5 abril 2010 - Millones de temporadistas regresaron a sus hogares en medio de un desconsuelo generalizado por haberse terminado las vacaciones de Semana Santa. Expertos aseguran que la culpa es de Chávez por haber dado tres días extra de vacaciones.
El señor Bonifacio Cordido expresó en el terminal de la Bandera que sólo ha visto tristeza y un dolor profundo en los temporadistas que regresan. "El autobús venía en silencio, claramente todos venían sumidos en una profunda desesperación al ver que las vacaciones se les iban entre las manos, sin poderlas atrapar, como el agua", comentó el señor Cordido antes de reventar en llanto.
La señora Carmela Petrica lloraba en silencio, viendo a sus hijos jugando, inocentes de lo que pasaba. "Otra vez regresamos al sufrimiento del día a día. Los niños a la escuela y yo al trabajo y la cocinadera y la planchadera. No es justo, era mejor no tener vacaciones", comentó la señora Petrica mientras trataba de consolar a sus hijos que jugaban distraídos, ajenos a la espantosa realidad, que no se querían dejar consolar
Los tres días extra de vacaciones que aprobó Chávez han tenido un profundo impacto en los venezolanos, que ahora ven cómo las vacaciones se les terminan inexorablemente. El terminal de la Bandera es un sólo llanto de desesperanza y deseo porque lleguen pronto las próximas vacaciones.