Andy David, portavoz del Ministerio
israelí de Asuntos Exteriores, aseguró que
su país ha "enviado mensajes a través de Irlanda", cuya bandera
tiene la
nave, para que sus integrantes "acepten dejar la carga humanitaria en el
puerto
de Ashdod", en Israel.
"Hasta ahora lo han rechazado. No veo un enfoque diferente en los
miembros de
este barco respecto a los anteriores", lamentó.
El diario israelí Haaretz señala hoy que una "solución
diplomática" al
caso del Rachel Corrie es "inminente", a diferencia de lo que
sucedió con
el grueso de la "Flotilla de la Libertad", un grupo de barcos con ayuda
humanitaria para Gaza asaltados el pasado lunes por el Ejército
israelí en
aguas internacionales, con el resultado de nueve muertos, en su
mayoría
turcos.
En cambio, Audrey Bombse, abogada de "Gaza Libre", uno de los
movimientos que
organiza la flotilla, desmintió la existencia de negociaciones con
Israel
y reafirmó el objetivo original de la misión: intentar romper el bloqueo
israelí
a Gaza.
"No estamos negociando con Israel, ni hemos negociado con Israel en
ningún
momento. Si Israel quiere que dejemos entrar en el barco a inspectores
de la
Cruz Roja o de Naciones Unidas, lo permitiremos. Lo que no vamos a
permitir
es que la inspección la hagan israelíes, que podrían colocar armas en el
barco",
señaló a Efe por teléfono desde Larnaca (Chipre).
La nave "transporta ayuda humanitaria y está ahora entrando en un puerto
de
Grecia. No podemos decir cuál, porque tenemos miedo de que Israel lo
sabotee,
como ha reconocido que ha saboteado otros de nuestros barcos", explicó
la
abogada, que señaló que el último barco, el Challenger II, que en
principio iba
a acompañar al Rachel Corrie, ha sido saboteado y tardará semanas en
volver a
navegar.
La embarcación lleva a bordo once personas, entre ellas la premio
Nobel
de la Paz irlandesa Mairead Maguire y a un ex vicesecretario general de
Naciones
Unidas, Denis Halliday, y hará una parada en un puerto griego para
abastecerse,
repostar y coger a más pasajeros.
En concreto, el barco transporta materiales de construcción, así como
equipos
médicos (como un tomógrafo) papel y juguetes.
Israel prohíbe la entrada a Gaza de varios de estos bienes a causa del
bloqueo
que mantiene sobre la franja desde 2006 y que pretendía romper la
"Flotilla de
la Libertad", cuyos 750 integrantes (salvo una decena) fueron ayer
deportados a
sus países de origen.
La nave "Rachel Corrie" lleva el nombre de la activista estadounidense
aplastada
por una excavadora militar israelí en Gaza en 2003 cuando se enfrentaba a
la
demolición de una casa palestina.