Caracas, 13 de enero ( Por: Movimiento por la Construcción de un Partido de los Trabajadores/Prensa) Como un “importante triunfo democrático del pueblo colombiano, frente a la política guerrerista del gobierno paramilitar de Uribe”, calificó el profesor de la escuela de Sociología de la UCV y dirigente nacional del Movimiento por un Partido de los Trabajadores, Miguel Angel Hernández, la liberación de Clara Rojas y Consuelo González, retenidas por más de seis años por las FARC-EP, en las montañas colombianas.
El profesor Hernández, especialista en relaciones colombo-venezolanas, fue miembro del Grupo Académico Binacional Colombia-Venezuela, promovido por la UCV y la Universidad Nacional de Colombia, y en la actualidad se desempeña como jefe del departamento de Estudios Latinoamericanos de la escuela de Sociología, además de ser uno de los promotores de la construcción de un Partido de los Trabajadores, junto a otros dirigentes políticos y sindicales, como Orlando Chirino, José Bodas, Emilio Bastidas y Armando Guerra, entre otros.
“Nos unimos al regocijo de los pueblos colombiano y venezolano, que estuvieron pendientes del operativo humanitario que ha permitido la liberación de las dos dirigentes políticas de la hermana república, y confiamos que a la brevedad sean liberados la totalidad de los civiles retenidos por las FARC-EP, y este sea el comienzo del canje de los policías, los integrantes de las fuerzas armadas colombianas y los asesores norteamericanos, por los presos políticos de la guerrilla que se encuentran en las cárceles del Estado colombiano.”
“Sin duda que las imágenes mostradas ayer por la televisión fueron de un gran impacto humano, todos vimos con mucha emoción la liberación de Clara Rojas y Consuelo González y el reencuentro con sus familiares, por supuesto que este hecho debe tener inmediatas repercusiones políticas”. Refiriéndose a este último aspecto, específicamente en relación al gobierno de Uribe y a las FARC, la libertad de las dos civiles, la una dirigente de un partido de la burguesía y la otra de una agrupación política de clase media, el docente universitario y dirigente socialista, expresó que: “se ha derrotado la política reaccionaria del gobierno paramilitar de Uribe, quien recibiendo órdenes desde Washington se negó en forma permanente a garantizar las condiciones mínimas para la libertad de las retenidas. Desde un principio el gobierno colombiano interpuso toda clase de obstáculos para que el operativo humanitario se pudiera concretar, y la decisión de concluir con el papel de mediadores que jugaron el presidente Chávez y la senadora liberal Piedad Córdoba, puso en grave riesgo la liberación de las secuestradas.”
“Pero, por otra parte, también queda cuestionada la política y los métodos de las FARC-EP, quienes con sus acciones aisladas del movimiento de masas y de las luchas populares en Colombia, terminan favoreciendo a los enemigos del pueblo. No podemos perder de vista que los guerrilleros que entregaron a ambas rehenes a la Cruz Roja y al gobierno, eran sus captores y secuestradores por más de 6 años, una atrocidad cometida contra civiles no involucrados en la guerra.”
Más adelante señaló que: “los revolucionarios latinoamericanos tenemos que hacer una reflexión profunda sobre el conflicto en Colombia. Tanto sobre la política belicista y proimperialista del gobierno de Uribe como sobre la política y los métodos de la guerrilla. Los marxistas reivindicamos todos los métodos de lucha, en particular la autodefensa armada y las acciones guerrilleras para movilizar a los trabajadores y el conjunto de la población hacia la conquista del poder. Pero esos métodos tienen que ajustarse a la dinámica de la lucha de clases, no divorciarse de ella, para no terminar como en el caso colombiano en una guerra estéril de aparatos armados, entre un ejército burgués y las organizaciones guerrilleras, que no redunda en movilización revolucionaria del pueblo y, muy por el contrario, termina dándole argumentos a los gobiernos reaccionarios, como el de Uribe, para recortar las libertades democráticas.”
Igualmente agregó, que el examen político del conflicto es necesario si se tiene en cuenta que “oculta tras el método de la lucha armada, la estrategia política de las FARC-EP está guiada por la colaboración de clases, a través de la búsqueda de un acuerdo de paz encaminado a constituir un Gobierno de Reconstrucción Nacional, en el que participen los políticos de los partidos de la burguesía y de los terratenientes que son los responsables del baño de sangre que anega a la hermana república. Esa política la consideramos totalmente equivocada y absurda por parte de las FARC y no se compadece con los enormes sacrificios que ha hecho el pueblo hermano durante estos últimos 50 años, ni reivindica la memoria de los miles y miles de luchadores caídos combatiendo a una de las burguesías más siniestras del continente, como lo es la oligarquía neogranadina”.
“Esta política equívoca de las FARC se puso claramente en evidencia con la situación del hijo de Clara Rojas, el pequeño Enmanuel. De hecho colocó en riesgo la acción humanitaria del presidente Chávez, así como la de los observadores internacionales que en primera instancia acompañaron el operativo, al encontrarse con la sorpresa de que las FARC no tenían a Enmanuel. Ese error, y las explicaciones nada convincentes que después dio la guerrilla, le han permitido a la clase dirigente colombiana arreciar su campaña de odio contra el gobierno venezolano y contra nuestro proceso revolucionario. Por fortuna, la entrega de las dos retenidas se pudo concretar sin contratiempo. En realidad, a las FARC, después de esta actitud errática, cónsona con su política alejada de las masas, no le quedó otra opción que liberarlas, reivindicando la acción humanitaria del presidente Chávez.”
“Es por estas circunstancias que los socialistas revolucionarios que militamos por la construcción de un Partido de los Trabajadores en Venezuela, guardamos distancia con la política de las FARC, pero sin embargo las defendemos políticamente frente al imperialismo y el gobierno colombiano, e incluso, de ser necesario también en el terreno militar, pero no generamos falsas expectativas en sus acciones, ni que sea posible alcanzar la paz en Colombia por la firma de un tratado superestructural entre el gobierno y la guerrilla, al margen de las organizaciones obreras, campesinas, populares y de derechos humanos del vecino país. La historia colombiana ha demostrado todo lo contrario.”
En aras de encontrar una salida al conflicto colombiano, ¿qué proponen?
“Creemos que la liberación de Clara Rojas y Consuelo González abre la posibilidad de que se concrete la liberación de todos los secuestrados por la guerrilla, en tal sentido planteamos que las FARC-EP deben liberar en forma unilateral e inmediata a todos los civiles secuestrados, sin ningún tipo de condición. Por otra parte, la liberación de Clara y Consuelo, pone en el tapete la factibilidad de que se produzca el canje entre los guerrilleros que actualmente son presos políticos del gobierno de Uribe, y los policías y militares en poder de las FARC. Como decía antes, no creemos viable un acuerdo de cúpulas entre la guerrilla y el gobierno, en tal sentido consideramos que para que se pueda materializar este canje, el movimiento de masas en Colombia debe movilizarse de inmediato, planteando la necesidad de que las organizaciones sindicales, centrales obreras, campesinas, populares y de derechos humanos del vecino país conformen una comisión que junto a la guerrilla, el gobierno colombiano, y eventualmente con acompañamiento internacional, inicie un proceso de diálogo hasta lograr la liberación de los secuestrados y de los guerrilleros presos, y que además le exija al gobierno paramilitar de Alvaro Uribe que cese la penalización de las protestas, el estado de sitio no declarado que existe en Colombia, y el ataque permanente a los derechos de los trabajadores y el pueblo colombiano. Sabemos que esto último no se va a lograr sólo con un acuerdo, y que será necesaria la movilización permanente del pueblo, los trabajadores y el campesinado. ”
“Por otra parte, consideramos que como parte de este proceso la guerrilla debe incorporarse a las luchas políticas, obreras y populares contra el gobierno de Uribe, por nuestra parte, como revolucionarios, exigimos que le sea revocado a las FARC el carácter de organización terrorista acuñado por el imperialismo y seguido por el gobierno colombiano y otros gobiernos de la región, asimismo mantenemos nuestro compromiso de seguir luchando a nivel internacional para que a dicha organización guerrillera se le reconozca el status de fuerza beligerante, porque sin duda, más allá de su política y de sus métodos que no compartimos, esta organización de alguna manera refleja los graves problemas que se viven en las zonas rurales, en las que los campesinos son despojados de sus tierras, pisoteados sus derechos o directamente caen asesinados víctimas de la acción de las bandas paramilitares sostenidas por el gobierno del presidente Uribe.”
Para finalizar, Hernández planteó que: “al igual que en Venezuela, en Colombia también apoyamos a todos aquellos luchadores políticos y sociales que se proponen la construcción de un partido socialista revolucionario que incorpore en sus filas a los trabajadores, a los campesinos y los sectores populares, en la perspectiva de tomar el poder y gobernar el país en forma independiente del imperialismo, de las multinacionales, los empresarios, los terratenientes y demás explotadores. Tenemos claro que una verdadera paz sin explotación del trabajo humano, sin violación de los derechos humanos y cercenamiento de las libertades democráticas, sin desplazados, sin paramilitares ni injerencia imperialista, sólo será posible en el marco del establecimiento de un gobierno de los trabajadores y el pueblo en lucha por el socialismo.”