Caracas, 19 de diciembre de 2007/ Aproximadamente a las seis y cuarto de la mañana del domingo 19 de diciembre de 1982, se produjo una explosión en el tanque número 8 del complejo de generación eléctrica de Tacoa, en Arrecife, donde se descargaban 16 mil litros de combustible de fuel oil, provenientes del barco tanquero Murachí.
Al lugar, llegaron bomberos del municipio Vargas, bomberos marinos del puerto de La Guaira, así como las unidades de intervención inmediata de los bomberos aeronáuticos del Aeropuerto Internacional Simón Bolívar de Maiquetía.
A media mañana, más de cien efectivos combatían el voraz incendio, relevados por bomberos de los entonces Distrito Federal y Distrito Sucre, Defensa Civil, Guardia Nacional, Policía Metropolitana, técnicos de Pdvsa, Electricidad de Caracas, entre decenas de voluntarios. A medio día, el fuego en el tanque número 8 estaba controlado, pero a las 12:35 explotó el número 9, lo que provocó una oleada de fuego que se extendió por todas partes.
A su paso, se llevó una unidad completa del cuerpo de bomberos aeronáuticos, 42 efectivos del Distrito Federal, diez trabajadores de la prensa, entre ellos la periodista Mariadela Russa, el camarógrafo Carlos Moros, el asistente de cámara Oscar Guerra, y el conductor José Carrillo -equipo reporteril de Venezolana de Televisión- y decenas de personas. El número de víctimas fatales se ubicó en 180, aproximadamente.
Además de los heridos con quemaduras de primero, segundo y tercer grado, más de 500 viviendas del sector, decenas de vehículos y un helicóptero fueron arrasados.
Este es el accidente que más víctimas bomberiles y periodística ha cobrado en la historia nacional.
Parece una ironía del destino que los dos eventos más dramáticos del siglo veinte venezolano, la tragedia de Tacoa, en 1982 y la vaguada de 1999, se hayan producido en el mismo mes -diciembre- y en el mismo estado –Vargas-.
