Atenas, mayo 1ero - La policía se ha visto obligada a usar gases lacrimógenos para contener la violencia callejera desatada para protestar contra las medidas 'draconianas' del plan de ayuda.
Miles de manifestantes convocados por los sindicatos griegos se han congregado en Atenas para, coincidiendo con la festividad del Día del Trabajo, protestar por el plan de austeridad propuesto para salvar la maltrecha economía del país.
En esta concentración ya se han registrado las primeras escaramuzas. En Tesalónica, la ciudad más grande al norte del país, la policía se ha visto obligada a usar gases lacrimógenos para repeler a los grupos de jóvenes que estaban destrozando escaparates de tiendas y fachadas acristaladas de entidades bancarias.
En toda la jornada el transporte ferroviario y marítimo estará paralizado hasta las 06.00 horas del domingo, al igual que los trenes de cercanías que llevan al aeropuerto.
Los trabajadores, que se han enfrentado con las fuerzas policiales, protestan contra un plan de ahorro trianual que implica fuertes recortes de los sueldos de los funcionarios por la supresión de dos pagas extras, al tiempo que prevé la congelación salarial en el sector privado.
Además, el Gobierno prevé el aumento adicional de varios impuestos, como el IVA, que ya subió dos puntos en marzo, hasta el 21%, así como a incrementar la carga impositiva sobre el tabaco, el alcohol y la gasolina.
Centenares de agrupaciones laborales han anunciado que participarán hoy en las manifestaciones convocadas por la Confederación General de Trabajadores (GSEE), la Unión de Empleados Civiles (Adedy) y otros sindicatos en el centro de Atenas y en las principales ciudades.
Los sindicatos declaran en un comunicado que "la manifestación de hoy tiene un significado especial debido a las medidas severas e injustas por parte del Gobierno".
Adedy advirtió que "las protestas son la única esperanza para hacer frente" a las medidas de la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).