Nueva York 27 de junio 2009. - .- Venezuela no descarta devaluar su moneda, pero el Gobierno está consciente del impacto que esa medida tendría en los ya altos índices de inflación del país, dijo este sábado el ministro de Finanzas, Alí Rodríguez.
Hablando a periodistas durante un breve viaje a Nueva York, Rodríguez pronosticó que la inflación cerrará el 2009 en alrededor de un 28 por ciento y permanecerá “alta” en el 2010, hasta que Venezuela sea capaz de reducir su dependencia de los alimentos y bienes importados.
El tipo de cambio fijo de Venezuela de 2,15 bolívares por dólar estadounidense es percibido como insostenible por los economistas, que dicen que el presidente Hugo Chávez eventualmente deberá devaluar la moneda para contrarrestar una caída en los ingresos.
Rodríguez dijo que la moneda es una mercancía y que como tal no se pueden descartar ajustes a su precio, “pero es preciso tomar en cuenta los impactos que se producen”.
La firma petrolera estatal PDVSA actualmente está lanzando hasta 3.000 millones de dólares en bonos al 2011 e industrias básicas estatales con participación en la Corporación Venezolana de Guayana, o CVG, también están estudiando emitir alrededor de 4.000 millones de dólares en bonos denominados en bolívares, dijo Rodríguez.
Pese a un reciente rebote que impulsó al barril de petróleo crudo estadounidense a alrededor de 70 dólares, Rodríguez se mostró cauto sobre los prospectos para la economía venezolana.
El funcionario dijo que es posible que la economía venezolana crezca modestamente este año, gracias a las reservas acumuladas por el Gobierno en un fondo estatal que ha estado financiado las inversiones en infraestructura de Chávez. El fondo, conocido como Fonden, actualmente posee reservas de entre 5.000 millones y 7.000 millones de dólares, dijo Rodríguez, añadiendo que el Gobierno también tiene unos 8.000 millones de dólares adicionales en préstamos de China, que serán pagados con suministros de petróleo crudo y combustible.
Rodríguez viajó a Nueva York para asistir a una conferencia de Naciones Unidas sobre la crisis financiera. Sin embargo, no pudo dar su discurso en la conferencia, porque su vuelo fue retrasado por problemas de visa con Estados Unidos.