Ginebra, 31 oct (EFE).- El cantante hispano francés Manu Chao considera que Venezuela es un país que está pasando por una transformación social que "molesta", y por ello, en su opinión, la nación sudamericana sufre un boicoteo mediático.
"Yo creo que algo está pasando, el país se mueve, cambia, se transforma y eso molesta, por eso la información se distorsiona y sólo se presenta lo feo, lo supuestamente malo", dijo Chao en una entrevista con Efe ofrecida tras su concierto en Ginebra.
El artista llegó al suroeste suizo proveniente de Alemania en una gira que antes le llevó a los países escandinavos y Bélgica, y posteriormente irá hacia Gran Bretaña para presentar su nuevo disco, La Radiolina.
"Yo estuve varias veces en Venezuela, vi lo que era antes y lo que es ahora. Yo no soy chavista, pero me da rabia que lo único que se lee en Europa sobre Venezuela es si (el presidente Hugo) Chávez es populista o si cierra una tele, nadie dice si abrió quince teles comunitarias en los barrios o de la llegada de los médicos a las chabolas", expresó consternado.
"Mira, -agregó- yo comparo los jóvenes venezolanos que expresan esperanzas, ganas de hacer cosas, con los chicos de Bogotá, de Colombia, el buen ejemplo de los gringos, que me dicen, 'oye Manu, que aquí está muy complicado, que levantas la cabeza y te la pisan'".
El músico se mostró además muy preocupado por "el nuevo golpe de estado" a Venezuela que, según él, es la masiva entrada de heroína al país.
Otro de los males a los que tienen que hacer frente los jóvenes, esta vez, del mundo entero, a entender de Chao, es la dependencia de la tecnología relacionada con la música.
"La industria inventa aparatos para escuchar música, pero con un tiempo limitado, para que sirvan poco y a los dos años tengas que comprar otro, es la industria quien controla", explicó Chao, para quien las grandes corporaciones son, al mismo tiempo, las responsables de la crisis sobre los derechos de autor.
"Los derechos de autor eran una victoria sindical que ahora se perdieron. Es una hipocresía decir que el problema de los derechos es la piratería, porque son las grandes industrias las que crean los aparatos para copiar".
Y añadió: "Son las compañías que solían vender discos las que ahora venden máquinas que se estropean, por lo que hablar de derechos de autor y piratería es caer en un debate estéril".
Asimismo, Chao criticó el hecho de que la solidaridad se haya puesto de moda y muchos artistas lo utilicen en beneficio propio.
"La rebeldía también es un negocio. La solidaridad también se ha mercantilizado. Pero yo no voy a criticar a nadie, cada cual con su consciencia".
Para el artista, el futuro de los músicos está en el directo.
"Volver al origen, como yo. Cuando empecé hace 20 años, editar un disco era carísimo y tocábamos en el metro. A partir de ahora será lo mismo, el rédito económico vendrá de los conciertos, del vivo, del contacto directo con el público", explicó el cantante, que se hizo famoso con el grupo Mano Negra que solía tocar en el suburbano de París.
Por eso Chao va a seguir tocando y dando la vuelta al mundo de gira. Aunque por ahora, cuando acabe esta primera ronda, se dedicará a otros proyectos.
Lo primero será producir el disco Smode, la banda de Sam, el hijo de Amadou y Mariam, los cantantes ciegos de Mali a quien ya les editó su propio álbum.
Y grabar, editar y publicar un disco con los miembros de La Colifata, la radio comunitaria que llevan adelante los internos del hospital psiquiátrico Borda, en Buenos Aires.
"Voy a grabar sus canciones, todas de ellos, nos juntaremos y veremos que sale de ese proceso creativo comunitario, yo sólo voy a ser el productor, hay que estar abierto y dejar fluir", aseveró Chao, y concluyó: "Hay que grabar la suerte".