Esta calificación de precios surge de las mesas de trabajo con los diferentes sectores productivos del país. Entre los productos sujetos a exclusión se encuentran el pernil, chuleta ahumada, carne de res, atún natural, aceite, pan y pastas. El reajuste obedece a que no producimos materia prima como el trigo, soya y avena. Además, hay productos que no han sido revisados entre dos y cinco años.
12 de agosto de 2008 / El Ejecutivo Nacional, a través de los Ministerios del Poder Popular para la Agricultura y Tierras, Alimentación e Industrias Ligeras y Comercio, mediante las resoluciones conjuntas, publicadas en Gaceta Oficial Nº 38.991 de fecha 11 de agosto de 2008, excluye del control de precios al consumidor los productos: pernil, chuleta ahumada de cerdo, mortadela, atún (enlatado al natural y fresco), avena y sal; así como se establece la adecuación de precios de la carne, mayonesa, margarina, salsa de tomate, aceite, pan y pastas.
En este sentido, se adecuan los precios de ganado en pie de 3,99 a 5,50 Bs.F; carne en canal en el centro de beneficio de 7, 98 a 10,58 Bs.F.; carne de res de primera de 11,72 a 17,60; chuleta de cerdo de 15,84 a 16,00 y costilla de cerdo de 13,60 a 14,00 (no ahumadas).
También se ajustan los productos: mayonesa regular de 2,64 a 4,00 Bs.F; margarina de 2,04 a 2,76, salsa de tomate de 1,20 a 2,52 y en cuanto a los tipos de grasas se establecen: aceite de maíz de 3,93 a 6,76 Bs.F; girasol de 3,71 a 6,28 y el de mezcla de 3,29 a 5,56.
Por otra parte, el pan de trigo salado de 2,99 a 4,45 Bs.F; el blanco normal de sandwich de 5,36 a 7,98 y las pastas alimenticias elaboradas con mezcla de trigo de 2,75 a 3,39.
En cuanto a los productos excluidos del control de precios, los ministerios involucrados consideran idónea una franja de precios sugeridos que oscila: pernil (12,87-15,73) chuleta ahumada (33,25-36,75), mortadela (7,13-7,88), atún enlatado al natural (2,70-3,70) y fresco (19,00-21,00), avena (3,14-3,47) y sal (2,38-2,63).
Medidas para garantizar pleno abastecimiento
Esta calificación de precios surge de las mesas de trabajo con los diferentes sectores productivos del país, cuyas variables afectan las cadenas de producción y la estructura de costos de los rubros alimenticios. Todo ello, con el propósito de buscar un precio justo que no afecte al consumidor y que a su vez, haga viable la actividad productiva.
Asimismo, se consideró algunos productos que no tuvieron variación de precios desde hace dos y hasta cinco años. Además, la inflación nacional e internacional afectó los insumos y materia prima para la producción, principalmente en el caso de los empaques y envases para alimentos procesados; igualmente se han visto afectados alimentos cuya materia prima no se produce en el país, tales como la soya, el trigo y la avena, lo cual afecta a productos derivados como los aceites y grasas, alimentos balanceados, pan y pasta de trigo. También en el caso del cerdo y de la carne de res, estos rubros han sido impactados por el incremento de los alimentos balanceados y otros insumos (alambres y medicamentos veterinarios, entre otros).
Por otra parte, se ha valorado que las recientes adecuaciones de precios en los cereales, el pollo, la leche y los huevos han permitido lograr un precio justo al productor primario, un incremento en la producción nacional, mayor abastecimiento de los rubros alimenticios y un precio justo al consumidor.
En esta resolución, también se establece que el Ejecutivo Nacional se reserva la facultad de fijar, mediante resolución, los precios de los productos alimenticios, cuyo precio ha sido excluido si se observa comportamientos distorsionados o conductas especulativas en estos productos.
Por último, el Gobierno Bolivariano reitera su compromiso con el pueblo venezolano para garantizar el derecho a la alimentación y en este sentido, tomará las medidas pertinentes en trabajo conjunto con los sectores productivos del país.