds., pero las ciudades son espacios vivos que merecen atenciones, es la construcción de la nueva urbe, es la planificación de los nuevos espacios.
La propuesta del socialismo en pequeño planificaría los espacios modelos que esta ciudad necesita. La proyección en pequeño dará impulso a obras grandes. Sin duda la ciudad que tenemos no corresponde para nada a la ciudad que deseamos. El nuevo concepto de la ciudad que se requiere está en el reencuentro de los sueños del pasado, exponiéndolos con el presente y combinándolos hacia la más clara prospectiva para asumir una planificación futura.
Nos encontramos ante una ciudad que puede quedarse opacada por la poca atención de sus actuales opositores gobernantes. La ciudad de los 450 años requiere de una iniciativa de su misma gente, participando, organizada, con dirección, con buenas obras para la realidad presente en las nuevas instalaciones deportivas que inició el Presidente Hugo Chávez, vialidad, recreación, turismo, seguridad, cultura, infraestructura. Hoy, paralizadas por una gestión de gobierno que llegó para obstruir el buen desarrollo iniciado desde el gobierno bolivariano anterior.
La ciudad junto con sus habitantes debe impulsar el concepto bolivariano, debe discutir sobre los más próximos acuerdos que amerita para tan importante fecha. Fecha que parece lejana pero para una ciudad cumpleañera urge su proyección desde ahora.
El 31 de marzo del 2011 debe estar adelantada la mejor organización dentro del seno del PSUV para rescatar la Gobernación y la Alcaldía e impulsar la construcción de un verdadero gobierno bolivariano. Encontrarnos con la ciudad del pasado, la que quedó atrás, donde todavía están presentes sus vestigios que piden ser restaurados, tomados en cuenta, nuestras tradiciones: la Sancristobalidad.
La ciudad del presente, la del exponencial crecimiento, pujante, la que vemos como si fuese a estallar en algunas de sus partes
La ciudad del futuro, la que soñamos, la no colapsada, la que brinde nuevos servicios la que recoja su pasado y su presente y lo proyecte hacia un nuevo futuro.
Las ciudades viven, allí están sus historias, esperanzas, en aquel lugar está su futuro, la que planifica sus cambios con esperanza. La llamada a recuperar la tranquilidad, la habitabilidad la que planifica y se reúne sin miedo para la convivencia entre todos y sin abusos.
Una ciudad con un claro planteamiento ante la contaminación, la ecología, donde las cosas sean llamadas por su nombre, que no oculte sus necesidades.
Bien, esa ciudad que queremos, no será posible si el PSUV, junto a su pueblo como único factor de cambio, no se encarga de reconducir en una nueva estrategia las líneas bolivarianas, zamoranas y robinsonianas.
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DOCTORANDO
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