30-Diciembre-08
La operación militar de exterminio del ejercito israelí en Gaza ingresó en una fase de fracaso y de "pérdida de identidad". Sus líderes están en crisis y divididos sobre la estrategia a seguir. La campaña electoral por las elecciones de febrero profundizan aún más las divisiones entre los ultrahalcones y los sectores más "moderados". Hay una línea -encabezada por el primer ministro Olmert- que propone profundizar la "opción militar" y otra -encabezada por el ministro de Defensa Barak- que defiende la tesis de una "tregua humanitaria" para evitar el desgaste de la matanza militar sin resultados concretos. Según la prensa israelí, reina la confusión y el azoramiento y la sorpresa en el gabinete de Olmert. El síndrome del Libano 2006 ya se empieza a apoderar de vastos sectores políticos y sociales de la sociedad israelí. Como ya sucedió en Líbano en 2006, el objetivo principal de la operación (el derrocamiento de Hamás y el descabezamiento de su estado mayor) no pudo ser cumplimentado pese a la masividad y precisión del ataque militar que en sólo los tres primeros minutos -según cifras oficiales- asesinó a mas de 200 palestinos e hirió a otros 300. La razón del nuevo fracaso de la potencia sionista se debió a una razón principal: Su poderío y superioridad militar no pudo terminar con las lanzaderas de cohetes palestinos que siguen martirizando y aterrorizando a las ciudades israelíes fronterizas. Tampoco pudo terminar con el mando político y militar de Hamás que desde sus refugios secretos sigue convocando a un levantamiento islámico generalizado tanto en Medio Oriente como en todo occidente y el resto del mundo islámico.
Informe
En sólo cuestión de horas, el martes, se desató una crisis en el gobierno de Israel impulsada por posturas enfrentadas en el gabinete respecto de las acciones a seguir con la operación militar en Gaza.
Según la prensa israelí, el martes el ministro de Defensa israelí, Ehud Barak, había "consensuado" con el gobierno francés una propuesta de cese el fuego por 48 horas a ser presentada a Hamás.
Este miércoles el gobierno de Israel
afirmó que la "tregua" de 48 horas con el Movimiento para la Resistencia
Islámica (Hamás) propuesta por Francia para facilitar el suministro de ayuda
humanitaria a la Franja de Gaza es "irreal".
"Esa propuesta no contiene ningún tipo de garantía de que Hamás vaya a detener
el lanzamiento de cohetes y el contrabando", declaró el portavoz del Ministerio
de Asuntos Exteriores, Yigal Palmor.
"No es realista esperar que Israel vaya a declarar unilateralmente un alto el fuego sin mecanismos que aseguren el cese de los disparos y del terrorismo por parte de Hamás", añadió.
"La propuesta (francesa) no contenía
garantías de ningún tipo de que Hamás detendrá los cohetes y el contrabando",
dijo el portavoz del Ministerio de Exteriores Yigal Palmor.
"No es realista esperar que un alto el fuego unilateral de Israel sin mecanismos
para reforzar el cese de disparos y terror por parte de Hamás", afirmó
El funcionario efectuó declaraciones después de que el primer ministro, Ehud Olmert, rechazó la propuesta luego de cuatro horas de reunión con el ministro de Defensa, Ehud Barak, la ministra de Relaciones Exteriores, Tzipi Livni, el jefe de Estado Mayor, Gabi Ashkenazi, el director del Servicio de Seguridad Interior, Yuval Diskin, y otros funcionarios de Defensa sobre las formas de continuar la operación militar en Gaza.
Según medios israelíes, el gabinete
de seguridad israelí se encontraba reunido desde primera hora del miércoles para
estudiar la propuesta francesa, mientras la aviación judía continuaba
bombardeando "objetivos de la organización islámica Hamas" en el territorio
palestino, según el portavoz de la presidencia, Mark Reguev.
La reunión se produjo horas después de que el Cuarteto para Oriente Próximo (EEUU,
la UE, Naciones Unidas y Rusia) reclamara un alto el fuego "inmediato" en
Gaza que "fuera plenamente respetado" por ambas partes.
"Israel escucha la voz de sus amigos en el mundo y el diálogo con ellos es
importante para él. Sin embargo, existe un amplio consenso en que la población
del sur de Israel no debe volver a una situación en la que viva de nuevo bajo la
amenaza de los cohetes de Hamas ", dijo Reguev.
Antes de la reunión del gabinete de seguridad israelí, medios y analistas israelíes predecían que la indignación pública tras la extensión de los ataques con cohetes hasta incluir Beersheba, a 40 km de la Franja de Gaza, inclinaría la balanza en contra de cualquier suspensión de ataques contra Hamás.
Según encuestas, un 81% de la sociedad israelí apoya una "solución militar" en el tema Gaza, donde en el quinto día de masacre militar los muertos ya superan los 380 y los heridos se acercan a 1900, según la información oficial.
Los ministros de Relaciones Exteriores de la Unión Europea (UE) llamaron el martes en París a un cese el fuego "permanente" en la Franja de Gaza, lo mismo que Washington y
El diario israelí Haaretz señalaba que algunos ministros enrolados en la línea "dura" temen que aceptar el cese del fuego detenga el impulso de la ofensiva israelí, lo que permitiría a Hamás proclamarse victorioso. De hecho, el portavoz del ministerio de Exteriores, Yigal Palmor, ha calificado de "poco realista" la propuesta francesa, ya que un alto el fuego durante 48 horas no les asegura que Hamás deje de lanzar cohetes.
El viceprimer ministro, Eli Ishai, declaró que la operación de Gaza no debe ser interrumpida hasta que la Fuerza Aérea bombardee la totalidad de su banco de objetivos. Entonces, dijo, Israel debe permitir cuatro horas de pausa, cada vez, para la prestación de ayuda en la Franja de Gaza y con el fin de examinar si Hamás está dispuesta a aceptar un alto el fuego.
El jefe de la Fuerza Aérea, Ido Nehushtan, afirmó que el Ejército no debe ser "complaciente" en este momento.
"Hamás todavía es capaz de disparar cohetes en el Estado de Israel, y nuestro objetivo es prevenirlo. La organización terrorista debe comprender que estamos dispuestos a ir todo el camino. Los residentes del sur sienten que estamos haciendo algo por ellos", añadió.
Nehushtan explicó que el inicial asalto aéreo fue un "shock completo para Hamás" y señaló que el elemento sorpresa resultó crucial para su éxito. "Hamas pagó un precio muy alto. La información de nuestra Inteligencia era exacta y sus cifras de bajas son elevadas", concluyó.
Como producto de las contradicciones
que se cruzan en el gabinete, Israel se ha mostrado "vacilante" respecto
a un cese del fuego "humanitario", subrayando que el Ejército está permitiendo a
algunos vehículos con ayuda entrar a la Franja de Gaza incluso mientras continúa
el fuego.
Por otra parte, algunos ministros temen que aceptar el cese del fuego detenga el
impulso de la ofensiva israelí, lo que permitiría a Hamas proclamarse
victorioso. De hecho, el portavoz del ministerio de Exteriores, Yigal Palmor,
ha calificado de "poco realista" la propuesta francesa, ya que un alto el fuego
durante 48 horas no les asegura que Hamás deje de lanzar cohetes.
Claramente -señalan medios israelíes- un sector del gabinete propone una profundización de las acciones militares, incluida una operación terrestre, para desmantelar a fondo las instalaciones lanzaderas de cohetes y descabezar la líneas de mando de Hamás, mientras otro grupo encabezado por Barak y Livni propone una tregua provisoria y una operación en la ONU para aislar a Hamás en condiciones de debilidad después de las operaciones militares.
No obstante, los medios israelíes resaltan el descontento generalizado que reina en la sociedad israelí por la falta de resultados concretos de la operación militar que ya ingresó en su quinto día, y la continuidad de los lanzamientos de cohetes palestinos que no dejan de caer sobre las ciudades fronterizas israelíes.
Por otra parte, Hezbolá y diversas organizaciones del mundo islámico lanzaron un llamamiento a una tercera Intifada con atentados suicidas contra Israel no sólo en la Franja de Gaza, sino en todo el mundo árabe islámico diseminado por los cinco continentes.
En un discurso, el domingo pasado, Hassan Nasralá, líder de
Muchedumbres islámicas atacando embajadas israelíes en occidente o arrojándose desarmadas contra los tanques y las tropas judías en Medio Oriente, recrea inmediatamente en los jefes militares y políticos de Israel el fantasma de la derrota del Líbano.
De acuerdo con la radio pública israelí, el mando militar judío estima que Hamás todavía tiene unos 2000 cohetes en su arsenal, incluyendo varios cohetes de largo alcance que potencialmente podrían llegar a Ashdod y Beer Sheba.
Dos cohetes tipo Grad
disparados este miércoles cayeron cerca de Beersheva -sin causar víctimas ni
daños materiales-, a unos 40 kilómetros de la Franja de Gaza, tras haber
recorrido una distancia récord. Los disparos fueron reivindicados por el brazo
armado de Hamás, las Brigadas Ezedin al Qasam.
Otros disparos de cohetes palestinos fueron señalados en diferentes puntos del
sur de Israel, en la región de Sderot y en algunos sectores del desierto del
Neguev.
El punto central, según la prensa israelí, de la división en el gabinete israelí sobre las acciones a seguir en Gaza es la continuidad de los cohetes palestinos que producen un estado de caos y conmoción social que se proyecta como una fuente desestabilizante permanente del gobierno de Tel Aviv.
Analistas de las principales cadenas norteamericanas coincidían el martes en la apreciación de que si Israel no consigue neutralizar las plataformas lanzaderas y los arsenales, la operación militar en Gaza va resultar otro fracaso parecido al del Libano con Hezbolá.