Desde sus orígenes, los videojuegos han sido estigmatizados por la sociedad en general. En sus comienzos se les etiquetó como entretenimiento para “Bobos”, luego cuando salieron las videoconsolas caseras y se les catalogó de “Infantiles” (hasta hoy en día muchos piensan que los videojuegos son para niños), en los años noventas los medios y la opinión pública los señalaba como “Violentos” y es en los finales de esa década y principios del nuevo siglo XXI que las etiquetas se fueron cayendo en una sociedad mas tolerante muchos señalaron al videojuego como el octavo arte.
Hice esa introducción porque hay que dejar claro a los diputados de la Asamblea Nacional que la industria del videojuego no es una fabrica de violencia, no es una fabrica de soldados, la industria del videojuego es una enorme fuente de creación, de profesionalismo y de arte, y es que la mayoría de los videojuegos no tienen contenido violento, y es por ello que señalo la estigmatización de dicho entretenimiento, que seguramente dichos diputados asumen, sin antes informarse de los atributos positivos de los videojuegos.
Como también dije, los videojuegos no son solo para niños. En la actualidad son los adultos quienes más consumen este entretenimiento. Pero el videojuego no ha superado aun el consumo general que tienen otros productos de entretenimiento como son el cine, la música, la televisión o la Internet, aunque tiene mas de ocho años consecutivos superando las ganancias de la industria del cine a nivel mundial.
Cuando se pretende hacer una ley de prohibición, de cualquier índole, se puede caer en ciertos obstáculos para el desarrollo de la economía o de la sociedad, y este caso no es la excepción. Aunque Venezuela no tiene alguna empresa de gran renombre en la creación de videojuegos, si hay muchos creadores y expertos en informática en nuestro país que realizan programas de computación infantil que utilizan los videojuegos como herramienta educativa y permiten mayores avances en su enseñanza.
Solo por ejemplo podemos mencionar el Proyecto Canaima (http://www.radiomundial.com.ve/yvke/noticia.php?31495) impulsado por el Ministerio de PP para la Educación y el Ministerio del PP de Ciencia, Tecnología e Industrias Intermedias, proyecto informático donde los niños y niñas de la educación básica tendrán herramientas pedagógicas basadas en algunos casos de los videojuegos, para permitirles una mejor compresión de sus áreas de estudios. Por otro lado, en Brasil, país donde comienza a crecer la industria del videojuego, están haciendo programas basados en la esencia historica del país, de la esencia cultural de Brasil, por ejemplo tenemos el juego “Capoeira Leyends” donde los esclavos luchan contra el opresor (http://www.capoeiralegends.com/).
Como propuesta a los diputados y diputadas pediría que sea una reglamentación en la distribución y venta de videojuegos “Bélicos” y no generalizar a todos los juegos, pues como dije anteriormente, la industria del videojuego no son solo juguetes de guerra, hay entretenimiento sano enmarcados en la fantasía, los deportes, la salud, la música, entre muchos. En EEUU, Europa, China y Japón que son los principales mercados, las leyes y reglamentos que regulan los videojuegos son muy estrictos y deben servir de ejemplo a los diputados para hacer una ley coherente con la industria del entretenimiento. Por eso pregunto ¿es mas peligroso un videojuego que una película violenta transmitida por Venevision a las 7pm? ¿Es mas peligroso un videojuego que una canción en la radio donde se denigre a la mujer?. La recientemente aprobada LOE menciona el rol educativo debe ser responsabilidad de toda la sociedad en conjunto, pero los padres tienen el deber principal para que sus hijos no entren en contacto con videojuegos violentos y juguetes bélicos.
Ah y que me disculpen los juguetes bélicos por no mencionarlos, pero jamás tuve una pistola de juguete en mis manos, ni siquiera de agua en carnaval, mis padres desde pequeño me formaron con juguetes sanos, educativos y formadores de mi nacionalidad como lo son el trompo, la perinola o el papagayo, pero al mismo tiempo tuve un Atari 2600 y un Nintendo cuando era pequeño, y solo con una buena orientación familiar supe distinguir de los juguetes comunes y de las consolas de videojuegos como entretenimiento. Son los padres quienes tienen la herramienta para no dejarlos solos ante el monstruo tecnológico el cual requiere siempre de la orientación de todos.
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