31 Octubre 2007. - En su segundo día de visita a la República Bolivariana de Venezuela, la Secretaria de Estado del Reino de España para Iberoamérica, Trinidad Jiménez, sostuvo un encuentro con el Presidente Hugo Chávez, en su despacho del Palacio de Miraflores.
En horas de la mañana de este miércoles 31 de octubre, la representante diplomática arribó a la sede del Gobierno venezolano, en la ciudad de Caracas, donde se abordaron asuntos referentes a las relaciones bilaterales y la cooperación entre Venezuela y España.
Jiménez arribó a nuestro país este martes en horas de la mañana, y se reunió con el Ministro del Poder Popular para las Relaciones Exteriores, Nicolás Maduro Moros.
Uno de los principales temas que abordó con el Canciller venezolano en la reunión que sostuvo este martes, es la situación de la comunidad española en el país, además de la invasión de tierras propiedad de la comunidad hispano-venezolana. Así como también, la cooperación entre Latinoamérica y el Caribe con Europa.
En sus primeras declaraciones Jiménez reconoció que las relaciones entre Venezuela y España han tenido diferencias en ciertos instantes, como fue el momento en que no se le renovó la licencia a la empresa 1BC para hacer uso del canal 2 del espectro radioeléctrico.
Como se recordará, el canciller español, Miguel Ángel Moratinos, expresó en aquella ocasión que esto suponía un límite a la libertad de expresión, a lo que el Gobierno venezolano consideró como una injerencia en asuntos internos del país.
Sin embargo, Trinidad Jiménez acotó que esta y otras diferencias que han surgido entre Venezuela y España, no tienen por qué ser obstáculo para relanzar las relaciones bilaterales entre ambos Estados, y fortalecerla.
La funcionaria española ha evitado opinar sobre la Reforma a la Constitución de nuestra nación, y sólo expresó que es un tema de política interna. Además de reunirse con el Presidente Hugo Chávez, la Secretaria de Estado del Reino de España para Iberoamérica tiene previsto sostener encuentros con miembros de los partidos opositores a la Revolución Bolivariana, así como con un grupo de empresarios españoles, entre los que destacan los gerentes de las filiales financieras de los bancos Santander y BBVA, y las corporaciones de telecomunicaciones Telefónica y Repsol.
